Al Valladolid no le llega el gas para ganar a la Real

Con casi un cuarto de laLiga a¨²n por completar, la histeria se ha instalado en el campeonato. No por la zona noble, all¨¢ donde los equipos pisan moqueta y comen canap¨¦s, sino en los bajos fondos, en la zona de sombras, donde no calienta el sol. Se hacen llamamientos a la reconquista, el ¡°s¨ª se puede¡± es canto recurrente en las gradas. Lloran los jugadores en el banquillo, por una derrota o por una victoria.

En Zorrilla est¨¢n de los nervios. No est¨¢ la situaci¨®n como para tom¨¢rselo con filosof¨ªa cuando los rivales aprietan. Cada partido es un examen para el Valladolid, que reba?¨® tres puntos dorados en Eibar, pero dej¨® escapar dos ante la Real, que promete mucho pero no cumple y parece destinada a seguir en la zona de nadie, donde no hace fr¨ªo ni calor. Todav¨ªa tiene posibilidades de salir del purgatorio de la clasificaci¨®n, pero cada semana se repite la misma historia.

Quiso el Valladolid resolver muy pronto, con una Real amodorrada, todav¨ªa en la siesta, y sali¨® al galope, con Keko Gont¨¢n desatado. Ya en el primer minuto pudo marcar, pero lo hizo cinco m¨¢s tarde, despu¨¦s de un mal control, de Theo. Su disparo cruzado bati¨® a Rulli.

El gas pucelano dur¨® un cuarto de hora. Est¨¢ bien tratar de resolver pronto, pero hay que saber qu¨¦ se puede hacer hasta el minuto 90, y los futbolistas que dirige Sergio no lo ten¨ªan claro. La Real, castigada por el gol prematuro, tom¨® el mando. Januzaj fue un estilete por la derecha, y cada aproximaci¨®n era un grito de desgarro en la grada; un susto en el banquillo.

Pese a todo, el Valladolid aguant¨® hasta el descanso, y se zaf¨® del dominio donostiarra en la segunda parte, hasta que en el minuto en el minuto 78 empat¨® Oyarzabal, el hombre m¨¢s eficaz de la ya muy nutrida vanguardia donostiarra.

Regres¨® la histeria, volvieron las l¨¢grimas a la grada, y se reprodujeron los lamentos cuando el ¨¢rbitro revis¨® en el VAR un remate de Kiko Olivas. Su compa?ero ?scar Plano estaba en fuera de juego. Todav¨ªa pudo ser peor, porque un minuto m¨¢s tarde, la Real desaprovech¨® un contragolpe de cuatro contra uno, para seguir prometiendo sin cumplir.