Rendimiento b¨¢sico, recompensa m¨¢xima
El Atl¨¦tico derrota al Levante con un gol de Griezmann de penalti, en un partido que muestra su falta de filo en ataque
No est¨¢ el Atl¨¦tico en su jugo. No muerde como deber¨ªa, ni empacha como se le espera. Y adem¨¢s se sigue lesionando permanentemente, la ¨²ltima baja la de Savic tras una carrera aparentemente inofensiva. Pero sigue sumando y encaramado a la alto de la clasificaci¨®n. Resultado m¨¢ximo con rendimiento m¨ªnimo. Ante el Levante le salv¨® un penalti, el que convirti¨® Griezmann, seguramente el futbolista menos preparado para un dise?o como el actual, eclipsado este domingo por Correa y Vitolo. Solo por las bandas cedi¨® el Levante, que se top¨® con Oblak, de nuevo capital para los rojiblancos, para no encontrar el premio que merec¨ªa por orden y convicci¨®n. No lo obtuvo en pos del Atl¨¦tico, un cansa almas la mar de eficiente.
ATL?TICO, 1 - LEVANTE, 0
Atl¨¦tico: Oblak; Arias, God¨ªn, Savic (Gim¨¦nez, m. 8), Juanfran; Vitolo (Kalinic, m. 76), Thomas, Rodri, Koke; Correa (Lemar, m. 72), Griezmann. No utilizados: Ad¨¢n, Montero, Toni Moya, Joaqu¨ªn.
Levante: Oier; Jason, Cabaco, Rober Pier, Chema (Coke, m. 46), To?o Garc¨ªa; Campa?a, Vukcevic (Rochina, m. 68), Bardhi; Morales, Roger (Mayoral, m. 68). No utilizados: Aitor Fern¨¢ndez, Doukoure, Moses, Boateng.
Gol: 1-0. M. 57. Griezmann, de penalti.
?rbitro: Prieto Iglesias. Amonest¨® a Jason, Cabaco, Campa?a . ?rbitro VAR: Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez. Anul¨® un gol a Koke por falta previa de Rodri.
Wanda Metropolitano. Unos 56.000 espectadores.
Lo curioso es que el partido comenz¨® para los de Simeone con la llamarada del gol de Koke, apagada despu¨¦s por el VAR. Circunstancia que no dej¨® huella en la moral del Levante y s¨ª en el Atl¨¦tico. Fue como si solo dispusieran de una chispa para crear fuego, y apagado este no hubiera m¨¢s yesca a la que agarrarse. Visto el panorama comprendi¨® entonces el equipo de Paco L¨®pez que la mejor manera de impedir un nuevo incendio le exig¨ªa un ejercicio mayor de empaque, cuya ¨²nica manera de ejecutarse obligaba a un exceso de celo en la marca. Para ello bloque¨® los espacios y cerr¨® las piernas atrapando a su rival.
Ante semejante panorama el tobillo del Atl¨¦tico no giraba lo suficiente. Su juego en corto, fiable pero poco decisivo, le permit¨ªa avanzar a sorbos, sin que al Levante le incomodase del todo. Los acercamientos le parec¨ªan accesibles siempre y cuando la direcci¨®n de todos ellos no rompiera ninguno de los ejes de contenci¨®n. Algo que solo logr¨® Vitolo, decidido a salirse de la horizontalidad imperante, y siempre pendiente de encontrar el hueco entre tanta pierna.
Pero hasta que el canario lograba atrapar la pelota, todo lo dem¨¢s no se sal¨ªa del patr¨®n establecido. Koke, liberado de la batalla central, se mov¨ªa de un lado al otro, pero eran Thomas y Rodri los que se reun¨ªan con mayor facilidad con la pelota. Vukcevic y Campa?a les observaban con cautela, pero como si conocieran todas las variables de su repertorio y nada pudiera sorprenderles. Por momentos el Atl¨¦tico chocaba contra un front¨®n, lo que aument¨® su ansiedad e impacient¨® a Simeone. Algo parad¨®jico, porque ante tan poca creatividad el t¨¦cnico argentino ped¨ªa paciencia, como asumiendo que el libro del Levante ten¨ªa muchas m¨¢s p¨¢ginas de las esperadas.
En medio de semejantes puzzles suele emerger la figura de Correa, un elemento antisistema en muchos aspectos. Bien secundado por Arias, la banda derecha del Atl¨¦tico tambi¨¦n empez¨® a producir. El lateral colombiano se permmiti¨® devolverle las carreras a To?o Garc¨ªa, una de las v¨ªas por las que se desahogaba con soltura el Levante. Hasta Griezmann, acostumbrado a retrasar su posici¨®n cuando las jugadas se anudan, pareci¨® perdido en medio de la lazada, sin generar demasiadas inestabilidad ante una defensa en la que Rober y Chema parec¨ªan observar con comodidad las idas y venidas del franc¨¦s. Lo intent¨® entonces el Atl¨¦tico desde fuera, pero todos sus disparos se marchaban chatos lejos de la porter¨ªa de Oier.
Concebida la imagen y descubiertas las carencias, los rojiblancos se emplearon a fondo en su tarea grupal, la de aunar individualidades entorno a espacios cortos. Nadie mejor que Correa para eso. Tambi¨¦n Vitolo, con ese andar bajo de revoluciones hasta que se suelta la cadena. Comenzaron a padecer los laterales del Levante las llegadas por banda del Atl¨¦tico, m¨¢s todav¨ªa cuando quienes aparec¨ªan por all¨ª no estaban fichados. Lo hizo Thomas cayendo al costado, y su quiebro y posterior centro se top¨® con el brazo anclado al c¨¦sped de Vukcevic. El ¨¢rbitro se?al¨® el penalti y Griezmann lo transform¨® con un golpeo tan potente como colocado.
No cedi¨® terreno el Levante, que dispuso de oportunidades suficientes para dar la vuelta al partido pero Oblak lo impidi¨®. Solo ¨¦l se mantuvo firme ante los corrimientos de tierras que se generaban de vez en cuando. Algo imprescindible cuando arriba se pierde el filo. Y este Atl¨¦tico lleno de cuchillos se ha acostumbrado peligrosamente a ganar a pellizcos.
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