El Real Madrid cae ante el Baskonia

El Buesa Arena tiene magia cuando el Baskonia est¨¢ con chispa, sea quien sea el rival. Ante un Real Madrid menos comprometido que otras veces, c¨®modo, clasificado ya para los cuartos de final de la Euroliga, sac¨® las fuerzas que le faltaron dos d¨ªas antes en Atenas, y a falta de dos jornadas est¨¢ a pr¨¢cticamente una victoria de clasificarse, algo que en los comienzos de la competici¨®n, con cambio de entrenador incluido, parec¨ªa muy lejano.

La contundente victoria del deshauciado Gran Canaria frente al Olympiakos le hab¨ªa dado un margen al Baskonia, que se jugaba el cocido frente al Real Madrid. Le otorgaba una vida extra en la lucha por la siguiente fase, as¨ª que salt¨® a la cancha con m¨¢s tranquilidad que si se lo jugara a cara y cruz, pero sin confianzas.

El equipo vitoriano comenz¨® bien. Era el Real Madrid el que parec¨ªa m¨¢s responsabilizado ¨Csin estarlo¨C, por tener que conseguir una victoria y las imprecisiones del primer cuarto le penalizaron. Los hombres de Laso, una vez m¨¢s en su casa de toda la vida, no acabaron de coger nunca el ritmo. Ni siquiera los, otras veces, medicinales lanzamientos triples de Sergio Llul, que acabar¨ªa el partido con cinco puntos y muy poco protagonismo, funcionaron en la primera parte.

Con un Poirier s¨®lido, el Baskonia fue trabajando un partido rocoso e inc¨®modo para el Real Madrid. Marcelinho Huertas tom¨® la responsabilidad de empujar al equipo, aunque se equivoc¨® en una protesta airada que acab¨® en una t¨¦cnica que fulmin¨® una ventaja de siete puntos y dio aire al equipo blanco. Sin embargo, el Real Madrid no alcanz¨® a aprovechar esa ventaja. Al descanso, el Baskonia ganaba por tres puntos (39-36), sin perder nunca la diferencia a su favor. Pablo Laso no pon¨ªa pegas al ataque de su equipo, pero urg¨ªa a los suyos a apretar a Poirier en el rebote, algo que no consiguieron casi nunca.

En el comienzo de la segunda mitad, el equipo vitoriano sali¨® desatado. En pocos minutos alcanz¨® una ventaja importante, que trat¨® de administrar. En el Real Madrid aparec¨ªa Carroll de vez en cuando, otras veces Ayon, y con eso intentaban sujetar al Baskonia. Tal vez el ¨²nico que siempre mantuvo el nivel fue Thompinks, que acab¨® con buenos n¨²meros en el lanzamiento, pero parco en el rebote y sin encontrar ayuda.

Al ¨²ltimo cuarto, los vitorianos se presentaron con once puntos de diferencia, que contra el equipo de Laso nunca es demasiado. Tiene mucho fondo de armario el Madrid como para desinflarse con diez minutos por delante, y lleg¨® a asustar cuando se puso s¨®lo a tres y con muchos minutos por jugar, pero volvi¨® a aparecer la figura colosal de Vincent Poirier, que dio un recital en los minutos finales junto a Vildoza. Entre los dos se merendaron a un Madrid desesperado, intentando la her¨®ica. El pivote franc¨¦s del Baskonia acab¨® con una valoraci¨®n de 30, despu¨¦s de anotar 19 puntos y coger 16 rebotes, nueve de ellos en ataque. Los diez puntos de diferencia del marcador final, fueron un reflejo de las ganas que pusieron unos y otros. Al Real Madrid no le rent¨® salir relajado.