Italia vende cara su vig¨¦sima derrota seguida en el Seis Naciones
Irlanda remonta (16-26) tras un gran esfuerzo de los locales, que se reivindican pese a la mala din¨¢mica
Dio la talla Italia con Sergio Parisse, su gran capit¨¢n, en la grada y legitim¨® el mensaje que lanza su rugby: los resultados no ilustran el trabajo a fuego lento de los clubes locales. Irlanda tuvo que sudar en Roma para mantener sus opciones de revalidar el t¨ªtulo y propinar a Italia su vig¨¦sima derrota seguida en el torneo, desde que ganar¨¢ en Edimburgo en 2015. Su seleccionador, el exjugador irland¨¦s Conor O'Shea, solo conjuga el verbo perder en sus 13 partidos del torneo al frente de un proyecto del que asegura resultados para un pa¨ªs m¨¢s forzado a reivindicar su derecho a estar en el club que tutear a selecciones centenarias.
La ¨²nica victoria italiana ante Irlanda en el torneo, en 2013, fue una cumbre para los Azzurri, que hab¨ªan perdido sus tres ¨²ltimos duelos ante el XV del Tr¨¦bol por una media de 38 puntos. El arranque apuntaba a un gui¨®n de sobra conocido en el Ol¨ªmpico. Un par de ensayos r¨¢pidos de los irlandeses y fallos de concentraci¨®n locales. Abr¨ªa la cuenta el segunda Roux, posando contra el poste una secuencia bien construida por la delantera. Y abr¨ªa hueco Stockdale, que recogi¨® junto a la banda un bal¨®n extraviado por varios jugadores locales tras un saque de centro muy corto de Sexton. Tras el desprop¨®sito local, el pichichi de la edici¨®n anterior activ¨® los propulsores y puso un 3-12 que bien pudo servir de anestesia.
No fue as¨ª e Italia se reh¨ªzo con un cuarto de hora may¨²sculo. La batuta la llev¨® el medio-mel¨¦ Tito Tebaldi, un treinta?ero sin grandes tardes de gloria. Subi¨® el tempo de sus delanteros y revolucion¨® el partido, requisito necesario ante el mejor engranaje en est¨¢tico del mundo. El XV del Tr¨¦bol baj¨® su intensidad y se vio apagando contragolpes. Sin Rory Best, el capit¨¢n que pone en juego el bal¨®n desde la banda y que descansaba por segunda vez en nueve a?os de torneo, la touch visitante adolec¨ªa. As¨ª las cosas, el zaguero Hayward caz¨® un saque demasiado largo para romper la retaguardia irlandesa y que Padovani aprovechase el desequilibrio para ensayar a placer.
No despert¨® el error a las huestes irlandesas. Conor Murray, el medio-mel¨¦ con m¨¢s cartel de la actualidad, se confi¨® y vio como Tebaldi le arrebata el bal¨®n de las manos. El alocado 9 italiano pate¨® feliz al contragolpe y sus compa?eros continuaron la secuencia, con Allan salvando a ciegas el oval antes de salirse de la banda. El balance defensivo irland¨¦s no fue suficiente y el esforzado gesto de Morisi vali¨® el ensayo que volteaba el marcador para una Italia que, aun as¨ª, lament¨® al descanso las dos patadas de conversi¨®n falladas por Allan (16-12).
Pese a sus nervios ¨Cun saque de Sexton que no lleg¨® siquiera a la l¨ªnea de 10 metros o un fallado de manos de un tipo de garant¨ªas como Rob Kearney¨C Irlanda se agarr¨® a su socorrida delantera para cocinar un ataque a fuego lento que defendi¨® brava Italia hasta de que el endiablado Earls se escabull¨® driblando rivales rumbo al ensayo. No fue terapia suficiente. Italia empezaba a ceder terreno y protagonizar su frecuente sangr¨ªa de golpes de castigo, pero Irlanda lleg¨® al cuarto de hora final con el partido en tres puntos.
Los visitantes de otro de sus comodines, su maul. La plataforma arrollar¨ªa a los italianos, que hicieron todo lo posible por derribarla, hasta levantar del suelo a O¡¯Mahony. Murray, el portador del oval, ensay¨® y maquill¨® un partido gris. Irlanda se fue de Roma con el punto bonus de cuatro ensayos pero ya no tendr¨¢ opciones de competir con Inglaterra en el average en caso de empate a puntos, as¨ª que el tortuoso camino irland¨¦s para repetir t¨ªtulo pasa por ganar a Francia y Gales y esperar que los ingleses tropiecen ante Italia o Escocia.
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