La Liga de Messi
Autor de tres goles y de dos asistencias, el argentino marca las diferencias para el Barcelona ante el Levante
A Messi ya no le duele el codo, est¨¢ en forma, vuelve a tener la porter¨ªa en el entrecejo y parece decidido a reivindicar su honor en el campo despu¨¦s de ser negado en las galas de Europa. No se sabe qu¨¦ ser¨¢ de la Champions. El rosarino quiere, de momento, que esta sea La Liga de Messi. Ante la irregularidad del Atl¨¦tico y del Madrid, y del propio Bar?a, aparece Messi como figura regular del campeonato, hilo conductor de la ¨²ltima d¨¦cada, fiable como asistente y goleador, martillo para el Levante. Hasta 19 tantos le ha marcado al equipo del Ciutat de Val¨¨ncia en 17 partidos para suerte de un Bar?a que se reafirma como l¨ªder de LaLiga.
Alrededor de la mejor versi¨®n de Messi, Valverde puede cantar la alineaci¨®n que le d¨¦ la gana y nadie dir¨¢ nada si Bartomeu convierte la camiseta de franjas azulgrana en un equipaje a cuadros porque el Bar?a siempre ser¨¢ reconocible en presencia del 10. Jug¨® el Barcelona como si fuera el Levante, tremendo al espacio con los contragolpes, y el Levante quiso ser el Barcelona, castigado cada vez que quiso salir con el bal¨®n jugado desde el ¨¢rea de Oier.
La diferencia la marc¨® Messi con su amigo Luis Su¨¢rez, los dos protegidos por Piqu¨¦, igual de solvente cuando juega solo o acompa?ado, el m¨¢s imponente de los seis centrales que se juntaron sorprendentemente en Valencia.
Los laterales son desde hace tiempo un asunto delicado para el Bar?a. No se discute a Jordi Alba, excelente en ataque, socio preferido de Messi y en cambio menos fiable cuando le toca defender, como ocurre con la mayor¨ªa de zagueros de Valverde. Alba, por lo dem¨¢s, solo tiene como recambio al joven del filial Miranda. M¨¢s fr¨¢gil es la coyuntura en el costado derecho porque el ofensivo Sergi Roberto, el titular, est¨¢ de baja y nada m¨¢s llegar a Valencia se lesion¨® el defensivo Semedo. Ante la falta de alternativas en la expedici¨®n y en el plantel, Valverde vari¨® el plan y dispuso el mismo dibujo que el Levante: el habitual 4-3-3, a veces reconvertido en 4-4-2, se qued¨® en 3-5-2.
Quiz¨¢ por inesperado, el cambio sorprendi¨® m¨¢s al equipo de Paco L¨®pez que al propio Bar?a. Acostumbrados Messi y Luis Su¨¢rez a jugar en punta, los azulgrana llenaron el medio campo, defendieron con tres centrales y se desplegaron por las bandas con Demb¨¦l¨¦ y Alba. Aguantaron los barcelonistas hasta que se desfond¨® el franc¨¦s, superado y amonestado como carrilero, y entr¨® en juego Boateng, el delantero suplente en la mayor¨ªa de partidos de la temporada, autor el a?o pasado de tres de los cinco goles con los que el Levante rompi¨® en la pen¨²ltima jornada la condici¨®n de invicto del Barcelona (5-4).
La voracidad del 10
Boateng no par¨® de buscar la espalda de la defensa del Bar?a hasta rematar al larguero de Ter Stegen. No atin¨® el Levante y no perdon¨® Messi. El 10 ley¨® el encuentro con la precisi¨®n de un cirujano, excelente en la presi¨®n y el pase a Luis Su¨¢rez en el 0-1 y terminal en el desmarque y remate en el 0-2. La l¨ªnea de pase tiene que ser muy limpia para salvar la presi¨®n azulgrana y eludir a Busquets, decisivo en ambas jugadas, activado en cuanto vio la debilidad defensiva del Levante. La voracidad de Messi penaliz¨® las muy buenas intenciones del equipo de Paco L¨®pez y aval¨® la propuesta de Valverde. M¨¢s que de jugar, se trataba de ganar.
El eslalon de Messi antes de asistir a Luis Su¨¢rez result¨® tan delicioso como su carrera para convertir el segundo tanto en un partido muy agradecido para el espectador, por el ritmo, por la intensidad, por el ir y venir de los jugadores, por la ambici¨®n de los dos equipos, especialmente del Levante. No hab¨ªa tiempo ni sitio para especular, entregado tambi¨¦n el Bar?a a un f¨²tbol de v¨¦rtigo y vigoroso, m¨¢s apto para Arturo, Rakitic y Demb¨¦l¨¦ que para Arthur y Coutinho. Hab¨ªa que correr m¨¢s que controlar y sancionar los errores del rival, como ocurri¨® tambi¨¦n en el 0-3. Luis Su¨¢rez tir¨® la contra propiciada por Rober, abri¨® para Alba y su centro fue rematado por Messi.
Repiti¨® el 10 despu¨¦s de una gran jugada de Luis Su¨¢rez y Piqu¨¦ remat¨® el 0-5, ya con Coutinho y Arthur en juego y Rakitic de central por la lesi¨®n de Vermaelen. Muchos nombres y un solista de nombre Messi, autor de tres tantos, asistente en los otros dos, hacedor del d¨ªgito m¨¢gico en el Bar?a: 0-5. La sangre de Messi no es roja, como pareci¨® en Valencia, sino azul, la de un elegido que ahora pelea por ganar LaLiga.
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