Solskjaer, un ¨ªdolo para olvidar a Mou
El noruego, h¨¦roe de la inolvidable Champions de 1999, toma las riendas del Manchester United de manera interina
El primer d¨ªa que lleg¨® a Carrington, ciudad deportiva del Manchester United, se calz¨® las botas para salir al campo de entrenamiento. Los que iban a ser sus compa?eros, sin embargo, se pensaron que era un chaval de la cantera que ten¨ªa el premio de entrenarse con el primer equipo. Minutos m¨¢s tarde, entendieron que no era as¨ª, sino que era un delantero que se relacionaba con el gol como pocos. Era Ole Gunnar Solskjaer (Kristiansand, Noruega; 45 a?os), apodado Baby-face Assasin [El asesino con cara de ni?o] porque era tan imberbe como excepcional revulsivo que marcaba en los momentos m¨¢s cr¨ªticos. Como en la final de la Champions de 1999, cuando el Bayern ten¨ªa la final ganada hasta que Sheringham empat¨® sobre la bocina y, en el ¨²ltimo estertor del duelo, Solskjaer punte¨® un c¨®rner para dar el triunfo al United y, de paso, hacer que Sir Alex Ferguson pasara la cartilla a todas las primeras ediciones de los rotativos, que no aguardaron al desenlace por la exigencia del cierre y dieron como campe¨®n al Bayern. Ahora, el noruego coge las riendas del equipo de forma interina hasta el final del curso tras la defenestraci¨®n de Jose Mourinho.
La relaci¨®n de Mourinho con el United se hab¨ªa erosionado de tal forma que el t¨¦cnico hac¨ªa un par de meses que no se hablaba con nadie de la entidad, ni siquiera con los otros entrenadores del club. La relaci¨®n con el Ed Woodward, vicepresidente ejecutivo, tambi¨¦n estaba rota al igual que con el vestuario a excepci¨®n de sus soldados Lukaku y Matic; tambi¨¦n desgastada con los aficionados, pues la revista We Stand United ¡ªdedicada al club pero independiente en lo econ¨®mico¡ª extrajo el fin de semana pasado que el 80% de los socios quer¨ªan que se marchara. Deseo concedido.
Ahora ha llegado ese futbolista que casi nunca fue titular ¡ªla dupla Cole-York era intratable cuando se trataba de atender a los centros laterales de Giggs y Beckham¡ª, pero que se gan¨® a la afici¨®n con sus goles y comportamiento, siempre con una sonrisa y encantado de ayudar a su querido club, por m¨¢s que de peque?o paseara por las calles de su ciudad natal con una camiseta del Liverpool. Nada que estropeara el cari?o de los red devils como qued¨® demostrado en 2005, despu¨¦s de salir de una grave lesi¨®n de la rodilla que le mantuvo 19 meses parado. Ese d¨ªa, fue convocado por el entrenador del equipo de Reservas, que jugaba ante el Liverpool en Hyde United Stadium (antes compet¨ªa all¨ª el filial). Una cita importante por la rivalidad entre clubes, pero un caos porque en el estadio cab¨ªan 4.000 personas y llegaron unos 15.000 hinchas del United para volverle a ver, todo un guirigay porque hasta el t¨¦cnico Jim Ryan lleg¨® un cuarto de hora tarde por el denso tr¨¢fico que se dio. Y, aunque volvi¨® a jugar con Ferguson, ya nunca m¨¢s volvi¨® a ser el mismo Ole, retirado en 2007 tras cuatro a?os de lesiones.
Se qued¨® en la Academia del United como formador hasta que en 2010 le lleg¨® una oferta por el Molde noruego, donde logr¨® las dos primeras ligas del club, adem¨¢s de una Copa. En 2014, aterriz¨® en el Cardiff gal¨¦s. ¡°Era como un padre para todos, se preocupaba por los detalles y sab¨ªa tratar con los jugadores, a pesar de que era un momento muy malo para el club¡±, relata Juan Cala, exjugador del Sevilla, Cardiff y Getafe, entre otros. Aunque utilizaba el librillo de su maestro Ferguson porque la mitad de los d¨ªas se quedaba en el despacho para seguir el entrenamiento por la cristalera. ¡°Le gustaba el juego en las ¨¢reas¡±, cuenta Cala; ¡°y prefer¨ªa la contra porque no presion¨¢bamos arriba¡±. Un estilo que casa con la filosof¨ªa del United ¡ªaunque tambi¨¦n exige f¨²tbol por los costados¡ª, tan alejada de la propuesta de Mourinho, que antepon¨ªa dejar la porter¨ªa a cero antes que destrozar la contraria.
Solskjaer, el viejo ¨ªdolo, tiene unos meses para reconquistar Old Trafford.
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