Una, grande, libre: LaLiga

Como cab¨ªa esperar, no ha perdido Javier Tebas la oportunidad de manifestar sus simpat¨ªas hacia Vox, la formaci¨®n de ultraderecha que la semana pasada solicitaba la expulsi¨®n de 52.000 inmigrantes o la derogaci¨®n de leyes contra la violencia machista, promoci¨®n de la igualdad y derechos del colectivo LGTBI. ¡°Si siguen en esta l¨ªnea les votar¨¦¡±, afirm¨® el presidente de LaLiga ante los micr¨®fonos de la Cope, visiblemente feliz por la irrupci¨®n de una opci¨®n pol¨ªtica que parece dispuesta a perpetuar alguna de las conductas m¨¢s preocupantes de nuestra sociedad y, por lo tanto, tambi¨¦n de nuestro f¨²tbol.

¡°No hay homofobia en el f¨²tbol espa?ol. Nos lo habr¨ªan dicho los futbolistas. Por eso no hacemos campa?as¡±. Esa fue la respuesta que recibi¨® por parte de los responsables de la Liga Rub¨¦n L¨®pez, presidente del Observatorio Madrile?o contra la LGTBfobia, miembro de la ejecutiva de Arc¨®poli y antiguo responsable de deportes de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales. Trataba la FELGTB de impulsar, en Espa?a, una jornada similar a la que cada a?o se celebra en la Premier League con el apoyo incondicional de todos los clubes y la propia Federaci¨®n Inglesa: el d¨ªa de los cordones arco¨ªris. La negaci¨®n del problema por parte de LaLiga bast¨® para que la propuesta no tuviese mayor recorrido que la adhesi¨®n particular de tres clubes (Rayo Vallecano, Legan¨¦s, Racing) y un par de futbolistas a t¨ªtulo personal (Koke y Ra¨²l Jim¨¦nez, ambos del Atl¨¦tico de Madrid).

La tibieza de los clubes espa?oles en la lucha contra la homofobia adquiere un nuevo cariz con la irrupci¨®n de Vox y la adhesi¨®n p¨²blica de Tebas a los planteamientos ideol¨®gicos de la formaci¨®n ultraderechista. As¨ª, mientras otras grandes ligas europeas parecen decididas a erradicar de una vez esta lacra ¡ªespecialmente gratificantes resultan los ejemplos de la Bundesliga y la Premier League¡ª, la espa?ola corre el riesgo de convertirse en la punta de lanza del movimiento contrario, un estandarte reconocible y gigantesco bajo el que auspiciar la consecuci¨®n de objetivos tan retr¨®grados como el cercenado de algunos derechos fundamentales. Esta es la imagen de nuestra liga que Tebas exporta con su posicionamiento pol¨ªtico al extranjero, consciente o inconscientemente: una competici¨®n en la que si un estadio canta aquello de ¡°fulanito, maric¨®n¡± el problema es fulanito, no el estadio.

En el verano de 2015 se celebraron las ¨²ltimas elecciones a la presidencia del F¨²tbol Club Barcelona y a ellas se present¨® Joan Laporta enarbolando varias banderas, entre ellas la del independentismo catal¨¢n. No tard¨® Javier Tebas en saltar a la palestra para recordar al candidato el car¨¢cter universal del club y recalcar que, en su opini¨®n, ¡°el Barcelona deber¨ªa estar por encima de reivindicaciones pol¨ªticas¡±. Hoy, tras sus ¨²ltimas declaraciones, Javier Tebas lo ha situado por debajo de las suyas ampar¨¢ndose en una libertad de expresi¨®n con la que no siempre parece estar de acuerdo. Tambi¨¦n a los dem¨¢s clubes que la conforman, todos ellos prisioneros de un silencio que hiere tanto ¡ªo m¨¢s¡ª que las proclamas de Tebas. ¡°?Una, grande, libre: La Liga!¡±, estar¨¢n barruntando, a esta misma hora, una legi¨®n de avezados publicistas.