Carvajal: ¡°Llevamos una temporada de mierda¡±
El lateral reconoce la frustraci¨®n del Madrid tras el 1-4 y la grada se salpica de pa?uelos y de hinchas indignados. "?Florentino, dimisi¨®n!"
El a?o uno de la era del VAR ha acabado en ba?o para el Real Madrid. El Ajax, equipo decididamente biso?o en la gesti¨®n del partido, se qued¨® dormido tras meter alegremente el 0-2. En lugar de seguir apretando, contemporiz¨® sin convicci¨®n. El par¨®n dio alguna esperanza de supervivencia al vigente triple campe¨®n sucesivo de la Champions. En cierta forma, toda la trama gir¨® alrededor del minuto 65. El instante en que el ¨¢rbitro F¨¦lix Byrch convalid¨® el golazo de Tadic tras consultar al VAR durante cuatro minutos. El banquillo del Madrid reclam¨® que la pelota hab¨ªa salido fuera del campo en el transcurso de la jugada. Las c¨¢maras del videoarbitraje no lo dejaron claro y el gol subi¨® al marcador. Fue la se?al el¨¦ctrica del Armaged¨®n.
El fin de los tiempos se precipit¨® sin estridencias. La complexi¨®n de armario, la zancada pesada, y un aire de autocomplaciente suficiencia, como de turista aburrido, no hizo pensar en Matthijs de Ligt como el intimidante caudillo invasor que amenazar¨ªa al Madrid en su empresa de defender el 1-2 de ?msterdam.
El capit¨¢n De Ligt, el defensa central menor de 20 a?os que m¨¢s expectaci¨®n ha despertado entre los ojeadores del mundo, sali¨® al campo en un clima de aparente sopor social. En Chamart¨ªn solo se escuchaba el canto de los 4.000 holandeses apostados en el fondo norte. Los abonados estaban mudos como piedras en sus butacas. Todos vestidos de un blanco nuclear, los disciplinados miembros de la grada oficial de animaci¨®n parec¨ªan una congregaci¨®n de monaguillos asustados. El clima favorec¨ªa al Ajax. Tanto que su imberbe capit¨¢n no tuvo ni que aparentar caudillaje para dirigir a su equipo de j¨®venes entusiastas. El Madrid se desintegr¨® ante la mirada distra¨ªda del chico que los viejos aficionados se?alan como el sucesor de Koeman.
El Ajax comenz¨® por invadir el campo contrario conectando el juego a una velocidad impresionante. El jugador que llevaba la pelota siempre encontraba un compa?ero que le ofrec¨ªa un apoyo. Los centrocampistas se mezclaban con los atacantes y sin superponerse. Se multiplicaban las l¨ªneas de pase para De Jong, Sch?ne, De Beek y Tadic. El bal¨®n viajaba en trayectos horizontales y verticales a un ritmo tal que impon¨ªa una respuesta muy en¨¦rgica y ordenada. Exactamente lo que el Madrid nunca tuvo esta temporada. Sin capacidad de reacci¨®n y sin Ramos para quitarle el miedo a sus colegas, los jugadores blancos no llegaban a ninguna pelota dividida. Con un orden progresivamente degradado por el peso de las piernas, se esforzaban por meter el pie y quitarle la pelota al rival pero la maniobra siempre se desarrollaba medio segundo tarde. Desde Carvajal a Reguil¨®n, el pelot¨®n se ahogaba en la orilla.
Agotamiento f¨ªsico
Pocas circunstancias provocan m¨¢s desaz¨®n en un futbolista acostumbrado a dominar los partidos como estos sacrificios in¨²tiles. Ejemplar por su fragilidad psicol¨®gica, el aristocr¨¢tico Toni Kroos ten¨ªa todas las papeletas para pisar el cepo. Como Casemiro y Modric, hab¨ªa acabado el ¨²ltimo cl¨¢sico agotado, sin posibilidades de recuperarse f¨ªsicamente, seg¨²n los t¨¦cnicos. En el minuto siete, entre Ziyech y Tadic le robaron la pelota y fabricaron el 0-1.
Lo anunciaban los directivos del Madrid desde hac¨ªa meses. ¡°Aqu¨ª las horas previas a los partidos se viven con una angustia desconocida¡±, dec¨ªa un testigo del palco. ¡°Sabemos que este equipo tarde o temprano se va a despe?ar. Solo podemos esperar que eso suceda lo m¨¢s tarde posible¡±.
Con el 1-4 en contra aparecieron los pa?uelos en la grada. ¡°?Florentino dimisi¨®n!¡±, cantaban grupos aislados de seguidores. En lo alto del ¨²ltimo anfiteatro, los hinchas ajacied entonaban su alegre despedida tras una larga jornada cervecera entre la Plaza Mayor y la Puerta del Sol. Ni ellos olvidaban lo bien que le vino al Ajax la ausencia de Sergio Ramos por sanci¨®n, tras recibir una amarilla que ¨¦l mismo provoc¨® en Amsterdam: ¡°Ramos bedankt, Ramos bedankt, Ramos, Ramos, Ramos bedankt...!¡± (¡°Gracias, Ramos¡±).
Sin reservas en el dep¨®sito de energ¨ªa tras los extenuantes cl¨¢sicos de la semana pasada, los jugadores se condenaron a la agon¨ªa. ¡°La temporada est¨¢ acabada para nosotros¡±, zanj¨® Carvajal, llorando camino del vestuario. ¡°Llevamos una temporada de mierda. El 0-3 nos ha matado¡±.
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