El colista agobia al Madrid

Un golazo de Benzema cuando ca¨ªa el tel¨®n impidi¨® a un jabato Huesca improvisar la gloria del modesto, la de un colista que se bati¨® de maravilla con un Madrid solo aliviado por el pitido final. LaLiga se le har¨¢ largu¨ªsima a un Real m¨¢s atento a la pasarela de los fichajes, que al d¨ªa a d¨ªa de un curso de zozobra.

En este periodo de entretiempo, Zinedine Zidane ha decidido programar un casting. As¨ª lo sienten muchos de sus jugadores, algunos repescados para pasar revista, caso de Luca Zidane, Brahim, Odriozola, Llorente, Isco... Frente al animoso Huesca, debutante en el Bernab¨¦u, el resultado fue un Madrid embrollado y an¨¢rquico, sobre todo en el primer acto. Ca¨®tico por momentos, con cada cual pendiente de su concurso, a su aire, sin sentido mosquetero alguno. Un equipo asim¨¦trico, nada sintonizado, con p¨¦rdidas constantes incluso en las zonas calientes del campo. Tal era la confusi¨®n que la primera pifia fue de un jugador tan convincente como Nacho. No abroch¨® con firmeza a ?vila, el argentino le gan¨® un asalto ya perdido y su asistencia a Hern¨¢ndez result¨® terminal para Luca Zidane. En un parpadeo, el Huesca estaba arriba, para enso?aci¨®n de sus 2.000 fieles en Chamart¨ªn.

La respuesta local fue decepcionante hasta pasado el descanso. Hasta entonces, nadie interpret¨® que la remontada pasaba por un ejercicio coral. Quisieron imponerse los solistas. Caso de Isco, empecinado, para suerte visitante, en retrasar su posici¨®n e invadir la de Llorente. Muchos focos sobre Isco, pero poca efectividad. Desplazado Llorente y fuera de lugar Isco ¡ªsiempre m¨¢s picante cuando merodea cerca de los delanteros¡ª, Ceballos se qued¨® sin br¨²jula. El medio campo blanco era un cr¨¢ter. Pujaba Odriozola, y Brahim, agitador por la izquierda, mezclaba aciertos y errores. Bale, de puntillas hacia no se sabe d¨®nde, ni lo uno ni lo otro.

Destartalado el Madrid, su rival, mucho m¨¢s estructurado, no titubeaba en defensa y se encomendaba a dos delanteros tan revoltosos como Hern¨¢ndez y ?vila, siempre inquietantes. Les falt¨® mayor dosis de remate, por lo que a Luca Zidane apenas se le vieron las manos. Eso s¨ª, a la media hora dio a Brahim el mejor pase de la noche, un servicio con la tutor¨ªa de su padre. Capeaba bien el duelo el Huesca cuando su capit¨¢n Etxeita no se adelant¨® con firmeza a Benzema. El galo, tras conectar con Brahim, puso por primera vez el acento sobre Santamar¨ªa, portero visitante. El meta desvi¨® el disparo y de nuevo asisti¨® Brahim, esta vez para Isco, que liberado bajo el larguero sopl¨® la pelota a la red. Hasta pasado el intermedio, el gol no mejor¨® al Madrid, de chasco en chasco con la pelota.

Visto el diagn¨®stico se supone que Zidane intervino durante la tregua. De vuelta no compareci¨® un Madrid deslumbrante, pero s¨ª m¨¢s gremial, con la gente ¡ªIsco al frente¡ª en su sitio, sin devaneos individuales. Nadie lo agradeci¨® m¨¢s que Benzema, hilo conductor del segundo periodo. Nunca se rindi¨® el encomiable Huesca. Ni siquiera cuando de tanto traj¨ªn ?vila y Hern¨¢ndez acabaron por reventar.

La leve mejor¨ªa del Madrid tuvo consecuencias. Por fin son¨® el despertador para Bale. Un centro con el empeine exterior izquierdo del gal¨¦s lo caz¨® al vuelo Benzema, que de cabeza puso a Ceballos en la antesala del gol. No fall¨® el andaluz para el 2-1. S¨ª que lo hizo Bale poco despu¨¦s. Tras una aventura de Odriozola le lleg¨® el bal¨®n a su zurda, dentro del ¨¢rea peque?a. Un caramelo. Tan misterioso es Bale que lejos de embocar despej¨® la pelota al tercer grader¨ªo.

Con la gente de Chamart¨ªn mosqueada de nuevo con Bale, el Madrid otra vez se desvaneci¨®. Hasta que el Huesca dio con el empate con un cabezazo de Etxeita. Un equipo tan meritorio que no fren¨® ni con un 2-2 en La Castellana. Con la proeza a tiro, su fabulosa resistencia solo se quebr¨® cuando Benzema, casi en el ¨²ltimo suspiro, maniobr¨® de maravilla y clav¨® un golazo. La ¨²nica conclusi¨®n positiva para Zidane: Benzema est¨¢. Veremos en los siguientes parciales que le restan a un Madrid al que el presente se le hace muy farragoso.