Espa?a empata ante China y llega por primera vez a octavos
La selecci¨®n conocer¨¢ rival el pr¨®ximo jueves: Estados Unidos, lo m¨¢s probable, o Suecia
Espa?a empat¨® a cero contra China y se clasific¨® por primera vez para unos octavos de final de un Mundial. Le bastaba con no perder para ser segunda de grupo. Ahora, aguarda rival para el lunes 24 de junio (18.00) en Reims. Hasta este jueves no sabr¨¢ si se enfrentar¨¢ a la todopoderosa Estados Unidos, muy probablemente, o a Suecia. La selecci¨®n de Jorge Vilda consigui¨® el billete para la siguiente fase arrastrando el problema de siempre: la falta de gol. Chut¨® un sinf¨ªn de veces, cre¨® ocasiones, siempre en superioridad de tres cuartos de campo para arriba, pero no hubo manera de que entrara la pelota. En gran parte, por la gran actuaci¨®n de la portera china. No hay manera de que Espa?a plasme su superioridad con goles. Lleva apenas tres en tres partidos, los que le marc¨® a Sud¨¢frica y los que, a la postre, le han permitido pasar como segunda pese a tener los mismos puntos que China.
Vilda revolucion¨® el once en el Stade Oceane de Le Havre. Al t¨¦cnico no le est¨¢ temblando el pulso con las pretorianas. Amanda Sampedro, sustituida en el descanso del primer partido contra Sud¨¢frica, no ha vuelto a jugar. Vicky Losada, tampoco. Marta Torrej¨®n, que contra Alemania cometi¨® un error garrafal que propici¨® el gol de la victoria para las germanas y que en el primer partido tuvo que ser cambiada de banda porque Kgatlana le estaba haciendo un roto, fue suplente esta vez. Con lo que eso conlleva: es la capitana y la que m¨¢s veces ha vestido la camiseta de Espa?a. Tambi¨¦n sent¨® el seleccionador a Alexia Putellas, que no termin¨® ninguno de los dos partidos anteriores. La centrocampista del Bar?a entr¨® en la ¨²ltima media hora por Nahikari.
El cambio generacional est¨¢ en marcha. Vilda no quiere esperar a que pase el verano para llevarlo a cabo. Las Patri Guijarro, Nahikari y Luc¨ªa Garc¨ªa est¨¢n para liderar la selecci¨®n del futuro. Con criterio, madurez y desparpajo. Han crecido con mejores instalaciones y m¨¢s cultura futbol¨ªstica que las m¨¢s veteranas. Han gozado de una mejor preparaci¨®n, por la apuesta de los clubes y por la explosi¨®n del f¨²tbol femenino. Hacer que Espa?a despegue definitivamente ser¨¢ cosa de ellas.
Quer¨ªa la Roja dar el paso. No para plantarse en una final de un Mundial, porque pese a ser ambiciosa sabe de sobra que queda camino todav¨ªa, que hay selecciones que son superiores ¡ªf¨ªsicamente y en ritmo¡ª a ellas. Rivales que saben ser m¨¢s pragm¨¢ticos y que tienen m¨¢s pegada. Nadie le exige (todav¨ªa) plantarse en una final, pese al ¨¦xito y a los triunfos de las categor¨ªas inferiores. Quer¨ªa Espa?a dar el paso para superar la primera barrera hacia el crecimiento del futuro; quer¨ªa Espa?a llegar a octavos para seguir derribando puertas. Quer¨ªa Espa?a hacer historia porque hay muchas formas de hacerla. Se puede hacer paso a paso y subiendo peque?os pelda?os. De Canad¨¢ 2015, el primer Mundial que disput¨® la selecci¨®n entrenada por Nacho Quereda, se march¨® en la primera fase sin haber ganado un partido. En su segundo Mundial, el que se est¨¢ disputando en Francia, ya ha dado un paso m¨¢s.
Pasar a octavos para una selecci¨®n que hasta hace cuatro a?os recib¨ªa de regalo una taza y volaba al otro lado del charco dos d¨ªas antes de jugar el primer partido del torneo, es hacer historia. Pasar a octavos, para una selecci¨®n que hasta hace cuatro a?os ni siquiera ten¨ªa a un equipo de analistas que estudiara a los rivales y prepara a las jugadoras sobre virtudes y defectos de los dem¨¢s equipos, es hacer historia. Porque hasta hace cuatro a?os eran las propias futbolistas las que iban pidiendo informaci¨®n y estudiando a los equipos a los que se iban a enfrentar.
Lo celebran, por lo tanto, como hay que celebrarlo y como se merece celebrarlo: como una victoria hist¨®rica. Con muchas consecuencias. Porque las internacionales ¡ªtodas juegan en la Liga Iberdrola salvo Irene Paredes, central del PSG, y Celia Jim¨¦nez, lateral del Seattle¡ª esperan que tras este Mundial la gente termine por engancharse al f¨²tbol femenino. Porque esperan que a la vuelta del torneo, la Liga Iberdrola pegue el estir¨®n. Porque esperan que las peleas y el pulso entre Rubiales y Tebas no afecten al f¨²tbol femenino y terminen de ponerse de acuerdo sobre c¨®mo se organizar¨¢ la pr¨®xima Liga.
Porque esperan que los pasos dados en Francia les permitan tener m¨¢s peso para poder, por fin, en el siglo XXI, tener un convenio colectivo. Para que el 35% de las jugadoras de la Liga tengan un contrato laboral de verdad y no de 10 horas. Para que las futbolistas tengan las vacaciones pagadas y no tengan que incluir en los contratos que si se lesionan para m¨¢s de dos meses puedan seguir cobrando. Para que dejen de escucharse comentarios como que el f¨²tbol femenino es un movimiento impulsado por el feminismo que quiere que lo vean todos a toda costa. Para que no haya tantas diferencias econ¨®micas entre Atl¨¦tico y Barcelona y el resto de los equipos. Para que empiece a verse como algo normal que las chicas tambi¨¦n juegan al f¨²tbol.
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