Pedrosa desborda a un desconocido Atl¨¦tico en Cornell¨¤

El Atl¨¦tico se apag¨® en Barcelona. Desde que el Bar?a dej¨® la esperanza rojiblanca en la UCI en el Camp Nou, los muchachos de Diego Simeone se mentalizaron en retrasar lo m¨¢ximo posible el alir¨®n azulgrana. Pero ya con la copa en las vitrinas del Museo del Barcelona, el Atl¨¦tico se qued¨® sin su leitmotiv: el nervio. Y eso que lo intent¨®. Pero no hubo caso. Se encontr¨® con un Espanyol alegre, impulsado por sus canteranos, por un primer gol gestado en una carrera a lo Bolt de Adri¨¤ Pedrosa, y por Borja Iglesias, goleador de Segunda y de Primera, m¨¢ximo artillero del cuadro de Rubi. Un 3-0 rotundo, que mantiene viva la ilusi¨®n de Europa en Cornell¨¤.

Sin m¨¢s motivaci¨®n que el segundo escal¨®n del podio en LaLiga, segundo consecutivo, tercero desde que Diego Simeone se adue?¨® del banquillo rojiblanco, el Atl¨¦tico lleg¨® relajado al RCDE Stadium. En la b¨²squeda de un f¨²tbol m¨¢s alegre, menos atenazado, m¨¢s cerca de la porter¨ªa de Diego L¨®pez que la de Oblak. Un equipo para que florezca Lemar, al ritmo de lo que decida Rodrigo, de nuevo al mando del mediocampo, con Sa¨²l liberado a su lado. Necesitaba un punto el Atl¨¦tico para sellar la segunda plaza y as¨ª finalizar LaLiga por vig¨¦sima ocasi¨®n en su historia por delante del Real Madrid. No pudo ser. Enfrente se encontr¨® con un Espanyol igual de desacomplejado, m¨¢s afortunado, definitivamente m¨¢s certero.

No supo el Atl¨¦tico aprovechar los agujeros del Espanyol. La intensa presi¨®n de los muchachos de Simeone funcion¨® de entrada. Morata le birl¨® el bal¨®n a Hermoso, para que despu¨¦s Diego L¨®pez calculara mal en un cierre. Ni el exdelantero del Madrid ni Koke aprovecharon los errores de la zaga blanquiazul. Al ritmo del intermitente Rodrigo, el Atl¨¦tico mov¨ªa la pelota por momentos con velocidad, en ocasiones con parsimonia. Sin espacios, en cualquier caso, para el Espanyol aprovechara la velocidad de Wu Lei y Borja Iglesias, con Melendo m¨¢s contenido en el callej¨®n del 10. No hab¨ªa m¨¢s soluci¨®n en ataque que el desparpajo del canterano, con Granero y Darder sin ritmo ni fiereza.

Pero los pocos huecos que dejaba por entonces el Atl¨¦tico, esos que no supieron encontrar los puntas del Espanyol, los descubri¨® Adri¨¤ Pedrosa. Un contragolpe de autor, una escala inmensa a toda velocidad del lateral blanquiazul por la izquierda, que dej¨® en el camino a dos jugadores del Atl¨¦tico. Tras recorrer 87,6 metros, seg¨²n los datos facilitados por Movistar +, se plant¨® frente a Oblak. Y no se anim¨® a rematar. Busc¨® a Wu Lei, pero se interpuso God¨ªn, que rechaz¨® mal y mand¨® el bal¨®n a la porter¨ªa del meta esloveno. Segundo remate entre los tres palos del Espanyol, primero con peligro: 1-0. Un golpe duro para Simeone, segundos antes de paso por los vestuarios.

Meti¨® mano el t¨¦cnico argentino en el descanso. No le qued¨® m¨¢s remedio. Afuera Savic, lesionado, adentro el inquieto Correa. Mismo sistema, con Sa¨²l como central, una posibilidad que contemplaba Simeone. Cuando parec¨ªa que renac¨ªa el Atl¨¦tico, de nuevo metido en el encuentro, dispuesto a llevarse por delante al Espanyol, Rodrigo volvi¨® a calibrar mal un pase. Esta vez con el peor final para el Atl¨¦tico. Melendo pesc¨® el bal¨®n en la medular y arranc¨® a la espera del desmarque de Borja Iglesias. Buen movimiento del Panda, mejor definici¨®n, nada menos que ante un pr¨¢cticamente invisible Oblak, camino a su cuarto Zamora consecutivo. Entonces s¨ª, se desinfl¨® el cuadro rojiblanco. A merced del Espanyol, solo sostenido por el meta esloveno, vistoso para rechazar los remates de Darder y Borja. No pudo, sin embargo, con el ¨²ltimo remate del 7 desde el punto de penalti. Puado, otro de los jovencitos de Rubi, se col¨® en el ¨¢rea y Juanfran le tir¨® un absurdo topetazo. El ¨¢rbitro se?al¨® penalti. Un caramelo para Borja que cant¨® su gol n¨²mero 15 en LaLiga, en su primera campa?a en Primera.

Volvi¨® a agitar el banquillo Simeone. Un cambio sin sorpresa: Thomas por Rodrigo. No hubo revoluci¨®n. El Atl¨¦tico se qued¨® sin gasolina, lo aprovech¨® un Espanyol desacomplejado, liberado a partir de la habilidad de Melendo, la velocidad de Pedrosa y poder goleador de Borja.