Nadal frente a Thiem, otra vez
El austr¨ªaco derrota a Djokovic en un pulso plagado de alternativas (6-2, 3-6, 7-5, 5-7 y 7-5, en 4h 13m) y al igual que la temporada pasada, se medir¨¢ este domingo (15.00) al espa?ol por el t¨ªtulo de Roland Garros
Cuando Dominic Thiem incrusta la en¨¦sima derecha en el v¨¦rtice y Novak Djokovic finalmente se inclina por 6-2, 3-6, 7-5, 5-7 y 7-5, Roland Garros rebobina un a?o. Ser¨¢ otra vez el austr¨ªaco, llamando de nuevo a la puerta de la sucesi¨®n, quien est¨¦ enfrente de Rafael Nadal este domingo (15.00, DMAX y Eurosport) e intente elevar su primer cetro en Par¨ªs despu¨¦s de varios a?os presentando su candidatura. Llegar¨¢ Thiem con un desgaste m¨¢s que considerable y jugar¨¢ por cuarto d¨ªa consecutivo, porque para reducir a Novak Djokovic precis¨® de dos episodios ¨Cla lluvia forz¨® la suspensi¨®n el d¨ªa anterior¨C y no pudo ahorrar una sola gota de combustible. Eran casi las cuatro de la tarde, y el reloj se detuvo en 4h 13m. Sin pasar por la ducha, interven¨ªa Nole.
Ante los periodistas, parte como siempre de la deportividad, aunque disimula. La derrota duele y mucho. El escozor va por dentro. Se le hab¨ªa esfumado su ansiado Roland Garros, el aut¨¦ntico objetivo de su trabajo en los ¨²ltimos meses. Viene dolido y responde de forma escueta. ¡°No lo s¨¦, puedes pregunt¨¢rselo a ellos¡±, dice, seco, cuando se le interroga por la cancelaci¨®n del d¨ªa anterior, rebotado con la organizaci¨®n del torneo por el ajetreo program¨¢tico que le ha hecho jugar tres d¨ªas consecutivos. ¡°El supervisor dijo que no hab¨ªa objetos voladores, y un paraguas no debe serlo... Supongo que saben m¨¢s de tenis¡±, ironiza.
Volv¨ªa en la reanudaci¨®n a azotar el viento, pero con bastante menos intensidad, y volv¨ªa Djokovic a torcer el gesto. Segu¨ªa inc¨®modo el n¨²mero uno, que la tarde anterior hab¨ªa abandonado el complejo con un enfado de mil demonios, teni¨¦ndoselas tiesas con la organizaci¨®n a causa del aire, el fr¨ªo y de todo. Era su tercer d¨ªa sucesivo jugando, mientras Nadal peloteaba hoy sin estr¨¦s en la pista 4 de entrenamiento, informado detalladamente por Francis Roig de c¨®mo iba el pulso en la central. Ah¨ª abajo, rud¨ªsima disputa entre el serbio y Thiem el especialista, cada tiro suyo con dinamita. Derecha de hierro el austr¨ªaco, piernas de espr¨ªnter. Un obst¨¢culo enorme.
Tir¨® y tir¨® profundo para ir acorralando a Nole, sobreviviendo este como pod¨ªa. Obligado a recular y a hacer cambios bruscos de marcha para intentar cazar la ristra de dejadas, trat¨® el balc¨¢nico de contrarrestar a la desesperada. Entendi¨® que la mejor v¨ªa era irse a la aventura, hacia adelante para recuperar terreno, as¨ª que propuso un sinf¨ªn de subidas a la red ¨Cal final fueron 71, con un discreto r¨¦dito de 35 aciertos¨C que se volvieron en su contra y derivaron en una sangr¨ªa. Seleccionaba bien el momento, pero muchas veces ejecutaba mal la volea. Cosa rara, trat¨¢ndose de Djokovic.
Bronca al ¨¢rbitro: ¡°Ahora ser¨¢s famoso...¡±
En esa golosa situaci¨®n, Thiem desenfund¨® y lo frio a passings de todos los colores. Se llev¨® el parcial, inclin¨® el duelo a su favor y endemoni¨® un poquito m¨¢s al adversario. A este, por si fuera poco, le sancion¨® el juez Jaume Campistol con un warning por la demora excesiva en los servicios, y entonces lleg¨® el episodio: Djokovic, tan agarrotado y contrariado como la tarde anterior, liber¨® por fin al drag¨®n.
¨C ?T¨² has jugado alguna vez al tenis? ?Has arbitrado a un nivel m¨¢ximo? Bien hecho, te has hecho un nombre con esto. A partir de ahora ser¨¢s famoso¡
Espoleado por su propia c¨®lera, por ese autoempuj¨®n que tantos y tantos triunfos le ha reportado, el de Belgrado fue enderez¨¢ndose a la vez que Thiem perd¨ªa un punto de efervescencia. En la cuarta manga hubo un intercambio de breaks y Nole decant¨® con un aguijonazo de los suyos (para 6-5), reforzado con la doble falta del austr¨ªaco. Eran las dos de la tarde, y todo volv¨ªa a empezar de cero. Cara a cara, por un set, el del billete a la final.
Lluvia, y otra hora de par¨®n
Parec¨ªa que el n¨²mero uno hab¨ªa invertido la curva an¨ªmica y se hab¨ªa subido a la ola buena, pero el adversario no solo mantuvo el tipo sino que contratac¨®. Zarpazo, 3-1 para Thiem; luego el 4-1; y a continuaci¨®n, tres opciones de break y Djokovic grogui, tambaleante, al borde del KO. Entonces regres¨® la lluvia y Nole salv¨® la primera, la segunda, la tercera. Entonces, 14.20 y el torneo decret¨® el par¨®n, de m¨¢s de una hora. En el vestuario, dos formas absolutamente antag¨®nicas de afrontar una situaci¨®n l¨ªmite: el campe¨®n de 15 grandes jugueteando con su t¨¦cnico y su fisio, con una pelotita, mientras Thiem paseaba nervioso y se miraba las manos con la tentaci¨®n de mordisquearse las u?as.
Volvieron ambos a la arena. Djokovic sustituy¨® su camiseta blanca por una roja, y durante un rato cogi¨® buen color. Quebr¨® para 4-3, pero tropez¨® de inmediato y volvi¨® a enmendar despu¨¦s para 5-4. A remolque todo el rato, resistiendo a la tremenda derecha y el rev¨¦s explosivo de Thiem, sorte¨® dos bolas de partido y apuntaba a la reedici¨®n del cl¨¢sico con Nadal, pero el destino estaba escrito. Thiem (25 a?os) jug¨® mejor ayer y hoy, y mereci¨® una victoria que le conduce directamente al choque con el balear. Con este, una desventaja global de 8-4, aunque esas cuatro victorias llevan rastros de arcilla; la ¨²ltima, este a?o en las semifinales de Madrid.
¡°Cr¨¦dito para ¨¦l¡±, le felicita Djokovic, mordi¨¦ndose la lengua porque por dentro va un mosqueo monumental; para nada con Thiem, pero s¨ª con la organizaci¨®n. ¡°No quiero poner excusas. ?l gan¨® y lo hizo bien¡±, incide antes de que un periodista vuelva a plantear la pol¨¦mica de la suspensi¨®n y la reprogramaci¨®n. ¡°Son de las peores condiciones de las que yo he formado parte. Eso es todo lo que puedo decirte¡±, contesta antes de cruzar la puerta de salida.
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