El Celta aprovecha las rebajas del Barcelona
El equipo gallego derrota a un rival abarrotado de suplentes o jugadores del filial y se sit¨²a al filo de sellar la permanencia
El Barcelona se descafein¨® ante un rival excitado y fue de m¨¢s a menos ante el Celta, que le super¨® para situarse muy cerca de salvar una campa?a que tuvo cuesta arriba. Ahora, con 40 puntos, 15 de ellos logrados en las ¨²ltimas ocho jornadas, el equipo gallego afronta el futuro con la esperanza casi cierta de un final feliz a tanta pesadilla. El m¨¢s inmediato le vuelve la mirada hacia lo que hagan este domingo el Girona y, sobre todo, el Valladolid, que tienen la posibilidad de elevar el list¨®n preciso para quedarse en Primera.
El Barcelona fue un convidado sin apenas voz en la fiesta del Celta. La ambici¨®n por completar el triplete con el reto inmediato de la visita a Anfield rebaj¨® la alineaci¨®n del Barcelona hasta l¨ªmites inauditos, m¨¢s todav¨ªa cuando nada m¨¢s echar a rodar la pelota Demb¨¦l¨¦ volvi¨® a cubrir una estaci¨®n m¨¢s de su calvario muscular. El franc¨¦s sufri¨® una lesi¨®n en los isquiotibiales de la pierna derecha, y este domingo se le har¨¢n m¨¢s pruebas aunque dif¨ªcilmente pueda llegar al encuentro europeo del martes.
Ninguno de los titulares que design¨® Valverde en Bala¨ªdos tuvo ese rol en el partido de ida contra el Liverpool y tampoco parece que lo vaya a tener en el duelo que definir¨¢ el acceso a la final de la Champions; si acaso quiz¨¢s Arthur cuente para Valverde en Liverpool. En Vigo al menos lo retir¨® del campo a la hora de partido y le dio el resto de minutos a Arturo Vidal.
En este tipo de ocasiones se les da rienda a futbolistas que parten dispuestos a cumplir el tr¨¢mite, pero tambi¨¦n a alguno que entiende que est¨¢ ante un escaparate. Y en el Barcelona hab¨ªa g¨¦nero por mostrar, el de Riqui Puig por ejemplo, al que se le empieza a designar como el guardi¨¢n de un estilo sobre el que se debate. Tanta expectativa despierta el joven Puig en su amanecer futbol¨ªstico que existe el peligro de sublimarlo. Y todo lo que sube, baja. En todo caso el chico es una delicia. Durante bastantes minutos orient¨® el f¨²tbol de su equipo desde el pasadizo del ocho. Luego decay¨®. El Barcelona comenz¨® gustoso, con capacidad para trabajar en el campo del Celta. Movi¨® la pelota y al rival, le hizo sufrir. Pero le falt¨® repr¨ªs en los ¨²ltimos metros porque Boateng no lleg¨® a sintonizar con el partido, Malcom se perdi¨® en caracoleos y los centrocampistas fueron m¨¢s pasadores que llegadores.
El Celta trat¨® de hacerse fuerte en el repliegue. Como no ten¨ªa delante un rival que le plantease balones cruzados al ¨¢rea hasta pareci¨® s¨®lido en defensa y al filo de la media hora empez¨® a soltarse porque descendi¨® la velocidad de bal¨®n del rival, subi¨® l¨ªneas y comenz¨® a recuperar la pelota lejos de su porter¨ªa. Fue un alivio para el equipo de Fran Escrib¨¢, apenas incomodado en los ¨²ltimos metros por un remate del lateral Wagu¨¦, tras robo de Puig. El partido hab¨ªa cambiado al cierre de la primera mitad. El Celta ya parec¨ªa acoplado a lo que le ped¨ªa el Barcelona. Y regres¨® del par¨®n con otro tono.
Lleg¨® un gol. Lo marc¨® Ara¨²jo despu¨¦s de que Cillesen sacase en extraordinaria parada un testarazo de Cabral, pero la fiesta local no pas¨® el filtro del videoarbitraje, que traz¨® paralelas y delimit¨® que el pie del central mexicano estaba unos cent¨ªmetros m¨¢s adelantado que el de Malcom. Con la tecnolog¨ªa ya nadie est¨¢ en l¨ªnea.
El Celta subi¨® su zaga, busc¨® al rival y tap¨® los suministros a Ale?¨¢ y sobre todo al liviano Puig. El Barcelona hab¨ªa avisado con un intento de Collado, un debutante que fue alternativa al lesionado Demb¨¦l¨¦, pero ya se hab¨ªa convertido en sufridor porque cada bal¨®n perdido le penalizaba, atento el Celta a las transiciones.
Maxi G¨®mez fall¨® la primera, pero no la segunda. Y era mucho m¨¢s complicada de embocar. Fue un golazo que define a un delantero que con apenas 22 a?os es un cheque al portador para el Celta. Fino, enfocado, adaptado como un guante al f¨²tbol europeo, Maxi no deja de sorprender. Con Aspas cerca es m¨¢s, obviamente.
Y sin embargo en este partido Aspas no acab¨® de conectarse. No lo hizo y a¨²n as¨ª marc¨®. Sell¨® la victoria de su equipo con un gol de penalti sobre la hora tras mano de Umtiti, de la que alertaron los ¨¢rbitros al mando del v¨ªdeo. El Barcelona ya hab¨ªa desaparecido, incapaz de impedir que el Celta se defendiese con la pelota. Perdi¨® el alma con el que hab¨ªa iniciado el partido y avanz¨® hacia el tr¨¢mite. En definitiva hacia la derrota.
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