El mismo Zidane escueto y carism¨¢tico
El entrenador franc¨¦s se reencuentra con la plantilla del Madrid con un discurso simple y sencillo. "No hay pasado, empezamos de cero", les dijo
El reloj marcaba las 9.00 cuando el coche de Zinedine Zidane traspas¨® ayer la barrera de la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Su segunda etapa al frente del banquillo blanco estaba a un par horas de comenzar. Dos d¨ªas despu¨¦s de ser presentado como el sustituto de Santiago Solari, el t¨¦cnico franc¨¦s dirigi¨® su primera sesi¨®n de entrenamiento con la vista puesta en el duelo del pr¨®ximo s¨¢bado ante el Celta (16.15) en el Bernab¨¦u.
Su efecto en la plantilla, seg¨²n revelan fuentes pr¨®ximas al vestuario, fue inmediato. Antes de saltar al c¨¦sped de Valdebebas, salud¨® de manera individual a todos los integrantes del plantel y dio su primera charla. Ah¨ª comprobaron que era el mismo Zidane que renunci¨® al cargo hace 287 d¨ªas. Se mostr¨® tan escueto y carism¨¢tico como siempre. Cuentan que el discurso que ofreci¨® fue breve y sin ¡°frases para la posteridad ni escenas de pel¨ªculas¡±.
No es Zizou un tipo grandilocuente en sus puestas en escena, pero la simple llegada de una figura de su talla result¨® suficiente para inyectar una dosis fuerte de ¨¢nimo en un grupo que viv¨ªa alica¨ªdo con Solari. ¡°Todo muy sencillo, muy elegante, muy simple, muy cortito¡±, apuntan desde el club. Se evit¨® el dramatismo, el ambiente fue de optimismo y se marc¨® el objetivo de no mirar atr¨¢s, ni siquiera al atr¨¢s del propio Zidane. ¡°No hay pasado. Comenzamos de cero¡±, cuentan que dijo el t¨¦cnico.
Pero inevitablemente su llegada este mi¨¦rcoles, dicen, fue como un dejav¨² para muchos jugadores. La sensaci¨®n que les provoc¨® fue similar a la que sintieron cuando apareci¨® por primera vez en su vestuario tras el despido de Rafa Ben¨ªtez, el 5 de enero de 2016. La confianza y credibilidad que ten¨ªa el preparador espa?ol por parte de la plantilla era tan escasa como la brindada a Solari.
Despu¨¦s del primer acercamiento en la caseta, Zidane y sus muchachos saltaron al verde. Volvi¨® a reunirlos unos minutos junto a sus cuatro ayudantes: Antonio Pintus, el preparador f¨ªsico que contrat¨® en el verano de 2016, David Bettoni y Hamidou Msaidie, los dos asistentes que le acompa?aron tambi¨¦n en su primer periodo, y Roberto V¨¢zquez, el preparador de porteros, la ¨²nica novedad respecto a su anterior equipo de trabajo (en lugar de Lluis Llopis).
Presi¨®n por la futura revoluci¨®n
Ataviado el t¨¦cnico con una gorra blanca y azul, los chicos volvieron a percatarse de que los m¨¦todos de entrenamiento ser¨ªan similares, con Zidane participando activamente en unos ejercicios sencillos y amenos, con poca carga estrat¨¦gica. Ah¨ª sucedi¨® algo sorprendente para los protagonistas. Revelan que la din¨¢mica dio un giro de 180 grados. Todo flu¨ªa de manera autom¨¢tica y cosas que en estos nueve meses no les sal¨ªan y provocaban cierta frustraci¨®n en los jugadores, ahora funcionaban.
Pero la llegada de Zidane no solo ha provocado un ambiente m¨¢s calmado y optimista en Valdebebas. Los futbolistas tambi¨¦n acogen su retorno con cierta presi¨®n. Son conscientes de que acometer¨¢ una revoluci¨®n deportiva en verano y que ello supondr¨¢ el traspaso o la cesi¨®n de muchos de ellos. Cuentan fuentes pr¨®ximas al vestuario que la semana pasada el grupo ten¨ªa la sensaci¨®n de que Zizou rechazar¨ªa un ofrecimiento del presidente Florentino P¨¦rez.
Que finalmente aceptara regresar les hace creer que el dirigente le ha dado plenos poderes para decidir la confecci¨®n de la plantilla de cara al pr¨®ximo curso. Por ello, su llegada, adem¨¢s de generar otro ambiente, ha provocado un aumento en la tensi¨®n competitiva pese a la instrescendia de los 11 duelos ligueros restantes. Los jugadores se juegan el puesto; Zidane manda.
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