Nadal contra Federer, un regalo para el tenis

La historia, caprichosa ella, regala el reencuentro de Rafael Nadal y Roger Federer en las semifinales de Par¨ªs, cuando hace no demasiado tiempo hubiera sido poco menos que inimaginable. Llega el primero despu¨¦s de batir al japon¨¦s Kei Nishikori (6-1, 6-1 y 6-3, en 1h 51m), cargado a priori de razones para contemplar con optimismo el futuro m¨¢s cercano porque la estad¨ªstica arroja un dato aplastante: solo dos veces, en 15 cruces, pudo vencerle el suizo en un duelo sobre arcilla. Las dos quedan lejos, lej¨ªsimos: la segunda, hace 10 a?os en Madrid. Sin embargo, asiste Federer (7-6, 4-6, 7-6 y 6-4, en 3h 35m) a una oportunidad de oro por delante: pocos contaban con ¨¦l a estas alturas y nunca inclin¨® al balear en su reino, luego una victoria suya supondr¨ªa un golpe maestro a la rivalidad m¨¢s longeva y hermosa del tenis.

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Poquitas cosas le quedan al de Basilea por hacer, por conseguir, y de repente se encuentra ante un escenario pr¨¢cticamente impensable. Despu¨¦s de tres a?os sin competir sobre arena, el destino y el buen hacer de estas dos semanas le brindan la oportunidad de borrar un estigma que le persigue: Nadal pudo con ¨¦l en Wimbledon, y en Roland Garros el suizo no ha sido capaz de superarle al mallorqu¨ªn en las cinco ocasiones que se retaron: las finales de 2006, 2007, 2008 y 2011, ni en la semifinal de 2005.

Siempre se impuso el espa?ol, que manda holgadamente en tierra batida (13-2) y que adem¨¢s encara la cita con el a?adido de invertir la negativa tendencia de los ¨²ltimos tiempos, puesto que Federer le derrot¨® en los cinco ¨²ltimos careos.

Ayer, ambos resolvieron el pase a las semifinales despu¨¦s de una tarde trastocada por la lluvia. Se hab¨ªa hecho esperar esta edici¨®n, pero al final lleg¨®. A las cinco y media cay¨® un chaparr¨®n y una hora despu¨¦s se reanud¨® la acci¨®n. Nadal apenas se despein¨® contra Nishikori, mientras que Federer tuvo alg¨²n apuro m¨¢s ante Wawrinka, aunque hay un dato que aporta a¨²n m¨¢s brillo a su triunfo: convirti¨® su primera rotura despu¨¦s de ocho intentos, y se qued¨® en dos de 18 opciones. Pese a ello, gan¨®. De inmediato, envi¨® un mensaje retador a pie de pista: ¡°Una de las razones por las que he vuelto a jugar en tierra despu¨¦s de tanto tiempo es poder jugar contra Rafa otra vez¡±.

Mientras, en la sala de prensa Nadal desprend¨ªa relajaci¨®n. ¡°No s¨¦ c¨®mo estamos uno y otro. De momento, solo s¨¦ que estamos entre los cuatro mejores de este torneo y que me espera un partido de m¨¢xima dificultad. Aqu¨ª sigo, y de momento la cosas est¨¢n saliendo bien¡±, afirm¨® el de Manacor, que en su trazado solo se ha dejado un set, contra David Goffin, la misma cifra que el suizo. ¡°Es otro episodio entre nosotros y estoy feliz. Ser¨¢ especial¡±, continu¨®, ¡°porque esto no es para siempre e intento darme el m¨¢ximo n¨²mero de oportunidades posible de jugar partidos como este. Quiero seguir disfrutando de este tipo de vivencias. Jugar contra Djokovic en Roma o contra Federer aqu¨ª suponen momentos para los que uno trabaja d¨ªa a d¨ªa¡±.

El suizo y un peaje inevitable

Mientras tanto, el campe¨®n de 20 grandes transmit¨ªa un mensaje con pliegues en la sala de conferencias. ¡°Al igual que contra cualquier jugador, siempre hay una oportunidad¡±, apunt¨® Federer, que a su vez record¨® que de camino al choque se ha medido a cinco rivales diestros, de ah¨ª que deba pensar estos dos d¨ªas de transici¨®n en una preparaci¨®n espec¨ªfica contra zurdos, por m¨¢s que conozca de sobra los efectos diab¨®licos del drive de Nadal.

¡°Contra ¨¦l siempre va a ser duro, pero nunca sabes¡­ ?l quiz¨¢ pueda tener un problema o ponerse enfermo. Quiz¨¢ el viernes haya un viento incre¨ªble, quiz¨¢ llueva y haya 10 suspensiones¡­ Para m¨ª llegar hasta Rafa no ha sido sencillo. Han sido necesarios cinco partidos y ahora estoy contento de jugar contra ¨¦l, porque si quieres lograr algo en la arcilla, inevitablemente tendr¨¢s que pasar, en alguna etapa, por ¨¦l. Rafa es muy fuerte y sabes que estar¨¢ all¨ª. Cuando decid¨ª volver a la tierra sab¨ªa que pod¨ªa cruzarme con ¨¦l; si hubiera querido evitarlo, entonces no deber¨ªa haber regresado a esta superficie¡±, zanj¨® Federer.

?l y Nadal se midieron por primera vez en Par¨ªs hace 14 a?os, cuando ten¨ªan 23 y 19 respectivamente. Entonces eran dos melenudos extraordinarios que ten¨ªan toda la vida deportiva por delante y ahora, en un una suerte de gui?o celestial, vuelven a coincidir en la arena de la Chatrier. ¡°Todos nuestros partidos han sido especiales, pero este, a estas alturas de nuestra carrera, lo es un poco m¨¢s¡±, apreciaba Nadal ayer. El Bois de Boulogne, cuando parec¨ªa haber olvidado el viejo cl¨¢sico, lo recupera en su versi¨®n m¨¢s evolucionada. Y mientras tanto, los aficionados al tenis ya se frotan las manos.