Kompany mete el gol que pone al City en el umbral de la Premier

Vincent Kompany parec¨ªa acabado en la primavera de 2016. Despu¨¦s de a?os de altibajos, de lesiones recurrentes, de m¨²sculos que fallan, de tendones que se inflaman, de percances f¨ªsicos que se traducen en terror metaf¨ªsico y en inseguridad futbol¨ªstica, el hombre languidec¨ªa como la gran promesa de rey de los centrales europeos que nunca lleg¨® a cuajar. Lo recuper¨® Guardiola. Poco a poco, el entrenador espa?ol le devolvi¨® la confianza y el estatuto de gran jefe. Por encima de Stones, de Otamendi, e incluso de Laporte, el zaguero belga adquiri¨® a sus 32 a?os m¨¢s prestigio que nunca. La Premier de los 100 puntos y el Mundial de Rusia en 2018 coronaron su tard¨ªa gloria. Pero la crecida no acab¨® ah¨ª. Prosigui¨® este lunes en el Etihad. Se prolong¨® en la noche incierta de dudas negras que ¨¦l ilumin¨® con la certeza de un bombazo. Su gol, producto de un tiro desde los 30 metros metiendo el empeine de su pie derecho con toda el alma, rompi¨® la dur¨ªsima resistencia del Leicester (1-0) y coloc¨® al Manchester City en el umbral de la conquista de la Premier. Un punto por encima del Liverpool cuando se cumplen 37 jornadas de competici¨®n. A un paso del desenlace, pr¨®ximo domingo a las 16:00, cuando se disputar¨¢n todos los encuentros que le restan a la temporada.

El Leicester es uno de esos buenos equipos ingleses acomodados en la bella y acogedora Premier. Exhibe destacados jugadores internacionales, dirigentes profesionales y t¨¦cnicos competentes que se encuentran magn¨ªficamente bien facturando millones en los lugares tibios de la tabla. Lejos del ruido y del gasto excesivo. Acunados por una hinchada agradecida con cualquier cosa. Sean grandes tardes o p¨¦simos partidos. Todo lo celebran los hinchas brit¨¢nicos y de todo son capaces los jugadores del Leicester si les da la vena. Este lunes se presentaron en Manchester a ejercer de jueces de la Premier m¨¢s disputada de la historia. El City necesitaba ganar para recuperar la primera plaza. A falta de una jornada el Liverpool sumaba 94 puntos, r¨¦cord absoluto de un segundo clasificado, y a falta de dos el City 92. Bajo la presi¨®n de la necesidad urgente, Guardiola plante¨® un ataque masivo.

Bernardo Silva, Foden, Ag¨¹ero y Sterling se lanzaron sobre la porter¨ªa de Schmeichel en tromba. Entrando y saliendo del ¨¢rea en recorridos circulares, en un intento de desencajar a la defensa rival, solo Gundogan se qued¨® en el eje del campo para dirigir el tr¨¢fico, escoltado por los laterales. El Leicester no pudo contragolpear ni una sola vez en toda la primera parte, de tanto que lo apret¨® el City. En caso de p¨¦rdida, la presi¨®n a la pelota fue vehemente. El primer tiempo arroj¨® una estad¨ªstica que refleja la clase de tensi¨®n defensiva del equipo local: siete faltas contra dos del Leicester.

Ordenado para defenderse y listo para atacar con el astuto Vardy y el ¨¢gil Maddison, el Leicester no rompi¨® una l¨ªnea. Si Ag¨¹ero sac¨® un cabezazo, o un remate en un escorzo, ah¨ª aparecieron las manos de Schmeichel para sellar su arco. El cron¨®metro comenz¨® a consumir el segundo tiempo ante el creciente nerviosismo de la hinchada. El p¨²blico callaba. Guardiola se agarraba la cabeza. El 0-0 quemaba en el marcador. Solo Bernardo Silva desequilibraba en el uno contra uno, siempre desmarcado en la raya derecha, siempre listo para encarar, driblar, pasar o rematar generando el desorden. No era suficiente. Bernardo Silva tambi¨¦n daba se?ales de desesperaci¨®n mordi¨¦ndose la camiseta en un gesto obsesivo compulsivo.

Frente a un City que se despleg¨® cada vez con m¨¢s gente en posiciones avanzadas, armando progresiones cada vez m¨¢s complejas, el Leicester se encastill¨® en la formidable presencia de Harry Maguire. Cultivaba su confianza el equipo visitante, se afianzaba en el 0-0 y amenazaba con permanecer impenetrable hasta el final. Hasta que apareci¨® Kompany. Lo hizo en uno de esos avances multitudinarios. En una maniobra que descubri¨® a Ederson como ¨²nico ocupante del terreno del City. Fue Laporte quien le pas¨® la pelota a Kompany y el belga debi¨® descubrir la porter¨ªa tan cerca, y se debi¨® ver tan libre, sin que Choudhury ni Tielemans se atrevieran a deshacer su formaci¨®n para salirle al paso, temerosos de que se les colara alg¨²n Silva por ah¨ª, que chut¨®.

El gol de Kompany puede ser el gol de la Premier. Una cosa es segura: este lunes fue el gol del alivio. Cuando acab¨® el partido Guardiola corri¨® a abrazarlo ante el jolgorio general de las gradas repletas de sentimentales que cantaban una canci¨®n triste: Blue Moon, el himno oficioso.

En la pr¨®xima jornada de la Premier, el Liverpool recibe al Wolverhampton el domingo en Anfield a las 16:00. Los wolves son s¨¦ptimos, a nueve puntos del United (57 a 66), por lo que no tienen margen para clasificarse para la Liga Europa. El Manchester City, por su parte, se enfrentar¨¢ al Brighton a domicilio a la misma hora. El Brighton es 17? clasificado y ya ha asegurado su permanencia con 36 puntos frente al Cardiff, el 18?, descendido con 31 puntos.