Cazorla baja a la tierra al Madrid

Un asturiano de 34 a?os martirizado como pocos por las lesiones en los ¨²ltimos a?os evit¨® que un Madrid destartalado sacara provecho de una jornada para las rebajas con el l¨ªder Bar?a y otros rivales. Cazorla, en su merecida gran jornada tras el que parec¨ªa un calvario eterno, se agigant¨® sobre los de Solari y les dej¨® con un punto de poco alivio. Frente al atrofiado Madrid del segundo tiempo se interpuso Cazorla, corneta de un Villarreal con mucho m¨¢s colmillo que el menguante Real.

No acaba por cuadrarse el Madrid. De nuevo espasm¨®dico. Esta vez en Vila-real, donde pas¨® por distintas fases. De entrada, aturdido por el pedalear del h¨¢bil Chukwueze, un extremo con patines que hizo gripar a Marcelo. En un parpadeo, a los dos minutos, el nigeriano ya se hab¨ªa ganado un duelo esgrimista con Courtois, resuelto por el belga con los pies. Con la p¨¢jara de Marcelo, Chukwueze abri¨® gas de nuevo, conect¨® con Cazorla y el asturiano acun¨® la pelota a la red con un toque combado. Un brindis por Cazorla, de nuevo ese jugador con frac que abrocha el bal¨®n como pocos.

Siete a?os despu¨¦s de que el exinternacional volviera a marcar al Madrid ¡ªantes lo hizo con el M¨¢laga¡ª, Sergio Ramos fue el auxilio de Marcelo, en La Cer¨¢mica un zaguero de garraf¨®n ante el pujante Chukwueze. La escolta del capit¨¢n corrigi¨® un tiempo al Madrid, que arrestado el nigeriano logr¨® el gobierno tras su primera aventura ofensiva. Un calamitoso pase del central ?lvaro deriv¨® en una trenza entre Carvajal y Lucas V¨¢zquez. El centro del gallego lo cabece¨® Benzema en la frontera del ¨¢rea chica. El franc¨¦s tuvo tiempo para rematar de maravilla. Y hasta pudo haberse permitido una siesta suspendido en el aire. No hubo alguacil amarillo que le atosigara.

El empate dio vuelo a los de Solari, agitados por el travieso Lucas, orientados por Modric y dirigidos desde el observatorio de Benzema. Asenjo evit¨® un tanto de Lucas antes de verse a la intemperie frente a un cabezazo lejano de Varane: 1-2. Un rato de lucidez y equilibrio (Casemiro) le permiti¨® al Madrid retorcer el marcador. Entonces irrumpi¨® otro Real, ambulante como es en cada partido. Ni el atrofiado del comienzo ni el autoritario que gir¨® el resultado. Emergi¨® un equipo m¨¢s ensimismado.

Con el Madrid m¨¢s dispuesto al gregarismo para sostener al Villarreal que a descamisarse en tierra contraria, el choque dio otro volantazo. La pelota volvi¨® al cuadro de Luis Garc¨ªa, conjunto con m¨¢s predilecci¨®n por el juego directo que por el f¨²tbol de escuadra y cartab¨®n. Consecuencia de su merma gen¨¦tica. En su brillante historia en la ¨¦lite, el Villarreal siempre tuvo un faro en el eje, fuera Senna, Bruno o Rodri. El submarino se interpretaba a partir de sus medios-centros. Hoy no tiene secuelas y se apa?a como puede con otro andamiaje. Ahora, m¨¢s que de balizar sobre los sennas se cuelga de volantes como Fornals y Cazorla, m¨¢s ¨®ptimos para la sala de espera del ¨¢rea rival que como primera opci¨®n de tr¨¢nsito. Pese a todo, el Villarreal sac¨® de plano al Madrid, sometido en m¨¢s de un periodo. Ni siquiera la entrada de Isco le dio la tutela. El regreso del malague?o a la pasarela fue anticipado por la en¨¦sima lesi¨®n, molestia, dolor, congoja o lo que sea que le ocurra a Bale. Ni la tele, rayos x del f¨²tbol, pudo diagnosticar el motivo de la cojera del gal¨¦s justo antes del descanso.

Llegado el segundo acto, el Madrid reneg¨® de la pelota, como si fuera un molesto artefacto. Nada que ver con el gabinete de futbolistas con gusto por mimar el bal¨®n, caso de Benzema, Isco, Kroos, Modric... Entumecido el Real, su adversario emprendi¨® la carga en campo ajeno. Sin centrocampistas para articular el juego, Luis Garc¨ªa se decidi¨® por la caballer¨ªa y tir¨® de delanteros como Ekambi y Bacca. No hubo sustos para Courtois, pero s¨ª un merodeo casi constante por su periferia. Sin embargo, fue Lucas quien tuvo la mejor oportunidad del segundo tramo antes del 2-2. Tras una cadena de pifias en la retaguardia local, el gallego se present¨® ante Asenjo. Benzema esperaba a un palmo para soplar el gol a puerta vac¨ªa, pero Lucas ret¨® a Asenjo y le sali¨® cruz. Un espejismo. La bandera del duelo era del Villarreal. Y su empe?o tuvo fruto con el inesperado tanto del empate de Cazorla. No porque el asturiano sea un negado ante el gol, suerte que no le ha encumbrado, sino por la ejecuci¨®n. A un globo de Fornals lleg¨® ¨¦l, el de menos techo del partido, para por segunda vez en su carrera marcar de cabeza. Justicia po¨¦tica para Cazorla, de nuevo en la cumbre y en la mejor pasarela, ante el reciente ganador del Mundialito de clubes. LaLiga s¨ª que es un everest y m¨¢xime con el Bar?a a siete puntos.