El predestinado Egan Bernal, contra todos en el Tour

A la sombra del Atomium los periodistas, contaminados por el optimismo de uno de los s¨ªmbolos de los tiempos en que se cre¨ªa en el milagro europeo y que el futuro tendr¨ªa que ser impepinablemente mejor, y que la ciencia solo estar¨ªa al servicio de la humanidad, piden un campe¨®n at¨®mico para el Tour y miran a Egan Bernal.

Quieren a uno que si no llega al menos sea digno de mirar al Merckx que hace 50 a?os gan¨® el Tour el mismo d¨ªa que Neil Armstrong pis¨® la luna, y los belgas a¨²n dudan cu¨¢l de los dos acontecimientos fue m¨¢s importante para la humanidad, y han zanjado la cuesti¨®n decidiendo que el 20 de julio de 1969 Eddy Merckx pis¨® la luna con su maillot amarillo solar. Quieren todo eso y le preguntan al elegido, al joven colombiano que maravilla, si no es mucha presi¨®n tener 22 a?os y salir a ganar un Tour tan excepcional. Y Egan, con su mirada inteligente, de sabidur¨ªa antigua, mira a los periodistas y les responde. ¡°No s¨¦, no s¨¦¡±, dice con dulce iron¨ªa Bernal, convertido ya en un personaje elegido por el destino. ¡°Por las veces que lo hab¨¦is preguntado parece que la prensa sufre m¨¢s presi¨®n que yo¡±. Y luego reconoce que siente v¨¦rtigo, que mira fotos suyas de mountainbiker hace cuatro a?os, el chaval que quiere llegar al menos a correr un Tour, y sabe entonces que es imposible. ¡°Y aqu¨ª estoy, s¨ª¡±, dice un ciclista que marcar¨¢ una ¨¦poca, ¡°pero si me pongo a pensar d¨®nde estaba hace cuatro a?os no me lo creo¡±.

Los periodistas quieren la luna y David Brailsford se la regala. ¡°Egan est¨¢ preparado f¨ªsica, mental y completamente para ganar el Tour¡±, dice Brailsford, el patr¨®n del Team Ineos (pron¨²nciese timinios), un gal¨¦s que puede arrogarse cierta capacidad para cumplir con tales demandas. Liderando su equipo, el antes llamado Sky, tres corredores de Brailsford, tres brit¨¢nicos de los que en el momento de su llegada al profesionalismo nadie habr¨ªa podido sospechar que alguna vez fueran siquiera capaces de ganar una etapa, han ganado seis de los ¨²ltimos siete Tours. Wiggins gan¨® en el 12, y Froome, segundo aquel a?o, tendr¨ªa ya seis, los seis siguientes, si no se hubiera ca¨ªdo en el 14 (gan¨® Nibali) y si no hubiera llegado agotado al del 18 despu¨¦s de ganar el Giro.

El a?o pasado, su hueco lo cubri¨® su amigo Thomas, su m¨¢s fiel gregario durante a?os. En el 19 tampoco estar¨¢ Froome, ca¨ªdo hace un mes y muy roto (ayer abandon¨® el hospital y fue trasladado a su casa, donde puso, por primera vez en un mes, un pie en el suelo unos instantes, dijo Brailsford), y, vista la escasa importancia de la contrarreloj (27 kil¨®metros) y las siete monta?as por encima de los 2.000 metros, no parece que el recorrido que empieza hoy en Bruselas sea el m¨¢s apto para uno como ¨¦l, m¨¢s rodador que escalador.

Para escalador, Egan, que est¨¢ en la n¨®mina de Brailsford, por supuesto. El colombiano de Zipaquir¨¢ es el ¨²nico que parece capaz de marcar la diferencia en ascenso respecto a todo el grupo de favoritos que apelotonados acechan, Bardet, Fuglsang, Yates, Kruijswijk, Mas, Porte, Pinot, Landa, Nairo¡­ Lo demostr¨® ganado la Vuelta a Suiza de la misma manera que cuando gan¨® la Par¨ªs-Niza mostr¨®, junto a sus amigos Kwiatkowski y Rowe, un absoluto dominio de los abanicos y el llano con lluvia.

Hace unos meses, Fuglsang, el dan¨¦s de 34 a?os que gan¨® la Dauphin¨¦ y la Lieja y es para muchos uno de los grandes favoritos del Tour si falla Egan pese a que a¨²n no ha pisado el podio de ninguna grande, le llam¨® a Eusebio Unzue ofreci¨¦ndose para su Movistar porque, le dijo, solo en un equipo como el suyo, con ese sentido de la paciencia y del trabajo, se ve¨ªa capaz de dar lo mejor en las pruebas de tres semanas. Unzue, que estaba ganado el Giro con Carapaz, apreci¨® el elogio, agradeci¨® la llamada y no le fich¨®. El futuro de su equipo que conoci¨® el Tour en el 83, otro a?o de los llamados sin patr¨®n, y los domin¨® casi una d¨¦cada con Perico e Indurain, pasa por Mas, a punto de fichar, y por Marc Soler. El presente son Landa y Nairo, cuyas acciones no emocionan a los inversores. Ambos, podr¨ªa decirse, son las m¨¢s grandes v¨ªctimas del extradominio de los equipos de Brailsford, y han llegado a los 29 a?os y el sentimiento de frustraci¨®n por el Tour se les ha hecho ya grande.

Hace seis a?os, en el Tour de 2013, Nairo fue Egan, fue la luna, el joven escalador colombiano que le cay¨® al Tour sin avisar, fue la emoci¨®n con la que acab¨® seco y fulminante Froome en la subida m¨¢s lunar del Tour, justamente, en el Mont Ventoux. Naci¨® aquel d¨ªa una relaci¨®n de dependencia con respecto al brit¨¢nico que el colombiano solo pudo superar m¨ªnimamente derrot¨¢ndolo en la Vuelta del 15. Landa, antes de liderar el Movistar, sufri¨® una frustraci¨®n similar, haciendo de gregario para Froome.

La empinada Planches des Belles Filles (jueves pr¨®ximo), las siete monta?as gigantes, las tres llegadas en alto (una en Pirineos, Tourmalet, dos en Alpes, Tignes y Val Thorens), la contrarreloj por equipos de ma?ana, domingo, y la individual del viernes 19 de julio en Pau, ser¨¢n los lugares en los que se marcar¨¢n diferencias, pero tambi¨¦n se ganar¨¢n segundos en las bonificaciones en meta (10s, 6s y 4s) y los nov¨ªsimos puntos bonus, que ofrecer¨¢n 8s, 5s y 2s a los tres primeros que pasen por lugares tales como las cimas monumentales del Galibier (2.642m) o del Iseran (2.770m), o repechos como el Muro de P¨¦gu¨¨re o la Hourquette d'Ancizan.