El Atl¨¦tico regresa de las cavernas

Olvidados los sue?os europeos, anestesiada LaLiga por el reinado de Messi, que gobierna desde su trono azulgrana, al Atl¨¦tico de Madrid solo le resta conseguir el simb¨®lico trofeo del segundo clasificado, es decir, el primero entre los perdedores, que se puso en duda despu¨¦s de su err¨¢tico comportamiento en San Mam¨¦s frente al Athletic, pero que volvi¨® a reivindicar en Mendizorroza, superados los traumas de la eliminaci¨®n en Champions. El paso del tiempo cura las heridas rojiblancas y el equipo de Simeone empieza a salir de las cavernas con un triunfo revitalizante frente a un rival desconocido.

Descifrar las claves del Alav¨¦s suele ser un complicado ejercicio de paciencia y habilidad. La combinaci¨®n que ha elegido Abelardo para su caja fuerte ha resultado inexpugnable para la gran mayor¨ªa de quienes han intentado abrirla esta temporada, pero el Atl¨¦tico decidi¨® emplear el expeditivo m¨¦todo del butr¨®n. Un par de agujeros y listo. El bot¨ªn rumbo al Metropolitano. Le cost¨® once minutos abrir el camino, pero en ese lapso ya se hab¨ªa comprobado que las paredes eran fr¨¢giles.

Sali¨® al trantr¨¢n el Alav¨¦s, amag¨® con ser parsimonioso tambi¨¦n el Atl¨¦tico, pero ten¨ªa otras intenciones. Ya en el minuto tres, un pase filtrado a Sa¨²l encontr¨® el primer agujero en el muro albiazul, su disparo a bocajarro encontr¨® el cuerpo de Pacheco. El segundo ya no tuvo respuesta. Griezmann filtr¨® el bal¨®n a la izquierda y all¨ª apareci¨® el futbolista ilicitano para fusilar entre las piernas al portero local.

Seis minutos m¨¢s tarde, Diego Costa busc¨® y encontr¨®, en la frontal del ¨¢rea, otro hueco por el que colarse. Recibi¨® de Koke. La par¨®, se dio la vuelta y la coloc¨® pegada al palo, sin encontrar ninguna reacci¨®n defensiva. Golpe¨® tan tranquilo; celebr¨® tan incr¨¦dulo, que parec¨ªa no darle valor a un golazo que abr¨ªa una brecha superlativa, a favor de un equipo que habitualmente se blinda todav¨ªa m¨¢s que su rival. Hackearlo es pr¨¢cticamente imposible.

Abelardo hab¨ªa estimado que se encontrar¨ªa un partido ¨¢spero, m¨¢s de lo habitual, as¨ª que situ¨® a Manu Garc¨ªa, que vale para un roto o un descosido, en medio campo, y en el ataque, junto a Calleri, que jug¨® en Boca Juniors y no se asusta por nada, puso a John Guidetti, un guerrillero del ¨¢rea, para enfrentarse al d¨²o uruguayo de centrales colchoneros. Descabalg¨® a Inui y Borja Bast¨®n en bien de la causa.

Pero al Alav¨¦s, despu¨¦s del agujero inicial, las cosas no le salieron como ten¨ªa planeado. La velocidad de Jony, que se hinch¨® a correr, no fue suficiente. El Atl¨¦tico se sent¨ªa c¨®modo, demasiado, ante un rival que tienen como principal especialidad, hacerle dif¨ªcil la vida al equipo que visita Mendizorroza. Ni siquiera le lesi¨®n de Diego Costa, que pidi¨® el cambio en los minutos finales de la primera parte y no sali¨® al campo tras el descanso, result¨® un inconveniente demasiado dif¨ªcil de solventar. El trabajo de Thomas en medio campo disolv¨ªa los intentos de rebeli¨®n del Alav¨¦s, que volvi¨® al trabajo tras la pausa con la intenci¨®n de marcar enseguida, pero sin encontrar la calma necesaria.

El Atl¨¦tico se encontr¨® mucho m¨¢s c¨®modo en esta tesitura, como tantas otras veces. S¨®lido y eficaz en defensa, busc¨® y encontr¨® el contragolpe para el tercero en un pase largo de God¨ªn que caz¨® Morata para plantarse ante Pacheco y marcar. Era el escenario ideal. Con un Griezmann discreto, su aportaci¨®n ni siquiera hac¨ªa falta para ganar el partido. Tuvo una el franc¨¦s, pero la vaselina sobre el portero alavesista encontr¨® respuesta en Pacheco, que la toc¨® lo justo para desviarla al palo. Cuando ya no estaba en el campo, el protagonismo lo tom¨® Thomas, que agarr¨® un ob¨²s desde el borde del ¨¢rea que encontr¨® la escuadra. Fue el cuarto del Atl¨¦tico, y su autor recibi¨® el aplauso de una grada desencantada, porque su equipo no encontr¨® respuestas a las preguntas colchoneras.

El Atl¨¦tico regresa para defender el segundo puesto del campeonato, su ¨²nico objetivo cuando todav¨ªa quedan muchas jornadas para acabar. El Alav¨¦s tendr¨¢ que empezar a pensar en hacer lo mismo desde su plaza europea, un bot¨ªn que, de repente, tiene muchos aspirantes. Con sus 44 puntos todav¨ªa mira desde arriba.