El Bar?a gana la Copa del ¡®VAR¡¯

Copa del Rey - final - jornada 1As¨ª fue

Real Madrid

93 94

Finalizado

Bar?a

El Barcelona conquist¨® su 25? Copa del Rey tras derrotar al Real Madrid en su pista en una final memorable resuelta con una pr¨®rroga delirante. Despu¨¦s de 45 minutos trepidantes ¡ªcon parciales de ida y vuelta en el tercer y cuarto cuartos, con una canasta milagrera de Llull para forzar el tiempo extra, con Heurtel ejerciendo de MVP (22 puntos), con drama y pol¨¦mica en la recta de meta, con una falta clamorosa de Randolph a Singleton que no se pit¨®, y con una revisi¨®n crucial de los ¨¢rbitros que anul¨® un tap¨®n legal de Randoplh a Tomic a un segundo del final¡ª el capit¨¢n azulgrana alz¨® el t¨ªtulo al cielo de Madrid. Una Copa con VAR (Instant Replay) y con un efecto psicol¨®gico, por la forma y el lugar, que consolida el rearme azulgrana con la f¨®rmula Pesic ante el hace poco inabarcable equipo de Laso para los cul¨¦s. Los azulgrana revalidaron as¨ª la conquista de la temporada pasada en Las Palmas y, de paso, equilibraron el marcador de t¨ªtulos coperos de la ¨²ltima d¨¦cada: cinco para cada uno de los dos grandes del baloncesto espa?ol, reyes de un duopolio incontestable. El embrujo copero de Pesic volvi¨® a triunfar.

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Las im¨¢genes del encuentro

La psicolog¨ªa y el baloncesto se mezclaron en una puesta en escena intensa de los azulgrana y ansiosa de los madridistas que marc¨® tendencia. Dominando el rebote y con un 6 de 8 de salida en tiros de campo, los de Pesic tomaron la iniciativa (7-14, m. 5). No pas¨® de ah¨ª la m¨¢xima en la primera mitad. Cort¨® el parcial Randolph con cinco puntos consecutivos que sirvieron para poner en valor la agitaci¨®n de Campazzo. Pero la suma de Claver y Tomic ten¨ªa m¨¢s influencia sobre el juego y, a pesar, de las primeras apariciones de Ay¨®n en la pintura, el asalto inicial se lo apunt¨® el Bar?a (16-20).

Apret¨® los dientes el Madrid para agarrarse al partido y al marcador y lo consigui¨® con una canasta de Ay¨®n sobre la bocina del descanso (35-35, m. 20). En la s¨ªstole y di¨¢stole de quintetos se equilibraron las fuerzas y la contabilidad. Pero las sensaciones estaban del lado azulgrana, m¨¢s acostumbrado que su enemigo a moverse entre la espesura.

Mejor¨® el Madrid su velocidad de reacci¨®n tras el descanso, con Causeur como factor diferencial. El franc¨¦s se prob¨® el traje de la final de la Euroliga y espole¨® a los suyos con intensidad, dinamismo y cinco puntos estrat¨¦gicos que sirvieron a los de Laso para armar un parcial de 10-4 ante un Bar?a atascado. Campazzo transform¨® las prisas en v¨¦rtigo y los blancos comenzaron a desatar su estilo. El Facu entr¨® en ebullici¨®n, conect¨® con Ay¨®n y lleg¨® la tormenta madridista, que arreci¨® tras el segundo triple de Causeur.

La defensa madridista y el ambiente del Palacio atribularon a los azulgrana que entraron en barrena mientras el Madrid afilaba el colmillo hasta el +17 (58-41, m. 29). El balance de da?os del tercer cuarto para el conjunto de Pesic fue de 25-11 en el tanteador, con cinco minutos sin anotar y un 4 de 12 en tiros de campo. El Bar?a se present¨® en la recta de meta con una desventaja similar a la que estuvo a punto de remontarle el Madrid hace un a?o en Las Palmas. Y, mejorando el precedente, se lanzaron a tumba abierta a por la final.

Los azulgrana remontaron a bocados, con cuatro triples consecutivos, un dos m¨¢s uno de Heurtel y dos puntos m¨¢s del base franc¨¦s para sellar una sacudida monumental de 0-18 en menos de cinco minutos. Del 61-46 al 61-63. El Madrid pas¨® de la fiesta al div¨¢n sin soluci¨®n de continuidad y con la obligaci¨®n de escapar r¨¢pidamente del trauma.

Fueron Causeur y Llull los que rompieron el miedo ante la fatigada defensa azulgrana. Pero, tras recuperar el resuello, Heurtel recuper¨® el mando de su equipo, del partido y del marcador (73-76, m. 39). Campazzo exprimi¨® su umbral de sufrimiento para contener al MVP azulgrana primero y para encaminarse despu¨¦s al tiro libre, tras recibir una falta de Hanga desde el 6,75, con la responsabilidad de anotar los tres lanzamientos para empatar. Fall¨® el tercero y fue Claver el que midi¨® su pulso en el aro contrario. Con un fallo y un acierto dej¨® el marcador en 75-77 con cuatro segundos para el Madrid. Suficientes para que Llull rescatara su ¨¦pica y forzara la pr¨®rroga con otro tiro milagrero sobre la bocina.

El tiempo a?adido fue una oda a la pasi¨®n y el drama. Una tanda de penaltis que se desarroll¨® en la l¨ªnea de tiros libres antes de resolverse a campo abierto y en la que el Madrid qued¨® de nuevo abocado a la ¨¦pica tras una p¨¦rdida de bal¨®n y un triple fallado por Llull. Tomic machac¨® acto seguido ante Ay¨®n y puso al Bar?a tres arriba a falta de 40 segundos. El triple de Campazzo se estrell¨® contra el aro y Singleton estir¨® la renta (87-92 a 21s del final). Anot¨® Randolph de tres, se sali¨® el intento de aro pasado de Singleton ante el propio Randolph y, mientras todo el banquillo azulgrana reclamaba la clamorosa falta del madridista -que empuj¨® primero y golpe¨® despu¨¦s en la cabeza al rival-, Carroll cruz¨® la pista para poner al Madrid un punto arriba con un dos m¨¢s uno que parec¨ªa definitivo.

Le quedaban cuatro segundos al Bar?a y se la jug¨® Tomic bajo el aro. El tap¨®n de Randolph fue declarado ilegal tras la revisi¨®n en el Instant Replay y los de Pesic comenzaron a celebrarlo. El bal¨®n hab¨ªa tocado el aro antes que el tablero. Era rebote legal, no tap¨®n ilegal. A la final le quedaba aun un segundo y el triple de Llull desde su pista vol¨® con intenci¨®n pero sin premio. El delirio acab¨® en fiesta azulgrana. Con tecnolog¨ªa y sin ella, los ¨¢rbitros se equivocaron en las dos acciones decisivas de la final. Dos errores que bajo el an¨¢lisis azulgrana hac¨ªan justicia entre s¨ª y desde la ¨®ptica madridista multiplicaban la injusticia de hace un a?o. Sigue la maldici¨®n del anfitri¨®n. Ning¨²n equipo gana la copa ante su p¨²blico desde 2002.