Las dos psic¨®logas que apuntalan la recuperaci¨®n de Carolina Mar¨ªn
La onubense, que se recupera de la lesi¨®n del cruzado, trabaja con dos especialistas que est¨¢n pendientes de las se?ales emocionales y de regular el nivel de estr¨¦s que padece el cuerpo
¡°Estoy empadronada aqu¨ª ya casi, debe estar mi carpa ah¨ª fuera¡¡±, bromea Mar¨ªa Mart¨ªnez, la psic¨®loga deportiva de Carolina Mar¨ªn. Aqu¨ª es el CAR, el centro de alto rendimiento; en concreto aqu¨ª es el pabell¨®n de b¨¢dminton donde Carolina se est¨¢ recuperando de la rotura del ligamento cruzado entren¨¢ndose hasta casi ocho horas diarias. Siete d¨ªas despu¨¦s de salir del quir¨®fano (29 de enero), ya estaba en su segunda casa empezando el camino hac¨ªa Tokio 2020. Sin derrumbe an¨ªmico, de buen humor pese al rostro cansado y con cuatro kilos menos.
¡°Cuando el m¨¦dico me ense?¨® la resonancia y escuch¨¦ la palabra roto, me romp¨ª entera. Sal¨ª de la cl¨ªnica llorando, pero en el coche de camino a casa dije: vale, esto es lo que hay, ma?ana te operan. Ah¨ª cambi¨¦ el chip: si tu cuerpo est¨¢ bien, la rodilla va a ir a mejor; si te quedas en casa llorando y deprimida, mandas mensajes negativos a la rodilla¡±, contaba la vigente campeona ol¨ªmpica hace unas semanas. Cada vez que se le pregunta de d¨®nde saca tantas energ¨ªas responde que no le queda otra.
?Se esperaba que Carolina reaccionara tan bien y con esa fuerza? ¡°En parte s¨ª y en parte no. Los datos [fisiol¨®gicos] a las tres semanas de la lesi¨®n eran de v¨¦rtigo. Tiene una fortaleza extra, mucha tolerancia al dolor y a las sensaciones de molestias y a superar el cansancio. Tambi¨¦n un nivel de compromiso y de reto a la altura de c¨®mo es ella en las competiciones. Su car¨¢cter y su forma de ser nos hizo pensar que se tomar¨ªa la recuperaci¨®n igual que se toma los entrenamientos; y as¨ª est¨¢ siendo¡±, contesta Mar¨ªa, que trabaja con Carolina desde hace casi un a?o.
Su labor ha cambiado con la rotura del ligamento cruzado. Se las ve m¨¢s tiempo juntas en la pista; suele pasarse casi a diario por el pabell¨®n. ¡°Hay dos partes en mi trabajo y una de ellas, la del entrenamiento psicol¨®gico como tal, contin¨²a. Seguimos prepar¨¢ndonos en las mismas cosas para el d¨ªa que haya que volver a entrenar [sin muletas y con las dos piernas] y a competir. Y luego hay una parte nueva, que vela por el bienestar emocional: hay que estar atentos a las se?ales emocionales para prevenir cualquier malestar. Una lesi¨®n es un proceso muy estresante para cualquier deportista porque a veces incluye dolor y horarios intempestivos. Hay que intentar que los estados emocionales se mantengan regulares para poder afrontar todo el proceso, que los niveles de estr¨¦s que vive el cuerpo a nivel fisiol¨®gico tambi¨¦n est¨¦n regulados y que no se nos vaya de las manos¡±, analiza. Hay estados emocionales que facilitan la recuperaci¨®n (vigor, energ¨ªa, sentir apoyo social) y otros que la impiden (tensi¨®n y fatiga). Controlarlos es fundamental.
Un sensor en la oreja
Para no pasarse de la raya, a Carolina le colocan un sensor en la oreja durante los entrenamientos que va mandando se?ales en directo a un ordenador. ¡°Es algo que trabajamos junto al preparador f¨ªsico; es una medida que se relaciona con los valores de estr¨¦s. Nos dice si estamos en un estr¨¦s bueno o en un estr¨¦s malo que puede poner en riesgo al cuerpo, si le estamos exigiendo demasiado como para sacar rendimiento de la tarea que est¨¢ realizando¡±, a?ade. ?C¨®mo funciona cient¨ªficamente? ¡°Tomamos la variabilidad de la frecuencia cardiaca y medimos si el cuerpo est¨¢ funcionando de forma coherente, si el sistema nervioso, el simp¨¢tico y el parasimp¨¢tico se est¨¢n regulando bien. El sensor est¨¢ conectado con un software que trata los datos de tal manera que nos permite tener un feedback en la pantalla¡±, responde Mar¨ªa que ya ha tratado a deportistas con lesiones graves.
Dos veces a la semana le env¨ªa a Carolina un cuestionario ¨Ca principio y a mediados de semana, normalmente, cuando empieza a aparecer el cansancio-. ¡°Mar¨ªa me est¨¢ ayudando en la visualizaci¨®n y en el control de las emociones. Con el cuestionario va viendo c¨®mo voy tanto de cansancio como de emociones no provocadas por el entrenamiento. Se controlan para que no me afecte la concentraci¨®n y la motivaci¨®n en los entrenamientos¡±, explica Carolina durante un peque?o descanso a media ma?ana. ¡°Esos estados nos dan muchas pistas¡±, afirma Mar¨ªa que tambi¨¦n se re¨²ne a solas con ella en una salita del CAR dos veces a la semana. All¨ª abordan todas las cuestiones y preocupaciones que vayan saliendo.
No es la ¨²nica que se ocupa de la faceta psicol¨®gica de Carolina. Tambi¨¦n lo hace Fany Barembaum, psic¨®loga y psicoanalista formada en Argentina y que lleva 44 a?os en Espa?a. En este caso es Carolina la que se desplaza a su consulta, en la zona norte de Madrid, una vez a la semana. Fany no ha pisado todav¨ªa la Blume ni el CAR y eso que el equipo de la onubense se lo pide a menudo. ¡°?Me cuesta salir del armario!¡±, bromea al mismo tiempo que a?ade: ¡°En estos tres a?os que llevo con Carolina he aprendido un mont¨®n, los t¨¦rminos sobre todo. Para m¨ª el b¨¢dminton era el deporte de la plumita¡ ahora no me dejan pasar una eh¡±, cuenta sentada en un sill¨®n de su consulta.
Mientras Mar¨ªa intenta prevenir que llegue el baj¨®n an¨ªmico que suele aparecer despu¨¦s de una situaci¨®n traum¨¢tica o accidentada, Fany sigue con las pautas de siempre. ¡°Yo no soy psic¨®loga deportiva, me dedico a la psicoan¨¢lisis y sigo con lo m¨ªo. Cuando vi las im¨¢genes de Indonesia, no pod¨ªa creer que la que estaba en el suelo llorando era Carolina. En la vida me la imagin¨¦ as¨ª. La vi humana. Ella tiene que sacar partido de eso y darse cuenta de que es humana. Andamos trabajando en ello y en superar los miedos de que le pueda volver a ocurrir¡±, analiza. Mar¨ªa y ella tienen un intercambio de informaci¨®n cotidiano. ¡°Nos llamamos peri¨®dicamente para seguir la misma l¨ªnea, ir todos en la misma direcci¨®n y no como kamikazes¡±, explica Fany.
Un proceso por etapas
El todos a una es la idea que defiende Fernando Rivas, el t¨¦cnico de Carolina. La noche de la lesi¨®n convoc¨® en su casa a todos los miembros del equipo para dise?ar el plan de actuaci¨®n ante el que parec¨ªa una lesi¨®n muy grave. Todo el proceso tendr¨ªa que hacerse por etapas y as¨ª est¨¢ siendo. Cuando toque, llegar¨¢ tambi¨¦n la etapa en la que a Carolina le pongan las im¨¢genes de la pisada que le provoc¨® la rotura del cruzado. ¡°Tiene que recuperar ese movimiento, la normalidad a la hora de ejecutarlo. Es una forma tambi¨¦n de reconciliarse con ese momento y hay que trabajarlo porque fue traum¨¢tico y para que cuando vuelva a pista no le genere miedo e inseguridades¡±, matiza Mar¨ªa.
No ha llegado todav¨ªa ese momento. Por ahora, hacen mucho hincapi¨¦ en el trabajo de t¨¦cnica y visualizaci¨®n, lo ¨²nico que le permite su estado f¨ªsico. ¡°Est¨¢ haciendo cosas que antes no hac¨ªa. Por un lado fortalecemos esos aprendizajes con la repetici¨®n de los golpeos, la creaci¨®n de esas situaciones t¨¢cticas; por otro mantenemos la cabeza trabajando en situaci¨®n de juego. Est¨¢ avalado y demostrado que las conexiones que produce el cerebro al imaginar, al hacer una buena pr¨¢ctica imaginada, son similares a las que haces cuando ejecutas de verdad¡±, concluye Mar¨ªa
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