Bendita clav¨ªcula, Egan
Los primeros pasos en el ciclismo del ganador del Tour de Francia, un superdotado que se sobrepuso a multitud de dificultades
Muchos nacen para ser profesionales. Pocos para ser leyenda. El destino enmarca el rumbo de los elegidos con momentos puntuales que en la mayor¨ªa de ocasiones suenan a tragedia, pero en realidad son solo la muestra de una fortaleza hecha para los aut¨¦nticos campeones. Ver a Egan de amarillo en el Tour de Francia, la carrera m¨¢s anhelada e importante del ciclismo mundial, es la recompensa a miles de kil¨®metros trasegados, a esfuerzos descomunales de sus padres por darle lo mejor trabajando sin descanso, pero sobre todo, a la tozudez tan suya y tan propia de los que no se conforman con ser sino que quieren llegar a ser.
Egan naci¨® para el ciclismo sobreponi¨¦ndose al no de don Germ¨¢n, su padre, quien hab¨ªa sido ciclista y de alguna manera, no quer¨ªa que su primog¨¦nito sufriera lo que se sufre a diario sobre la bicicleta. Pero el ni?o con gen de campe¨®n gan¨® la partida y su amor por los pedales lo llev¨® a contradecir una decisi¨®n que hoy es el acierto m¨¢s grande de su vida.
Su primer contacto fue la monta?a con Fabio Rodr¨ªguez, Pablo Mazuera y Sergio Avellaneda, testigos de su crecimiento de base como un biker intratable, de t¨¦cnica y resistencia ¨²nicas, con capacidad de ganar competencias por 3, 4 y 5 minutos. Pero en realidad lo que val¨ªa no eran las diferencias en carrera, su meta nunca fue coleccionar trofeos o medallas, que son la consecuencia de brillar en un evento. En su cabeza el triunfo fue una circunstancia, la cosecha de aprendizaje para ser el mejor.
En el MTB adquiri¨® la t¨¦cnica y el convencimiento para dedicarse por completo al ciclismo, pero no a una especialidad. A Egan solo le bast¨® una ocasi¨®n para dejar las trochas y revalidar su idilio con el asfalto. Despu¨¦s de ganar su segunda medalla mundial de MTB en Vallnord, Andorra (en 2014 fue subcampe¨®n en Noruega), el m¨¢nager italiano Paolo Alberati consigui¨® que el colombiano compitiera en el Piccolo Fiandre (Peque?o Flandes), cl¨¢sica juvenil italiana en la que compiten ciclistas que se preparan para afrontar el mundial de carretera. Y all¨ª, sin m¨¢s compa?¨ªa que sus prodigiosas extremidades, se alz¨® con una victoria pasmosa que despej¨® muchas dudas.
Egan hab¨ªa empezado su romance con la ruta ganando, una costumbre arraigada a su ser y a su personalidad, porque los campeones no se distinguen por edad, se conocen por sus condiciones y especialmente por su mentalidad. En Colombia, el cundinamarqu¨¦s solo corri¨® una Vuelta Nacional del Futuro en 2013 con el equipo Carpas Pineda Mezuena. Termin¨® 22 en la general a 3:14 minutos de Javier Ignacio Montoya (hoy en Beltrami Hoppl¨¢ de Italia) campe¨®n del evento. No existen m¨¢s registros ruteros en el pa¨ªs, pues su historia estaba destinada a los grandes escenarios de Europa, donde empez¨® a vivir lo que su padre nunca quiso para ¨¦l: ca¨ªdas y duras lesiones.
Parad¨®jicamente, los golpes y los momentos de zozobra han sido el anuncio de los grandes triunfos de Bernal. En 2015, en el ¨²ltimo panamericano juvenil de MTB que disput¨® en Colombia, en la pista de Cota (Cundinamarca), Egan se colg¨® el oro recuper¨¢ndose en menos de 20 d¨ªas de una lesi¨®n de clav¨ªcula que a punto estuvo de impedirle una conquista por la que hab¨ªa trabajado arduamente. Con Androni Sidermec, en su primer a?o, una ca¨ªda en un descenso lo priv¨® de cantar su primera victoria profesional en la Coppi e Bartali. Sin embargo, luego vino la conquista del Tour de Bihor, en Rumania.
Y aunque se hable de suerte, el ciclismo, que da y quita en su justa medida, lo ha premiado despu¨¦s de sobreponerse a la fatalidad provocada por los golpes. Es como si el destino quisiera poner a prueba su temple. Como si lo retara a pararse o a rendirse. A decir no m¨¢s o a volver con m¨¢s ganas. La primera nunca fue una opci¨®n, claro est¨¢. Ama tanto la bici que asume sus ca¨ªdas como el tr¨¢mite del obrero que se machuca martillando una puntilla. Parece simple, un gaje del oficio que llaman. Pero para seguir despu¨¦s de sufrir se necesita una enorme fuerza de voluntad, una dosis de esp¨ªritu masoquista y un c¨ªrculo ¨ªntimo de calidad como el que tiene con sus padres, su novia Xiomara, a quien conoce desde los 14 a?os; sus amigos Pablo Mazuera, Diego V¨¢squez y Brandon Rivera; y su hermano Ronald, con quien llora y se persigna cada vez que un triunfo se concreta o se avecina.
En mayo de 2018, una ca¨ªda en el circuito de Montju?c, en la definici¨®n de la Vuelta a Catalu?a lo envi¨® al quir¨®fano para operarse la clav¨ªcula y la esc¨¢pula. Seis d¨ªas m¨¢s tarde se par¨® y empez¨® a montar en los rodillos. En agosto de mismo a?o, Espa?a volvi¨® a ser el epicentro de un drama, esta vez en la Cl¨¢sica de San Sebasti¨¢n, donde tras un choque con Mikel Landa sufri¨® un trauma facial, fractura nasal, m¨²ltiples laceraciones y una lesi¨®n maxilar que le produjo p¨¦rdida de dientes. Al mes siguiente aspir¨® a ser uno de los convocados al mundial de ruta en Austria.
Dadas las circunstancias, podr¨ªa decirse que cada golpe es un nuevo renacer. Y a la luz de los resultados as¨ª ha sido. En solo cuatro temporadas como profesional, dos de ellas con la estructura del Team Ineos (antes Sky), el joven portento acumula nueve t¨ªtulos (sin contar la colecci¨®n de camisetas como mejor joven): Tour de Bihor, Sibiu Cycling Tour, Tour de Saboya, Tour de L¡¯Avenir, Campe¨®n Nacional de CRI, Colombia Oro y Paz, Tour de California (su primer t¨ªtulo World Tour), Par¨ªs Niza y Vuelta a Suiza.
El doble d¨ªgito, el 10, el n¨²mero cerrado, el que simboliza a los cracks del deporte, ser¨¢ el Tour de Francia, la carrera que lo vio nacer entre los especialistas de tres semanas, y que en su debut tambi¨¦n lo vio caer en el pav¨¦s camino de Roubaix. Poco le import¨®, se recuper¨® y contribuy¨® al t¨ªtulo de Thomas y al rescate de Froome. Trabaj¨® como buen gregario para ser un s¨®lido l¨ªder. Y tal como en su debut con la Selecci¨®n Colombia en el Tour de L¡¯Avenir 2016, el primer a?o fue aprendizaje, el siguiente victoria volando en Los Alpes, escenario de sus grandes gestas.
Nunca vi a un ciclista m¨¢s enamorado con el entorno alpino, tanto que antes de labrar su victoria en el Tour de L¡¯Avenir 2017, construy¨® su liderato durante un entrenamiento en el d¨ªa de descanso. Subi¨® el puerto Les Saissies en medio de la lluvia imaginando la situaci¨®n de carrera, mientras sus compa?eros reconoc¨ªan el final sin hacer mayores esfuerzos. Esa es la diferencia de los distintos, siempre van un paso por delante.
As¨ª gest¨® y gan¨® su primer amarillo, un color con el que tiene una conexi¨®n m¨¢s que especial. California, Par¨ªs Niza y Vuelta Suiza son amarillas. El Giro es rosa y Egan se fractur¨®. Se par¨®, se recuper¨® y la secuencia crom¨¢tica no se interrumpi¨®. Bendita clav¨ªcula.
Eder Garc¨¦s es el responsable de comunicaci¨®n de la Federaci¨®n Colombiana de Ciclismo y ha seguido de cerca todos los pasos de Egan Bernal en el ciclismo.
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