Real Madrid - Barcelona: baile cl¨¢sico en el Palacio

El Real Madrid se adjudic¨® su quinto cl¨¢sico continental consecutivo tras desarmar al Barcelona con un juego coral y trepidante, incontenible para el tierno armaz¨®n del nuevo proyecto de Pesic (92-65). Los de Laso agarraron su 10? victoria en la presente Euroliga desmoralizando a su rival en 20 minutos a base de empuje, con Randolph, Carroll, Campazzo, Tavares y Thompkins reparti¨¦ndose la presentaci¨®n, el nudo y el desenlace de un pulso que comenz¨® de igual a igual y acab¨® retratando la diferencia de m¨²sculo entre un ciclo estable y ganador y un plan cambiante que busca, cada vez con m¨¢s urgencia hist¨®rica, la tecla para reverdecer laureles.

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Con la excusa de su 90 cumplea?os, celebrado hace unas semanas, se homenaje¨® en los proleg¨®menos a Pedro Ferr¨¢ndiz, refundador del baloncesto en Espa?a. Junto a Raimundo Saporta, el hombre que puso al Madrid en el mapa de la canasta con la conquista de 12 Ligas, 11 Copas y cuatro Copas de Europa en 13 temporadas (entre 1959 y 1975). En total, 27 de los 88 t¨ªtulos de la secci¨®n, junto a los 22 de Lolo Sainz y a los 16 que suma Laso, el 74% de la vitrina madridista. Y tras el reconocimiento al pionero y el himno de gram¨®fono de las mocitas madrile?as comenz¨® un choque macizo y apasionante. El Bar?a aguant¨® un asalto y medio del combate; despu¨¦s comenz¨® el ballet cl¨¢sico en el Palacio. Otra coreograf¨ªa del lasismo.

Se pertrech¨® Pesic de salida con Hanga, Claver, Singleton y Tomic, dejando a Heurtel al volante; mientras que Laso se guard¨® un rato a Tavares tras unos partidos de baj¨®n. La presi¨®n defensiva de ambos equipos depar¨® ataques asim¨¦tricos ¡ªcon Randolph y Hanga subiendo el bal¨®n y acaparando la producci¨®n anotadora¡ª y tensi¨®n a pista completa, con lija gruesa en la pintura y las sutilezas abri¨¦ndose camino a duras penas entre paladas de cemento. Y el que mejor mezcl¨® fibra y m¨²sculo agarr¨® la iniciativa. Lo hizo el Madrid a la estela de un Randolph vibrante. El ala-p¨ªvot estadounidense anot¨® 13 puntos (con 3 de 4 en triples) en los primeros nueve minutos y relativiz¨® la entrega en la contenci¨®n azulgrana (22-15, m. 9). A¨²n no lo sab¨ªan, pero los blancos ya hab¨ªan ganado la batalla moral, por su forma de desbaratar la abnegada aplicaci¨®n rival.

Con el comienzo de las rotaciones languideci¨® el quinteto del Bar?a y tom¨® impulso el Madrid. La agitaci¨®n de Campazzo, los puntos de Carroll (10 en ese tramo; 15 en el cuarto) y la vigorosa aparici¨®n de Thompkins y Tavares sirvieron a los de Laso para descoser el marcador en un santiam¨¦n (43-25, m. 17). El parcial de 21-8 en el comienzo del segundo cuarto marc¨® el devenir de la noche. No jug¨® Felipe, tampoco Rudy (de baja con fiebre), y Llull se qued¨® en 6 puntos y -2 de valoraci¨®n. Pero, sin sus cl¨¢sicos, el Madrid gan¨® el baile de calle.

Prob¨® Pesic con el doble tim¨®n Heurtel-Pangos para capear el temporal pero, para entonces, los blancos ya hab¨ªan lanzado su optimismo. Un triple de Carroll rompiendo el sello del propio Pangos y otro monumental de Campazzo desataron el jolgorio en el Palacio antes del viaje a los vestuarios. Como ya hiciera ante el CSKA, el Facu anot¨®, desde el semic¨ªrculo de su canasta (a unos 25 metros de distancia) y sobre la bocina, otra canasta inveros¨ªmil, con un valor psicol¨®gico muy superior a los tres puntos --como el de Doncic hace un a?o-- (53-30, m. 20).

Se disputaba el 57? cl¨¢sico de las ¨²ltimas ocho temporadas, el tiempo de Laso en el Madrid. Y los blancos lo ten¨ªan apuntado en su lista de desquites tras el zarandeo sufrido hace 18 d¨ªas en el Palau en la 10? jornada de la Liga Endesa (86-69). Con ese impulso motivacional, los madridistas prolongaron su carrerilla en la reanudaci¨®n hasta la frontera de los 30 puntos de ventaja (64-37, m. 24). Sin embargo, entre el orgullo azulgrana y la autocomplacencia local, el Bar?a se lanz¨® con casta en busca de un reenganche imposible. Los de Pesic, con la inopinada aparici¨®n de Smits, lograron sujetar unos instantes a su rival y firmaron un contundente parcial de 0-12 en apenas tres minutos para ilusionarse con prolongar la intriga competitiva despu¨¦s de verse en la lona (64-49, m. 27). El milagro fue un espejismo.

Se med¨ªan el mejor ataque de la Euroliga (casi 90 puntos por partido para los blancos) frente a la segunda mejor defensa solo por detr¨¢s del Fenerbah?e de Obradovic (77 puntos en contra para los azulgrana). Un buen trabajo de contenci¨®n del Bar?a que, tras enlazar cinco triunfos seguidos en Europa por primera vez en tres a?os, se desequilibr¨® ante el propio Fenerbah?e y el Buducnost con dos derrotas en la frontera de los 65 puntos y un pobre porcentaje en triples. Una manta demasiado corta que tampoco pudieron estirar los de Pesic. Se repiti¨® la pel¨ªcula y los guarismos a pesar del acierto de Heurtel.

El base franc¨¦s sac¨® lustre a sus estad¨ªsticas, pero se qued¨® muy solo en la persecuci¨®n. Sorteados los minutos de galbana y desconcierto el Madrid se rearm¨® abrazado a un Tavares de nuevo determinante para achatar al rival. La torre caboverdiana alcanz¨® los dobles d¨ªgitos y los de Laso lograron los 30 de ventaja (92-62, m. 39). Los triples de Thompkins y Taylor desataron el ¡°?As¨ª gana el Madrid!¡±. El cl¨¢sico era blanco. Desde su victoria ante el eterno rival hace tres semanas, el Bar?a suma una estrecha victoria ante el Iberostar Tenerife en Liga y tres derrotas europeas. Los de Laso se apuntaron el quinto cl¨¢sico continental consecutivo. En la temporada 2016-2017 el pulso se sald¨® con un hist¨®rico 63-102 en el Palau (la mayor diferencia madridista en un cl¨¢sico en pista azulgrana: +39) y un 85-69 en el WiZink Center. En la 17-18, otros dos triunfos blancos: de nuevo m¨¢s contundente a domicilio (74-101, +27) que como local (87-75). ¡°Perdimos por dos razones: el Madrid jug¨® un baloncesto excelente y nosotros ayudamos a su juego. No estuvimos al nivel que exig¨ªa este partido. Estuvieron muy motivados y con mucha energ¨ªa f¨ªsica, en ataque y en defensa. Nosotros no encontramos ni el juego ni el deseo de ganar¡±, analiz¨® Pesic, que tard¨® m¨¢s de media hora en comparecer despu¨¦s de trasladar el repaso de la pista a su caseta. ¡°Controlamos siempre el ritmo de partido y fuimos m¨¢s s¨®lidos que brillantes. La victoria es nuestro homenaje a Pedro Ferr¨¢ndiz. Para vivir noches como la de hoy ha habido mucha gente empujando a lo largo de la historia y ¨¦l es de los que m¨¢s lo ha hecho¡±, cerr¨® Laso.