Nadal ya se reconoce
El n¨²mero dos arrolla a Wawrinka en su mejor partido del a?o sobre tierra (6-1 y 6-2) y afronta a Tsitsipas en las semifinales: ¡°Era un d¨ªa para dar un paso adelante, ha salido el partido que quer¨ªa¡±
Aunque Stan Wawrinka est¨¦ lejos, lej¨ªsimos de aquel rival que met¨ªa el miedo en el cuerpo porque en cualquier momento pod¨ªa dar un susto y el gran golpe de turno, con Australia, Par¨ªs y Nueva York ya en su vitrina para siempre, la noche dej¨® un muy buen sabor de boca: Rafael Nadal (6-1 y 6-2, en 1h 08m) se mira al espejo y cada vez va reconoci¨¦ndose m¨¢s, porque su juego aumenta y las dudas disminuyen. Siguiendo con la met¨¢fora de la escalera que ¨¦l mismo plante¨® hace dos semanas en Barcelona, cuando ten¨ªa que sudar tinta para sacar adelante cada partido, se puede afirmar que Nadal ya est¨¢ m¨¢s cerca de Nadal, que ha ascendido varios pelda?os desde entonces y que pese a no tener todav¨ªa el brillo tradicional en la arcilla, compite en la direcci¨®n correcta.
En sus tres primeros compromisos en Madrid, el mallorqu¨ªn ha conseguido alejar la indecisi¨®n y los temores. Nadal progresa adecuadamente, y eso es una magn¨ªfica noticia a tenor de c¨®mo lleg¨® al barrio de San Ferm¨ªn, contrariado y dubitativo; despu¨¦s de un ¡°baj¨®n mental grande¡±, en palabras suyas. Mejor¨® contra los dos jovenzuelos de las dos primeras rondas, Felix Auger-Aliassime y Frances Tiafoe, y ante Wawrinka firm¨® su mejor partido de esta temporada sobre la tierra para citarse en las semifinales con el imberbe que m¨¢s fuerte aprieta: el griego Stefanos Tsitsipas, que un par de horas antes hab¨ªa superado a Alexander Zverev por 7-5, 3-6 y 6-2.
Durante varias fases de la noche, Nadal alcanz¨® esa velocidad de crucero imposible de seguir, y m¨¢s para un adversario muy venido a menos que hace poco m¨¢s de un a?o estuvo cerca de colgar la raqueta. Una enorme cicatriz en la rodilla izquierda retrata el presente de Wawrinka, en su d¨ªa capaz de sacudirle a cualquiera, pero no ahora. El curso pasado, despu¨¦s de una doble intervenci¨®n para reparar la articulaci¨®n, tan solo pudo disputar 34 partidos y en este los resultados han sido flojos, a excepci¨®n de la final que perdi¨® en Rotterdam.
Nadal le quebr¨® el servicio al cuarto juego y a partir de ah¨ª, el duelo se tradujo en un mon¨®logo. Liber¨® el balear la derecha, tambi¨¦n sac¨® a pasear el rev¨¦s y afil¨® ostensiblemente el servicio, deficitario en Montecarlo y Barcelona. En esta ocasi¨®n, el saque le report¨® un 71% de puntos con primeros y un 90% con segundos, y rompi¨® en mil pedazos el de su rival (53% y 31%, respectivamente). Ahora s¨ª, desprendi¨® Nadal la sensaci¨®n de alzar el vuelo y de no estar a la expectativa. Dict¨® y dispuso durante toda la velada, y el cuadro le empareja ahora con un tenista de inmejorable porvenir, serio y talentoso como lo es Tsitsipas. Ser¨¢ ¨¦l, un tallo (1,93) que sirve muy bien y pelotea como un treinta?ero, quien calibre el estado real del espa?ol.
¡°Era un d¨ªa para dar un paso adelante, y creo que se ha conseguido¡±, apreci¨® ante los periodistas, ya entrada la medianoche. ¡°He estado sobrio. En defensa, es el d¨ªa que mejor he estado; he vuelto a sentir otra vez potencia en las piernas y cuando llegaba y pod¨ªa responder mejor¡±, prosigui¨®. ¡°Ha salido el partido que quer¨ªa, m¨¢s all¨¢ de lo que hicera ¨¦l o no¡±, matiz¨®, antes de poner un dato sobre la mesa. ¡°Es la tercera semifinal consecutiva en las cuatro ¨²ltimas semanas; s¨¦ que para algunos de vosotros quiz¨¢ puede saber a poco, despu¨¦s de lo que he conseguido en los ¨²ltimos a?os en esta superficie, pero vengo de una ¨¦poca complicadilla y con muchos problemas f¨ªsicos. Para m¨ª es importante¡±, cerr¨® Nadal, cada vez con mejor cara.
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