El turno del f¨²tbol femenino en Espa?a

Hasta cinco equipos del FC Barcelona han alcanzado ya las semifinales de la Copa de Europa. A la espera del resultado del cruce de cuartos que disputan el baloncesto y el balonmano, las secciones de hockey patines y de f¨²tbol sala, as¨ª como el juvenil A y el Bar?a masculino y femenino de f¨²tbol aspiran a conquistar la Champions. No es una novedad que las secciones de un club polideportivo como el azulgrana sean competitivas, incluso en el caso del equipo femenino, semifinalista continental en 2017. La noticia est¨¢ en su salto cualitativo respecto a las dem¨¢s, la mayor¨ªa deficitarias, dependientes del ¨¦xito de Messi.

El f¨²tbol femenino se autofinancia con la aportaci¨®n de 3,5 millones de la empresa de herramientas Stanley. A partir del patrocinio, el Bar?a ha incidido en la profesionalizaci¨®n iniciada en 2015. Invierte y exige: paga por los mejores fichajes, como el de la holandesa Lieke Martens en 2017 (cercano a los 100.000 euros) o el de Mapi Le¨®n, contratada al Atl¨¦tico en 2018 (50.000 euros) y si sus aspiraciones no se cumplen se destituye al entrenador (Luis Cort¨¦s sustituy¨® en enero a Fran S¨¢nchez).

El culpable del cambio fue el Atl¨¦tico de Madrid, campe¨®n y l¨ªder de la Liga Iberdrola con una inversi¨®n que no supera los dos millones. Ausente el Real Madrid, los duelos Atl¨¦tico-Bar?a son el mejor escaparate: el ¨²ltimo enfrentamiento, el del pasado 17 de marzo en el Wanda Metropolitano, reuni¨® la cifra r¨¦cord de asistencia mundial en un partido de f¨²tbol femenino: 60.739 espectadores. La audiencia fue igualmente excepcional en Espa?a: 330.000 espectadores y un 4,27% de share en Gol.

Atl¨¦tico y Bar?a han culminado la tarea de Athletic, Espanyol, Levante o Rayo. Hoy no se concibe a un equipo femenino que no dependa de un club de f¨²tbol convencional. Ahora se impone perseverar en el modelo de la Liga Iberdrola y rivalizar en Europa con el Bayern y despu¨¦s con el PSG y el Lyon, cuyas inversiones van desde los seis a los 20 millones, cifras que responden en parte al n¨²mero de licencias ¡ªen Espa?a son 54.000, 25 veces menos que en Alemania, lejos a¨²n del soccer.

A rebufo de los clubes, la federaci¨®n pretende doblar el n¨²mero de practicantes en cuatro a?os despu¨¦s del ¨¦xito de las distintas selecciones: campeona Mundial sub-17, finalista sub-20 y ganadora del Europeo. El pr¨®ximo reto es el Mundial de junio en Francia, torneo para el que Adidas promete pagar el mismo dinero a las mujeres que a los hombres ¡ªel premio de la Champions femenina es de 250.000 euros y la entrada m¨¢s cara es de cinco euros¡ª. Aunque todav¨ªa no hay un convenio colectivo, a buen seguro que si el Bar?a llega a la final sus jugadoras viajar¨¢n en clase business como los chicos y no en la de turistas como ocurri¨® en la gira veraniega que ambos equipos compartieron en Estados Unidos. No hay que olvidar que Valverde, al igual que Pochettino, se inici¨® en el f¨²tbol femenino, el pico que le queda por coronar a un deporte espa?ol dirigido ¡ªMar¨ªa Jos¨¦ Rienda¡ª y protagonizado por la mujer, sobre todo si se miran los Juegos Ol¨ªmpicos.