El Real Madrid se apunta el primer asalto ante el Panathinaikos entre suspiros

El Real Madrid se apunt¨® entre suspiros el primer asalto de la serie contra el Panathinaikos al mejor de cinco (75-72). En el ¨²ltimo cuarto se destemplaron los de Laso y se calent¨® Calathes ¡ª12 de sus 17 puntos y tres de sus cuatro asistencias llegaron en ese acto¡ª, pero el campe¨®n tir¨® de temple, galones y defensa para escapar del atolladero en el que se vio inmerso tras tener la misi¨®n encarrilada. La postrera efervescencia de Calathes result¨® insuficiente ante el repertorio madridista. Campazzo, Tavares, Rudy, Taylor, Causeur... salvaron el trabajo gremial por encima de la inspiraci¨®n individual del t¨®tem griego. Lleg¨® tarde Calathes. Despert¨® a tiempo el Madrid. Los blancos venc¨ªan por 14 puntos en el minuto 22 (49-35), pero el Panathinaikos se coloc¨® seis arriba a falta de 3m 55s (66-72). Ya no anotaron m¨¢s los griegos. El parcial fue de 9-0, con un triple de Rudy, dos tiros libres de Carroll y cuatro de Campazzo, que coron¨® su gran encuentro con una defensa de museo ante Langford en la jugada final. Este viernes, en el mismo sitio y a la misma hora, el segundo cap¨ªtulo de un pulso trepidante.

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Se reeditaba la eliminatoria de la temporada pasada entre dos cl¨¢sicos del playoff de la Euroliga con trayectorias cruzadas. Para los blancos supon¨ªa la s¨¦ptima presencia consecutiva en las series con Laso en el banquillo ¨Cen cinco de las seis anteriores alcanzaron la Final Four, con cuatro finales y dos t¨ªtulos-. Para el conjunto griego era la en¨¦sima oportunidad para romper su maleficio. Desde que Obradovic se march¨® del OAKA en 2012, los verdes no han vuelto a pisar la Final a Cuatro. Con Zeljko, ocho presencias entre la ¨¦lite y cinco coronas en 13 cursos. Sin ¨¦l, seis derrotas en el cruce de cuartos, cuatro con el factor cancha en contra y dos con ventaja de campo. La ¨²ltima ante el Madrid hace un a?o, cuando los blancos convirtieron el zarandeo en el primer partido en el acicate definitivo rumbo a la D¨¦cima conquistada en Belgrado. Entonces, el conjunto madridista se present¨® en el mano a mano ante el Panathinaikos sin Campazzo ni Llull (reapareci¨® en el tercer partido tras su lesi¨®n de rodilla). Esta vez, un problema muscular del base de Mah¨®n dejaba al Facu solo ante un peligro llamado Calathes, el mejor pasador de la competici¨®n (8,9 asistencias por partido). Esta vez Doncic estaba en la grada, reci¨¦n aterrizado en Madrid para animar a sus excompa?eros tras rematar su rutilante estreno en la NBA. Para ¨¦l fue la primera gran ovaci¨®n de la noche cuando apareci¨® en la pista en los proleg¨®menos del duelo para recibir el homenaje de la afici¨®n madridista mientras recog¨ªa una r¨¦plica de la Euroliga de manos de Felipe y Llull.

Mientras todo eso suced¨ªa, el quinteto de Laso terminaba de afilar el colmillo para marcar territorio desde el salto inicial, como marcan los c¨¢nones del playoff. Se hicieron los blancos con el mando, con Rudy y Taylor al frente del plan. El primero, reboteando y asistiendo a buen ritmo. El segundo, luci¨¦ndose en ataque (11 puntos, con tres triples, en los siete primeros minutos) y en defensa (dejando a Calathes con dos puntos desde el tiro libre y 0 asistencias en el primer cuarto). Sin la referencia de su l¨ªder, los de Pitino se defendieron con el protagonismo inesperado de Vougioukas, que aprovech¨® el viaje de Tavares al banquillo para hacer hucha en la pintura.

Con el comienzo de las rotaciones, el Madrid encontr¨® relevo en la anotaci¨®n con Causeur y Carroll. Pero, con Taylor sentado por sus dos faltas, tambi¨¦n despert¨® Calathes. Su primera y ¨²nica canasta en juego en la primera mitad (un triple para un 1 de 8 en tiros), sumada a un triple de Kilpatrick, permitieron al Panathinaikos ajustar el pulso (32-31, m. 16). No se alter¨® el Madrid. Para entonces, Campazzo ya hab¨ªa comenzado a carburar y a hacer carburar a su equipo. Con el Facu a los mandos y una s¨®lida aportaci¨®n colectiva a la que solo falt¨® un desenfocado Randolph, los de Laso se marcharon a los vestuarios consolidando su primer estir¨®n (43-55, m. 20). No especul¨® el Madrid en la reanudaci¨®n. Volvi¨® Taylor con br¨ªo y, aunque tard¨® apenas un minuto en sentarse por su tercera falta, su efervescencia espole¨® a los blancos hasta un parcial de 6-0 (49-35, m. 22). Pitino ley¨® la cartilla a los suyos y, con los puntos de Thomas y Papapetrou (dos triples en ese tramo), lleg¨® la contundente reacci¨®n griega. En una s¨ªstole y di¨¢stole sin due?o, se pas¨® del 51-46 del minuto 25 al 56-46 uno m¨¢s tarde y al 56-52 antes del cierre del tercer cuarto.

No logr¨® el Madrid rematar a su enemigo cuando le tuvo a contrapi¨¦ y, con cinco puntos de Calathes y su cuarta asistencia para otro bingo de Thomas desde el 6,75, el Panathinaikos se present¨® herc¨²leo en el territorio del miedo (66-72, m. 36). Tras verse anulado por el plan madridista (lleg¨® a contar un 1 de 11 en tiros y -5 de valoraci¨®n), Calathes se creci¨® en mitad de la jindama que recorr¨ªa el Palacio y los de Pitino comenzaron a jugar con la ansiedad del Madrid. Respondi¨® Rudy con un triple, pero el siguiente suyo hizo la corbata y otro de Thompkins se estrell¨® en el aro. En mitad del sofoc¨®n local, Campazzo dej¨® el marcador en 71-72 a falta de un minuto y, tras una revisi¨®n de un fuera fondo que le dio el bal¨®n a los blancos, Carroll recuper¨® la ventaja desde el tiro libre. Err¨® Langford y, entre suspiros, de nuevo Campazzo puso a los de Laso tres arriba y se lanz¨® a defender como una fiera (75-72). El Panathinaikos fall¨® dos tiros m¨¢s para forzar la pr¨®rroga y el primer punto de la serie se qued¨® en Madrid.