El City sufre hasta el final y asegura media Premier ante el Tottenham

El Manchester City se asegur¨® media liga inglesa. Caz¨® los tres puntos en otro ejercicio de agonismo ante el Tottenham. Una vez m¨¢s, el Tottenham. Tres d¨ªas despu¨¦s del partido de vuelta de cuartos de final de la Champions que tritur¨® los nervios del equipo de Guardiola. Con la resaca de una victoria estrepitosa (4-3) que no sirvi¨® para nada, los jugadores debieron reponerse para luchar por salvar el honor y la exigua ventaja que les mantiene en el liderato de la Premier: apenas un punto respecto al Liverpool a falta de cuatro jornadas. Otra vez se les interpuso el Tottenham. M¨¢s desinhibido que nunca a pesar de las rotaciones, el conjunto visitante oblig¨® al City a exprimr la ¨²ltima gota de energ¨ªa metido en su ¨¢rea. Agotado en cuerpo y alma despu¨¦s de 90 minutos de lucha para imponer un dominio declinante. Mirando c¨®mo Vertonghen hac¨ªa eso que tantos padecimientos le provocaba: meter un pase largo, bombeado y frontal. Al l¨ªmite del p¨¢nico, el despeje de Bernardo Silva fue la ¨²ltima acci¨®n del partido. Cuando el ¨¢rbitro pit¨® el final la hinchada del Etihad respir¨® aliviada. El 1-0 de Foden sirvi¨® como sirven las u?as al escalador que se agarra a la roca.

Lo que acab¨® entre s¨ªntomas de angustia comenz¨® con firmeza y convicci¨®n para el City. En el tercer encuentro contra el equipo de Pochettino en diez d¨ªas, Guardiola experiment¨® la ¨²ltima fase de una metamorfosis t¨¢ctica en la que fue progresivamente desatando cabos. Pas¨® de jugar en White Hart Lane con un doble pivote Fernandinho-Gundogan en fase de creaci¨®n, a jugar sin red de seguridad, con Gundogan, un interior apenas desempe?¨¢ndose como mediocentro de referencia, acompa?ado de De Bruyne y del imberbe Foden, siempre descolgados, metidos entre l¨ªneas, como si en los planes de su t¨¦cnico no se contemplase la posibilidad del contragolpe del Tottenham. Precisamente aquello que tantos temores hab¨ªa desencadenado la presencia de Harry Kane, ahora parec¨ªa una contingencia menor.

El City se embarc¨® sin pensar en el retorno. La consecuencia fue el dominio territorial y el triunfo de la circulaci¨®n del bal¨®n frente a la presi¨®n. Desgastado por el esfuerzo de la Champions y por la escasa profundidad de su plantilla, el Tottenham se reorganiz¨® con una alineaci¨®n plagada de bajas y suplentes. Bien coordinados por el recobrado Dier, intentaron llevar la zaga a 10 metros de la frontal de su ¨¢rea pero no siempre lo lograron.

Hurgando en el repliegue excesivo de Vertonghen y S¨¢nchez, a los cinco minutos del inicio Bernardo Silva maniobr¨® desde el extremo derecha en busca de espacios, levant¨® la mirada y le puso un centro medido a Ag¨¹ero en el hueco que mediaba entre Gazzaniga y sus zagueros. Ag¨¹ero desbarat¨® la marca con un toque de cabeza y Foden empuj¨® el bal¨®n a la red tras aparecer por sorpresa. El 1-0 anunci¨® lo que jam¨¢s se har¨ªa realidad: una velada apacible para la multitud que saturaba el grader¨ªo ilusionada con asistir a un golpe definitivo al campeonato.

Mientras Bernardo Silva y De Bruyne se juntaron para dictar los tiempos del juego, el City control¨® la situaci¨®n, a pesar de los sobresaltos. Porque Moura, Eriksen y Delle Ali flotaron detr¨¢s de G¨¹ndogan, Foden y De Bruyne a la pesca de fallos, de pases imprecisos y controles defectuosos. Y a la primera pelota malhadada que pillaron lanzaron al profund¨ªsimo Son. Con consecuencias nefastas de no haber sido por la fuerza de Laporte, veloz en carrera para cruzarse ante el coreano, o los reflejos de Ederson, que salv¨® su arco en un mano a mano.

La lesi¨®n de De Bruyne, que pidi¨® el cambio en el minuto 38, comenz¨® a a?adir demasiadas complicaciones al City. El ingreso de Fernandinho para proteger a los centrales no mejor¨® la circulaci¨®n del bal¨®n y las contingencias no proporcionaron ning¨²n alivio: Vertonghen le hizo penalti a Bernardo Silva y el ¨¢rbitro, desprovisto de VAR, no lo vio. El segundo tiempo a?adi¨® una dosis de fatiga que aument¨® con los minutos y con los nervios. Atento al peligro, Guardiola meti¨® en el mediocampo a Walker y Zinchenko, los laterales, para amortiguar las contras. As¨ª desconect¨® a Son en la misma medida en que restaba amplitud al juego del City, cada vez m¨¢s dependiente de Bernardo Silva para arbitrar soluciones colectivas.

Resulta notable la flexibilidad del Tottenham, equipo resiliente como pocos. Sin apenas fondo de banquillo, Pochettino meti¨® a Rose por Ali, a Wanyama por Dier, y Llorente por Alderweireld. Modific¨® el sistema y pas¨® de jugar con cinco defensas a hacerlo con cuatro. Mermado por la rebaja de calidad en el mediocampo, era de prever que el equipo sufriera, al menos en las transiciones ofensivas. No fue as¨ª. Lejos de desarmarse, el Tottenham se afirm¨®, gan¨® en seguridad, y fue duro en las disputas sin traspasar el l¨ªmite de la temeridad. Un penalti de Walker, que tampoco vio el ¨¢rbitro, alert¨® sobre el estado de inseguridad del City en el ¨²ltimo tramo. Sterling pudo remediarlo. Tuvo el 2-0 a un cent¨ªmetro, a pase de San¨¦ desde la izquierda. Pero Gazzaniga le sac¨® el tiro con la punta del pie derecho cuando se venc¨ªa hacia el otro lado.

Endeble ante cualquier bal¨®n frontal, la defensa del equipo local pidi¨® auxilio. Acudieron Sterling, bravo en el arte de ganar tiempo, y Bernardo Silva, listo a pesar de su continente limitado para medir fuerzas con Rose o con Wanyama en el curso de un desenlace marcado por el ¨ªmpetu de los duelos. As¨ª pasaron los minutos hasta ese pelotazo de Vertonghen que centr¨® Foyth y que dej¨® sin respiraci¨®n a la hinchada del Etihad. Durante unos instantes la Premier qued¨® suspendida en el aire como esa pelota que vol¨® sin due?o frente a Ederson. El despeje de Bernardo Silva puso fin al sufrimiento y, si todo sigue as¨ª, tambi¨¦n al campeonato.

El City, que suma 86 puntos, debe jugar sucesivamente en casa del United y el Burnely, recibir al Leicester y acabar la temporada en Brighton. El Liverpool, que suma 85, debe viajar a Cardiff, recibir al Huddersfield, viajar a Barcelona en la ida de semifinales de Champions, viajar a Newcastle, recibir al Bar?a en la vuelta y acabar la temporada de Premier contra el Wolves.