El obispo y los escaladores

El hotel Mercure de Montauban est¨¢ a diez metros de la catedral, en la Rue Notre Dame. Es un edificio antiguo que antes de pasar a formar parte de la cadena hotelera se llamaba Hotel du Midi. All¨ª muri¨® Manuel Aza?a el 3 de noviembre de 1940. Llevaba en ¨¦l desde el 15 de septiembre. El 17 de octubre escuch¨® desde su habitaci¨®n el sonido de las campanas que saludaban al nuevo obispo de la ciudad, Pierre-Marie Th¨¦as. Pocos d¨ªas m¨¢s tarde, un tribunal militar dict¨® sentencia de muerte contra el cu?ado de Aza?a, Cipriano Rivas Cherif, detenido en Francia por la Gestapo. Th¨¦as escribi¨® un telegrama a Franco pidiendo clemencia, que conmut¨® la pena por 30 a?os de prisi¨®n.

El obispo acud¨ªa regularmente a visitar al presidente de la Rep¨²blica y a la hora de su muerte estaba junto a Aza?a en la habitaci¨®n del hotel du Midi. Despu¨¦s, con la invasi¨®n nazi, Th¨¦as escribi¨® una pastoral en 1942 contra la deportaci¨®n de los jud¨ªos a los campos de exterminio: "Doy voz a la indignada protesta de la conciencia cristiana y proclamo que todos los hombres, independientemente de su raza o religi¨®n, tienen el derecho a ser respetado por los individuos y por los estados". Su homil¨ªa fue le¨ªda desde Londres por la BBC. En 1944, despu¨¦s de un serm¨®n implacable contra el nazismo, fue detenido y enviado a un campo de concentraci¨®n. El Vaticano consigui¨® que fuera liberado.

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Tras la guerra, Th¨¦as fue nombrado obispo de Tarbes-Lourdes, en los Pirineos. En 1948, el Tour recal¨® en la ciudad de los milagros. La etapa del 7 de julio, entre Biarritz y Lourdes, atravesaba el Aubisque. La gan¨® Gino Bartali, el Piadoso, que entr¨® con el mismo tiempo que Robic y con tres segundos de ventaja sobre Louison Bobet. El corredor italiano ten¨ªa esa etapa en la cabeza. Hab¨ªa prometido postrarse ante la Virgen y depositar a sus pies el ramo de flores del ganador. Al d¨ªa siguiente, la etapa sal¨ªa muy pronto, pero antes de la partida, monse?or Th¨¦as ofici¨® una misa para el pelot¨®n en la gruta de la V¨ªrgen en la que Bartali ejerci¨® de monaguillo. En su homil¨ªa, el obispo les dio un consejo a los corredores: "Se?ores ciclistas, en la vida, como en las carreras, busquen subir cada vez m¨¢s alto, m¨¢s alto".

Entre los congregados, Raoul Remy, que hab¨ªa ganado la etapa entre La Rochelle y Burdeos, se acerc¨® a su colega Paul Nery y le cuchiche¨® al o¨ªdo: ¡°?T¨² ves? Siempre es lo mismo. En los discursos solo se acuerdan de los escaladores". Ese d¨ªa ten¨ªan que ascender el Tourmalet, el Aspin, el Peyresourde y Ares. La etapa la volvi¨® a ganar Bartali, que una semana m¨¢s tarde se visti¨® de amarillo para ganar el Tour con 26 minutos de ventaja sobre el segundo. A?os m¨¢s tarde, tanto Th¨¦as como Bartali fueron nombrados Justos entre las Naciones por su ayuda a los jud¨ªos durante la Guerra.