El Girona, con un pie y medio en Segunda
El equipo de Eusebio cae con el Levante, ya salvado, y para no bajar deber¨¢ vencer a Alav¨¦s a domicilio y que el Celta pierda ante el Rayo, adem¨¢s de salvar una diferencia de siete goles
Atron¨® la banda sonora de Juego de Tronos al tiempo que arrib¨® a Montilivi el autob¨²s del Levante, envuelto entre abucheos y gritos de ¡°?Girona, Girona!¡±. Reclam¨® Eusebio a su afici¨®n que alentara al equipo, que estuviera tambi¨¦n a las duras tras un a?o y medio de luna de miel. No pudo haber mejor replica de la hinchada, que acompa?¨® en masa al equipo en su trayecto al estadio y recibi¨® al autocar con una riada de bengalas y petardos para formar una bruma y estruendo que daba m¨¢s ¨¦pica a la bienvenida. Era el d¨ªa del desga?ite porque no quedaba otra, porque las siete derrotas en los ¨²ltimos ocho encuentros ¨Cuna losa de dif¨ªcil digesti¨®n- pon¨ªan al Girona en la pira de Segunda a no ser que firmara un triunfo y consiguiera una bola extra para depender de s¨ª mismo en la ¨²ltima jornada. Lo necesitaba porque de lo contrario pod¨ªa darse de bruces con el mayor de los castigos, con el descenso. Pero las c¨¢balas nada ten¨ªan que ver con el bal¨®n en juego y ah¨ª el Girona dio otro paso de cangrejo. Quiz¨¢ el pen¨²ltimo porque la vida, a falta de una jornada y una quimera, se le agota.
Resulta que el duelo empez¨® torcido para el Levante, que vio como To?o se lesionaba en la primera jugada tras un topetazo con Portu. Entr¨® Pedro L¨®pez y Coke cambi¨® de banda pero no de chip porque suya fue la pifia que propici¨® el robo de Portu y la contra de Stuani, que pudo chutar en el ¨¢rea pero Vezo corrigi¨® a tiempo. Calco de lo que ocurri¨® instantes despu¨¦s, cuando Rober Pier repiti¨® desastre desde la ra¨ªz y Stuani logr¨® chutar para que Aitor desviara a c¨®rner. Era un arre¨®n en toda regla y Lozano casi emboca el siguiente centro de un testarazo. Pero todo se quedaba en el casi. Como en ese eslalon de Valery que no encontr¨® rematador; ese centro de Lozano que no conect¨® con Stuani; ese pase interior de Douglas Luiz que no recogi¨® por poco Portu; y esa asistencia de Muniesa por encima de la defensa que Coke se trag¨® y Portu remat¨® con mala baba pero poca definici¨®n.
No acert¨® el Girona y eso que el Levante ten¨ªa el gafe, lesionado tambi¨¦n Rober Pier a los 20 minutos, lo que condicion¨® a su equipo y entrenador, que con m¨¢s de una hora por delante solo le quedaba un cambio y poco margen de revoluci¨®n. Eso es lo que intent¨® Morales, ¨²nico en ofrecer profundidad por la izquierda, tambi¨¦n regate y hasta chut, pero Bono sac¨® los pu?os con tino como tambi¨¦n hizo con esa falta lateral lanzada por Campa?a. No hab¨ªa m¨¢s del Levante, apocado como estaba ante la electricidad que desprend¨ªa el Girona, tan desafinado en el juego colectivo como inmune al desaliento. Entre otras cosas porque se dedic¨® a buscar a Stuani, siempre con centros laterales o desde la Conchinchina, tarea f¨¢cil para las dos l¨ªneas del Levante, que se agrupaban en el ¨¢rea para echar balones fuera.
Pretendi¨® el Levante decir la suya con triangulaciones r¨¢pidas, siempre con Bardhi como crupier y con Morales como final, pero se perdi¨® en los ¨²ltimos metros, falto de f¨²tbol e ingenio. Algo similar le sucedi¨® al Girona, que a la que toc¨® en campo ajeno arrincon¨® al contrincante, pero sus centros segu¨ªan sin surtir efecto, con un remate desviado de Lozano cuando Montilivi ya cantaba gol y otro Valery que se perdi¨® por poco. Pero en una de esas, Lozano se gan¨® la posici¨®n en el ¨¢rea y le peg¨® raso y fuerte. Despej¨® Aitor y Stuani, el rey del ¨¢rea, apareci¨® para empujarla a gol. Gloria que dur¨® poco porque Morales, apenas un par de jugadas m¨¢s tarde, atendi¨® a un centro lateral para poner las tablas. Tambi¨¦n el nerviosismo porque el Girona ten¨ªa poco a ganar y mucho a perder. Sensaci¨®n que creci¨® con esa jugada en la que Campa?a fue expulsado por un te¨®rico penalti a Stuani y que el colegiado debi¨® de revisar en el VAR. Al final, decret¨® que no, que se hab¨ªa equivocado.
Y entre el disgusto y el enfado, tambi¨¦n despu¨¦s de un gol que se le escap¨® por mil¨ªmetros a Muniesa, se acab¨® lo que se daba. Sobre todo porque una p¨¦rdida ingenua en la construcci¨®n provoc¨® la contra del Levante que concluy¨® Bardhi en gol. Fue el peor de los mazazos, el castigo que se lleva al Girona a Segunda a no ser que obre un milagro, pues debe ganar al Alav¨¦s a domicilio y que el Celta pierda en su casa frente al Rayo, adem¨¢s de recuperar una renta de siete goles. Casi imposible.
Eusebio: ¡°S¨®lo me queda pedir perd¨®n¡±
No hizo caso a la primera pregunta que le hicieron, obnubilado como estaba por el descalabro. ¡°Es un momento dif¨ªcil¡±, logr¨® articular Eusebio tras m¨¢s de 10 segundos intentando reprimir las l¨¢grimas, con voz entrecortada; ¡°pero lo primero que quiero hacer es asumir mi responsabilidad. Tengo una gran responsabilidad. Llegu¨¦ con una ilusi¨®n enorme, me sent¨ªa fuerte y capacitado. He trabajado con la confianza de que lo ¨ªbamos a conseguir, pero no ha sido as¨ª. Les he fallado y al club en la confianza que deposit¨® en m¨ª¡±. No hab¨ªa consuelo para el t¨¦cnico del Girona ni para el capit¨¢n. ¡°Hemos perdido nuestro sue?o¡±, dec¨ªa Granell a la vez que se le resbalaban las l¨¢grimas; ¡°estoy muy triste. Hemos vivido noches de mucho dolor y deseo que volvamos a so?ar con regresar a Primera¡±.
Daban por hecho todos el descenso del Girona, por m¨¢s que a¨²n le queda una oportunidad, pues debe ganar al Alav¨¦s a domicilio a la vez que el Celta caiga en Bala¨ªdos frente al Rayo, adem¨¢s de salvar una diferencia de seis goles. O sea, que necesita siete para seguir de pie en Primera. ¡°No sab¨ªa ni que hab¨ªa una opci¨®n remota de mantenernos. El ¨²nico objetivo de esta noche era ganar¡±, admiti¨® Granell. Y Eusebio sigui¨® con su discurso, lejos de pensar en el milagro. ¡°Lo ¨²nico que me queda es pedir perd¨®n a la direcci¨®n deportiva, a los due?os, a los jugadores y empleados, a la afici¨®n y a todos los que quer¨¦is al Girona. No he sido capaz de darles lo que esperaban¡±, se?al¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.