Nadal, por la alfombra roja
El n¨²mero dos disfruta de una noche pl¨¢cida contra Tiafoe, al que concede solo 10 puntos al resto: 6-3 y 6-4, en 1h 32m. En los cuartos se enfrentar¨¢ al devaluado Wawrinka, superior a Nishikori (6-3 y 7-6)
Poco a poco, ca¨ªa la noche en Madrid, se encend¨ªan los focos de la Caja M¨¢gica y se desenrollaba la alfombra roja para que Rafael Nadal alcanzase pl¨¢cidamente los cuartos del torneo.
Enfrente estaba Frances Tiafoe, un joven que a la que puede la rompe, sin freno de mano, en combusti¨®n permanente; jugando con ese registro tan made in USA de pista dura, bomba-bomba-bomba, que se traduce en un harakiri sobre tierra batida, territorio que exige masticar el punto y trabajarlo de principio a fin. Pero no consta para Tiafoe. Siempre por la v¨ªa m¨¢s r¨¢pida, se estrell¨® el estadounidense contra s¨ª mismo, de modo que a Nadal se le qued¨® una velada c¨®moda y hasta cierto punto placentera: sin agobios, sin estr¨¦s, con muy poquito rival. Y, en consecuencia, segunda victoria. 6-3 y 6-4, en 1h 32m.
No tuvo demasiada miga la noche. En todo caso, novedad en esta primavera, el ver a Nadal otra vez gesticulando y celebrando, ganando revoluciones cuando hasta hace nada en su mente hab¨ªa nubarrones y no ve¨ªa las cosas claras. Al parecer, o as¨ª lo dice ¨¦l, empieza a escampar y poco a poco va reencontr¨¢ndose consigo mismo, reconoci¨¦ndose un poquito m¨¢s, aunque del duelo con Tiafoe tampoco pueden extraerse excesivas conclusiones. No le dio ritmo el norteamericano (37 del mundo, 21 a?os), sino todo lo contrario. Se jug¨® cada pelota a la ruleta rusa y en la mayor¨ªa de ocasiones se estrellaba en la red, o se iba un metro sobre la l¨ªnea de fondo.
En el primer parcial, no consegu¨ªa hacerle un punto al resto a Nadal ni tiros. En cuatro se detuvo la cifra (10 en total). Despu¨¦s, en la continuaci¨®n, se anim¨® un poco m¨¢s el tema, pero el balear mantuvo con autoridad las distancias y trat¨® de sacarle jugo a la noche, m¨¢s bien ins¨ªpida y de poquito tenis, poquito juego, desbaratando la ¨²nica opci¨®n real de que su adversario le encontrara las cosquillas. Fue en el cuarto juego, cuando Tiafoe, con andares de rapero y aspecto de un running back, adquiri¨® un enga?oso 0-30 que luego deriv¨® en su ¨²nica opci¨®n de break, abortada con maestr¨ªa por Nadal.
Fue un achuch¨®n. M¨ªnimo.
Entonces, el mallorqu¨ªn contragolpe¨® y se apunt¨® otra rotura, y arm¨® el brazo para concederse una peque?a alegr¨ªa y ponerle un poco de libido al partido. Acostumbrados estos d¨ªas a verle con el semblante serio y mirando al suelo, como quien busca un tr¨¦bol de cuatro hojas para cambiar la din¨¢mica, esa imagen de rabia (la ¡°energ¨ªa¡± a la que ¨¦l se refiere) fue la se?al m¨¢s positiva que emiti¨® el pulso que le condujo hacia los cuartos. All¨ª le esperaba Stan Wawrinka, campe¨®n de Roland Garros en 2015, pero muy venido a menos en los ¨²ltimos tiempos. El suizo derrot¨® a Kei Nishikori, otro rival en horas bajas (6-3 y 7-6), y se filtr¨® en una escala en la que no coincid¨ªan Nadal, Federer y Djokovic, los cuartos de Madrid, desde 2011; en un Masters 1000, desde hac¨ªa cuatro a?os en Roma.
¡°Otro partido dif¨ªcil, a¨²n m¨¢s que el de hoy. Un partido de los que apetece jugar¡±, anticip¨® Nadal, satisfecho con su actuaci¨®n. ¡°He hecho un buen primer set. En los momentos en los que he tenido que sufrir un poco, he sabido sufrir; no creo que haya cometido muchos errores [16]; cuando he tenido que pegarle con el drive, le he pegado m¨¢s o menos bien¡¡±, prosigui¨®. ¡°Vuelvo a tener estabilidad, sin hacer cosas incre¨ªblemente buenas, pero tampoco malas. Ahora hay que ir a?adiendo ingredientes a esta base, que es buena; si lo hago, estar¨¦ preparado para competir aqu¨ª y en Roma la pr¨®xima semana¡±.
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