Menores obligados a perder al ajedrez
Ir¨¢n y otros pa¨ªses musulmanes ordenan a sus menores y entrenadores que no jueguen contra israel¨ªes
El prodigioso iran¨ª Alireza Firouzja, de 15 a?os, es hoy candidato principal a ser el pr¨®ximo gran campe¨®n de ajedrez. Pero tiene motivos para sentirse muy irritado y frustrado: su Gobierno le oblig¨® el pasado viernes a perder por incomparecencia ante el ¡°enemigo¡±, un israel¨ª, Or Bronstein, de 18, en la 3? ronda del Abierto Grenke en Karlsruhe (Alemania), donde era uno de los favoritos. Al d¨ªa siguiente, Firouzja perdi¨® por un error de principiante frente a una rival muy inferior. La l¨®gica indica que era su manera de protestar en silencio.
¡°?Me promete usted que no publicar¨¢ mi nombre? Mire, yo no tengo nada contra los jugadores israel¨ªes, y me parece muy bien que mis chicos jueguen al f¨²tbol con ellos por las ma?anas o partidas r¨¢pidas en el hotel por las noches. Pero si permito que se enfrenten a ellos en una partida oficial, con banderas, cuando regrese a mi pa¨ªs me cortan el cuello¡±. El autor de esta cr¨®nica mantuvo esa conversaci¨®n u otras similares con varios entrenadores y delegados de pa¨ªses musulmanes durante los Mundiales de edades (sub 8 a sub 18) a lo largo de los a?os noventa y en la primera d¨¦cada de este siglo.
Hoy sigue ocurriendo, hasta el punto de que dos ¨¢rbitros internacionales, que piden el anonimato, aseguran a EL PA?S haber recibido llamadas de los Ministerios de Asuntos Exteriores de sus pa¨ªses respectivos, pidi¨¦ndoles que cambien a mano los emparejamientos determinados por las normas reglamentarias ¡°para no provocar un conflicto internacional¡±. Un ejemplo que cualquiera puede comprobar -aunque no consta si en este caso hubo presiones pol¨ªticas o es que los ¨¢rbitros se pusieron la venda antes de la herida- ocurri¨® el pasado septiembre en la competici¨®n femenina de la Olimpiada de Ajedrez en Batumi (Georgia): el reglamento dictaba los enfrentamientos Israel-Irak y Jap¨®n-Cuba; pero lo que se public¨® fue Jap¨®n-Israel y Cuba-Irak.
Es verdad que cada vez son m¨¢s las personas influyentes de la Federaci¨®n Internacional (FIDE) y de la Uni¨®n Europea (ECU) -Israel juega los campeonatos europeos porque fue expulsada paulatinamente del deporte asi¨¢tico por los pa¨ªses ¨¢rabes entre 1974 y 1981- que abogan por terminar con esos pasteleos: si un jugador musulm¨¢n no comparece ante un israel¨ª, pierde la partida, y asunto terminado; de hecho, esos enjuagues no suelen hacerse en las ¨²ltimas rondas, donde los emparejamientos pueden ser decisivos. Pero no parece f¨¢cil que puedan aguantar siempre las engorrosas presiones pol¨ªticas, aunque es evidente que los ¨¢rbitros del torneo de Karlsruhe se mostraron firmes.
Tambi¨¦n es cierto que algunos pa¨ªses musulmanes -especialmente Emiratos ?rabes Unidos y Qatar- han moderado su postura. Por ejemplo, en agosto de 2018, T¨²nez prohibi¨® en principio la participaci¨®n de la israel¨ª Liel Levit¨¢n, de 7 a?os, en el Mundial Escolar. Pero la FIDE amenaz¨® con retirarle la organizaci¨®n, y el Gobierno tunecino cedi¨®. Egipto, Indonesia, Malasia, Bangladesh, los pa¨ªses del Magreb excepto Libia (Marruecos, Argelia, T¨²nez y Mauritania) y las antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas (Uzbekist¨¢n, Kazajist¨¢n, Kirguizia, Tayikist¨¢n y Turkmenist¨¢n) no suelen plantear problemas.
El m¨¢s conflictivo es Ir¨¢n, lo que responde a la l¨®gica pol¨ªtica y militar (vecindad y alta tensi¨®n con Israel) y deportiva (es la tercera gran potencia del ajedrez asi¨¢tico, tras China e India; adem¨¢s de Firouzja, tiene tres jugadores menores de 25 a?os con gran proyecci¨®n). Otros, como Arabia Saud¨ª y Palestina cuentan con muy pocos jugadores infantiles pero su postura es muy clara: la FIDE tuvo que retiraren en 2018 a los saud¨ªes la organizaci¨®n del Mundial de partidas r¨¢pidas, a pesar de los muy tentadores premios en met¨¢lico, ante su persistente negativa a negar visados a Israel, cuyos ajedrecistas aceptan normalmente el enfrentamiento con musulmanes.
El caso Firouzja mancha de manera escandalosa la brillant¨ªsima trayectoria del iran¨ª, cuyos puntos (2.682) en la lista mundial cuando a¨²n no ha cumplido los 16 a?os (lo har¨¢ el 18 de junio) son muy similares a los que ten¨ªa (2.698) a la misma edad el actual campe¨®n del mundo, el noruego Magnus Carlsen, considerado por muchos como el mejor de la historia. Firouzja era el 4? cabeza de serie del torneo de Karlsruhe, y por tanto uno de los favoritos al primer premio, que adem¨¢s daba una plaza directa en el torneo de ¨¦lite mundial en la misma ciudad en 2020. Jugar esa competici¨®n a los 16 con Carlsen y las dem¨¢s estrellas hubieran sido para Firouzja un regalo maravilloso, que se hizo a?icos cuando fue obligado a perder.
Su derrota en la ronda siguiente ante una rival muy inferior a ¨¦l, la alemana Antonia Ziegenfuss, es muy sospechosa. Si bien es cierto que incluso los genios cometen errores de principiante alguna vez en su vida -por cansancio, falta de concentraci¨®n, exceso de confianza, nerviosismo, etc.-, el de Firouzja en esa partida es tan burdo y cercano al incidente de la v¨ªspera que pudo ser deliberado, en una mezcla de rabia y protesta.
El colmo se produce cuando los ni?os o adolescentes musulmanes obligados a perder son adem¨¢s incitados a vanagloriarse de ello en p¨²blico cuando regresan a su pa¨ªs. As¨ª ocurri¨® con otro iran¨ª, Ary¨¢n Gholami, de 17 a?os, aclamado como un h¨¦roe a primeros de a?o en Teher¨¢n porque no se hab¨ªa presentado a jugar su partida de la Rilton Cup de Estocolmo frente al israel¨ª Ariel Erenberg. Fue recibido incluso por el l¨ªder supremo, el ayatola Al¨ª Jamenei, y elogiado por parte de la prensa nacional como el protagonista de otro triunfo ¡°frente al r¨¦gimen sionista¡±.
Sin embargo, y para escarnio del Gobierno de Teher¨¢n, Gholami se hab¨ªa sincerado despu¨¦s del incidente con el portal sueco Schaak: ¡°No siento animadversi¨®n alguna contra mi rival, pero si acepto jugar contra un israel¨ª sufrir¨¦ consecuencias muy serias en mi pa¨ªs¡±. Todo indica que el sentimiento de Firouzja es muy similar.
Casi la mitad de los 81 millones de iran¨ªes tiene menos de 30 a?os; y 26 millones no llegan a los 20. Sometido desde hace a?os a un embargo internacional que Donald Trump acaba de apretar a¨²n m¨¢s, el pa¨ªs es una olla a presi¨®n: los j¨®venes quieren parecerse a los del resto del mundo, mientras la ¨¦lite de religiosos intenta -y de momento consigue a medias- poner puertas al campo. En ese explosivo contexto, el ajedrez iran¨ª es ejemplar, con una impresionante producci¨®n de grandes talentos -tambi¨¦n entre las mujeres-, a pesar de su escasez de recursos. La cuesti¨®n ahora es si un diamante en bruto como Firouzja, uno de los mayores prodigios que han surgido en el ajedrez mundial en lo que va de siglo, debe pagar las consecuencias de la tremenda tensi¨®n con ¡°el r¨¦gimen sionista¡±.
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