El Madrid se cuelga del VAR

Penalti a penalti, el Real Madrid a¨²n cuelga de LaLiga. Ante el Levante, apenas dej¨® alg¨²n rastro futbol¨ªstico. Su juego gris no tuvo discusi¨®n. Todo lo contrario que con el peritaje arbitral, que dejar¨¢ mucho palique. No por el claro primer penalti, sino por el segundo y crucial. El ¨¢rbitro sentenci¨® de forma instant¨¢nea y precipitada lo que pareci¨® una patada al aire de Doukour¨¦ que hizo desplomarse exageradamente a Casemiro. Sus colegas del VAR no le corrigieron. Con o sin rayos x televisivos, los embrollos se multiplican.

Santiago Solari no quiso que el duelo con el Levante fuera un apeadero cualquiera ante los dos cl¨¢sicos semanales que se le avecinan al Madrid. El t¨¦cnico argentino envid¨® con sus principales pretorianos, salvo Ramos, sancionado. Una forma de cachear a su primer pelot¨®n, de evaluar a quienes parten en la pole frente al Bar?a. El resultado fue decepcionante. El Madrid, chato y borroso, pas¨® por el partido como un equipo pacato, sin gracia, consumido por un ordinario vaiv¨¦n de la pelota. Lo contrario que el Levante, un conjunto faldicorto, tan expansivo a partir de sus desenvueltos centrocampistas como quebradizo en su zaga. Amodorrado el Madrid sobre el pesadote c¨¦sped levantino ¡ªcon el bal¨®n paralizado sobre la artificialmente encharcada hierba¡ª, la trama la manejaron Rochina, Campa?a y Bardhi, con el atl¨¦tico Simon carga que carga sobre Reguil¨®n y Roger como punto final.

Al Real solo le daban carrete las pifias de los escoltas defensivos granotas. Y tambi¨¦n encontraba alivio en la aciaga noche de Roger durante una hora. El chico suele ser el jugador terminal del Levante, pero esta vez, hasta el tanto del empate, le marcaron dos gatillazos. Primero con un remate al poste izquierdo de Courtois tras una peinada de Rober Pier en un c¨®rner. Luego, tambi¨¦n antes del intermedio, con un mano a mano con el portero belga que el ariete local cerr¨® con otro tiro al poste. Este lleg¨® segundos despu¨¦s del 0-1.

El equipo visitante no daba puntadas con Modric y Benzema. Pero encontr¨® el hilo. Se lo dio Bardhi, rajado ante un centro rutinario de Modric. El macedonio temi¨® por su cara y puso el brazo como escudo. Penalti, con o sin VAR. Lleg¨® el chivatazo al ¨¢rbitro, que ech¨® un vistazo al monitor, conden¨® al Levante y Benzema hizo capitular a Aitor Fern¨¢ndez. De la nader¨ªa: 0-1. En el Madrid, el ¨²nico imprevisto era Vinicius, con sus camaradas momificados, sin dicha y poca rebeld¨ªa. Sin que sirva de coartada, el tuneado c¨¦sped en nada ayud¨® a unos y otros. La pelota no obedec¨ªa y su tr¨¢nsito era tan tedioso como el del propio Madrid.

No se amedrent¨® el Levante, que madrug¨® en el segundo acto con Roger de nuevo al frente. En un suspiro, el Levante pill¨® a su adversario en la Luna y su goleador se revolvi¨® de maravilla e hizo esmerarse a Courtois. No se rindi¨® Roger, que a la hora, con un toque sutil y nada sencillo, estamp¨® el bal¨®n en la red tras un centro de Morales.

Bale, gol sin celebraci¨®n

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Las im¨¢genes del partido

A partir del empate los duelos fueron a¨²n m¨¢s elocuentes: Vinicius contra el Levante, el Levante contra el Levante y la mala hierba contra todos. Al novel Vinicius se le podr¨¢ achacar su poca percha con el gol, no su capacidad para estirar al equipo, para darle aire con su optimismo. El brasile?o no se arruga ni a tiros, envida en cada jugada. Aitor le frustr¨® el 1-2 cuando Solari ya agitaba al equipo desde la banda. Se marcharon Kroos y Benzema, ambos de puntillas por la jornada. Irrumpi¨® Bale, que cerr¨® el marcador y dio el cante.

En pleno pulso, con un Madrid algo m¨¢s equilibrado, Doukour¨¦ dio un puntapi¨¦ al aire y Casemiro pareci¨® sufrir una muerte transitoria. El ¨¢rbitro, sin esperar al soplo del VAR, decret¨® penalti. Sus colegas de la tele no le rectificaron, por lo que el hombre esta vez ni ech¨® un vistazo al monitor. De haber existido, el lev¨ªsimo roce del granota al brasile?o no pareci¨® merecer semejante castigo para el conjunto de Paco L¨®pez. Bale anot¨® y se sacudi¨® a Lucas cuando el gallego le quer¨ªa dar el abrazo correspondiente. Sus desaires al p¨²blico o los compa?eros no le dar¨¢n la titularidad que reclama con m¨¢s gestos censurables que m¨¦ritos deportivos.

Desfondado por la decisiva decisi¨®n arbitral, al encomiable Levante no le dio para m¨¢s. Ni siquiera cuando Nacho fue expulsado. El cuadro local ya estaba afeitado mientras el Real Madrid brindaba por un triunfo que irrit¨® a los azulgrana y result¨® anest¨¦sico para los visitantes ante la doble raci¨®n con el Barcelona que le espera.