¡°Boludo, ?pero c¨®mo me voy a meter en esto si todav¨ªa tengo lo otro?¡±

Aparecen por un extremo de la calle dos veintea?eros altos, de peinado atrevido y tobillo descubierto, acompa?ados por un hombre grave de traje y corbata, y enseguida el pelot¨®n de periodistas que vigila la puerta de la comisar¨ªa provincial de Huesca sospecha que son futbolistas. Han cambiado muchas cosas en la ciudad con la Operaci¨®n Oikos: este mi¨¦rcoles bastaba caminar acompa?ado de un abogado para ser un presunto jugador de f¨²tbol.

Los chicos ven¨ªan a su papeleo. ¡°Lo pod¨¦is tirar¡±, dice el abogado sobre el material grabado por las c¨¢maras que controlan las idas y venidas de los llamados a declarar como testigos este mi¨¦rcoles por la polic¨ªa en el marco de las investigaciones del caso de ama?os de partidos en Primera y Segunda. Estuvieron jugadores del Huesca (Gallar, Melero y Camacho), el director general, Jos¨¦ Luis Ortas, el antiguo director de relaciones institucionales y exentrenador Leo Franco y el m¨¢ximo responsable del club a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Alcoraz, Jos¨¦ Manuel Ot¨ªn Pet¨®n.

El d¨ªa anterior la polic¨ªa hab¨ªa convocado por tel¨¦fono a varios futbolistas m¨¢s, pero se encontraban lejos de Huesca y no pasaron este mi¨¦rcoles por la comisar¨ªa.

El lugar ejerce un influjo raro. Gente en su ma?ana de tr¨¢mites que circula con aplomo por una calle tomada por las c¨¢maras, y futbolistas que madrugan para esquivarlas al usar la entrada principal y se esfuman una vez terminadas sus declaraciones por una peque?a puerta trasera que desagua a un pasillo y un aparcamiento de tierra. Por esa gatera escaparon hacia sus coches Melero, Gallar, Camacho y Leo Franco, que avanzaba abroch¨¢ndose la boca con el gesto de la cremallera.

Leo Franco ya se hab¨ªa visto en esa, aunque peor. El argentino era el portero del Zaragoza el d¨ªa de mayo de 2011 que jugaron en Valencia contra el Levante, partido que la fiscal¨ªa anticorrupci¨®n escrut¨® hasta llevar a un juicio fijado para el pr¨®ximo mes de septiembre. El exportero se sentar¨¢ esos d¨ªas en el banquillo de los acusados. As¨ª que cuando este mi¨¦rcoles se vio ante los agentes en el interior de la comisar¨ªa se le escap¨® un lamento: ¡°Boludo, ?pero c¨®mo me voy a meter en esto si todav¨ªa tengo lo otro?¡±, dijo seg¨²n una fuente cercana al argentino.

Conexi¨®n Bravo-Aranda

En los interrogatorios de este mi¨¦rcoles, los agentes se interesaron sobre todo por el partido Huesca-N¨¤stic del curso pasado y por si los testigos conoc¨ªan al presunto cabecilla de la trama, el ex del Madrid Ra¨²l Bravo, y una de las supuestas piezas centrales, el excanterano blanco Carlos Aranda. Seg¨²n una fuente conocedora del desarrollo de las comparecencias, la mayor¨ªa de las preguntas fueron de car¨¢cter muy general (si sab¨ªan que hab¨ªa ama?os) y los polic¨ªas no aludieron a materiales obtenidos durante la investigaci¨®n, como intervenciones telef¨®nicas o documentos.

Quien s¨ª sali¨® de la comisar¨ªa despu¨¦s de declarar fue Pet¨®n, que el martes hab¨ªa eludido el foco. Y sali¨® en tromba: ¡°Estamos aqu¨ª para defender la verdad. La verdad tambi¨¦n tiene que amparar a la SD Huesca. Se escuchan barbaridades y locuras, como que hay partidos en cuesti¨®n, como el del Betis o del Valencia. Cosas que el equipo jur¨ªdico del club estudiar¨¢ si son merecedoras de alguna denuncia por parte del Huesca. Estamos en este primer paso y luego pasaremos a esa ofensiva inmediata¡±, dijo antes de alejarse con Luismi Lasaosa, hermano del presidente del club, Agust¨ªn Lasaosa, que se permaneci¨® detenido en la comisar¨ªa, a la espera de declarar hoy ante el juez ?ngel de Pedro.

All¨ª dormir¨ªan tambi¨¦n este mi¨¦rcoles los otros cinco arrestados: Los futbolistas y exfutbolistas Bravo, Aranda, ??igo L¨®pez y Borja Fern¨¢ndez y el m¨¦dico del Huesca, Juan Carlos Galindo.

En un momento de la ma?ana, Pedro Gracia, empleado del club, entr¨® en la comisar¨ªa con dos maletas tama?o cabina de avi¨®n. ¡°Ropa para Zuera¡±, aventur¨® uno refiri¨¦ndose a la prisi¨®n situada a 36 kil¨®metros de la ciudad. ¡°O camisetas para repartir¡±, brome¨® otro.