Zurdo y del Athletic

Hay veces que no se sabe si un equipo es bueno y por eso tiene grandes relatores o si, por el contrario, es precisamente al contrario: como tiene quienes relaten sus gestas de forma magistral, parece mejor de lo que realmente es. El Athletic de Bilbao es un buen ejemplo del t¨¦rmino medio de ambas opciones. Una generaci¨®n de cronistas creci¨® en torno a sus ¨¦xitos, su m¨ªstica y su defensa de la tradici¨®n. Ahora, en ¨¦poca de escasez de t¨ªtulos, defienden con la escritura el legado, manteniendo la magia que rodea al equipo vasco.

En Un sovi¨¦tico en la Catedral (Libros del K.O.), el periodista Eduardo Rodrig¨¢lvarez recompone los primeros a?os de una pasi¨®n y una profesi¨®n que se entremezclan. En una ciudad en la que todos los ni?os y ni?as llegan al mundo siendo del Athletic reconforta saber que esa filiaci¨®n se extiende por numerosos lugares de Espa?a y del mundo. Algo tendr¨¢ el club de San Mam¨¦s.

Rodrig¨¢lvarez quer¨ªa ser zurdo y jugar en su equipo del alma. En pleno franquismo, hab¨ªa jugadores que dec¨ªan que la pierna diestra estaba ¡°para subir al autob¨²s¡±, o que eran ¡°zurdos de las dos piernas¡±. Luego ya estaban la supuestas cualidades de la pierna izquierda: que si son m¨¢s t¨¦cnicos, menos temperamentales o que le pegan mejor porque tienen el coraz¨®n en ese lado.

Toda conversi¨®n a una religi¨®n necesita una epifan¨ªa. La suya lleg¨® con un gesto que demostr¨® el gran cronista que estaba por llegar. San Mam¨¦s celebraba un gol de Arieta I, pero el peque?o Rodrig¨¢lvarez preguntaba por otro jugador. ?Qui¨¦n era aquel zurdo que hab¨ªa sacado de su repertorio un pase con el tac¨®n, intuyendo que detr¨¢s ven¨ªa su compa?ero? Era Fidel Uriarte.

El libro es, tambi¨¦n, una defensa del sentimiento por los equipos locales, que tienen que pelear en condiciones desiguales con multinacionales del balompi¨¦. El Athletic, con todo, ha logrado aguantar relativamente bien. Se lo debe, en parte, a los que, como Rodrig¨¢lvarez, han sabido captar las esencias del club. Y transmitirlas de forma que los j¨®venes puedan entender que la grandeza no est¨¢ solo en ganar.