El problem¨®n de Valverde
Un sector del Bar?a reclama mayor protagonismo a un t¨¦cnico que se ve obligado a tirar de un plantel impuesto por la directiva y cuya gesti¨®n ser¨ªa a¨²n m¨¢s compleja con Neymar
Los entrenadores del Bar?a envejecen m¨¢s deprisa, su desgaste resulta tan agotador que en su mayor¨ªa acaban por renunciar al cargo aun despu¨¦s de cumplir sus contratos cada vez m¨¢s cortos, sobre todo desde la salida de Pep Guardiola. El hoy t¨¦cnico del Manchester City ha admitido que le sobr¨® su cuarto a?o en el Camp Nou. Luis Enrique se rindi¨® despu¨¦s de tres ejercicios futbol¨ªsticos, Tata Martino solo dur¨® uno y la vida de Tito Vilanova qued¨® segada por un c¨¢ncer en 2014.
A finales del a?o pasado, Ernesto Valverde no pensaba que ser¨ªa el t¨¦cnico azulgrana en el inicio de la temporada 2019-2020. Hab¨ªa decidido no continuar despu¨¦s del que ser¨ªa su segundo curso y, sin embargo, en febrero renov¨® por un a?o, convencido de que si segu¨ªa dar¨ªa estabilidad al club mientras aspiraba a ganar la Champions. Ocurri¨® que el Bar?a perdi¨® en Anfield de la misma manera que en la anterior edici¨®n de la Copa de Europa fue eliminado en Roma y volvi¨® a peligrar la silla de Valverde.
La destituci¨®n se daba por segura y hasta fue anunciada por m¨¢s de un periodista d¨ªas despu¨¦s de la derrota copera ante el Valencia. Las fuentes del club a las que recurrieron los periodistas respondieron entonces: ¡°Bartomeu ha indultado a Valverde¡±. Y el presidente ha sostenido despu¨¦s que ten¨ªa el compromiso del t¨¦cnico sobre la necesidad de cambiar el guion, dejar de ser previsible y rejuvenecer a un equipo demasiado complacido por el entrenador pese a haberse quedado anticuado desde la final de Berl¨ªn 2015.
As¨ª que Valverde se encuentra ahora mismo entre la espada y la pared, exigido por la directiva; sin un director deportivo de confianza por las salidas de Andoni Zubizarreta y Robert Fern¨¢ndez; condicionado por la vieja guardia liderada por Leo Messi, quien se declara valedor del cuerpo t¨¦cnico si se recuerda su ¨²ltimo mensaje en el Camp Nou; y observado con un cierto distanciamiento por una afici¨®n desorientada por una pol¨ªtica deportiva tan confusa que puede acabar con el regreso de Neymar J¨²nior.
El estreno de Valverde en el Bar?a coincidi¨® precisamente con la fuga del brasile?o al PSG. Al t¨¦cnico no le qued¨® m¨¢s remedio que improvisar y equilibrar al once titular con jugadores como Iniesta y Paulinho. A la temporada siguiente, sin embargo, el Bar?a se descompens¨® y se refugi¨® para bien y para mal en las ¨¢reas, con un especial protagonismo para Piqu¨¦-Ter Stegen y, naturalmente, para Luis Su¨¢rez-Messi. La partici¨®n obliga a repensar el equipo en el tercer a?o de Valverde.
El t¨¦cnico solicit¨® el fichaje de Griezmann y la directiva le complaci¨® con la incorporaci¨®n del franc¨¦s, le ret¨® con la contrataci¨®n de Frenkie de Jong, garante del estilo azulgrana por encima incluso de Messi, y ahora le desaf¨ªa con la posible vuelta de Neymar, buen amigo precisamente del argentino, quien por otra parte se muestra muy distante con Griezmann. As¨ª que, llegado el caso, y sin contar a Demb¨¦l¨¦, corresponder¨¢ a Valverde una tarea tit¨¢nica: enhebrar a Messi-Su¨¢rez-Griezmann-Neymar sin que se agriete el Bar?a. Al mister le preocupa el serial Neymar, Griezmann tiene que ganarse a Messi y Bartomeu est¨¢ obsesionado con no disgustar al 10. Las necesidades del equipo no coinciden necesariamente con los intereses de la junta al tiempo que se observa con preocupaci¨®n la p¨¦rdida de peso de las j¨®venes de La Masia.
Atado m¨¢s que nunca al marcador, el marr¨®n para Valverde es may¨²sculo: unos le piden que gestione y otros le invitan a ser protagonista sin que se sepa qu¨¦ le gustar¨ªa ser al propio Valverde, frustrado por no poder entrenar m¨¢s, hipotecado por una pretemporada que le ha llevado a disgusto hasta Am¨¦rica y expectante con el mercado despu¨¦s de advertir que necesita aligerar al plantel antes del d¨ªa 31. A Valverde quiz¨¢ le convendr¨ªa ser simplemente Ernesto Valverde ante los egos que se advierten en el Bar?a.
L¨ªo deportivo
Al Txingurri, ganador de dos Ligas, se le pide ahora que adem¨¢s de no fallar en el d¨ªa a d¨ªa tenga la grandeza necesaria para triunfar en Europa, su punto d¨¦bil en los distintos equipos que ha entrenado, tambi¨¦n en el Barcelona. El desaf¨ªo presenta sus dudas incluso despu¨¦s de tener la bendici¨®n de Guardiola: ¡°Valverde me parece un entrenador espectacular. Ha hecho un muy buen trabajo hasta ahora en el Bar?a¡±. El problema es que cada vez se lo ponen m¨¢s dif¨ªcil en el Camp Nou.
Aquellos que defienden que los equipos son reflejo de sus entrenadores sostienen que si el juego del Bar?a no despierta entusiasmo es por el estre?imiento de Valverde. La cara del m¨ªster no desprende precisamente alegr¨ªa y, si acaso, su iron¨ªa no siempre es bien entendida, acostumbrado a ser el entrenador de club por excelencia, y como tal reflejo ahora del l¨ªo deportivo del Bar?a. El ruido de la instituci¨®n no se corresponde con la paz que defiende el t¨¦cnico de Viandar de la Vera.
La sensaci¨®n de interinidad, aumentada por la falta de alternativas claras al banquillo, no favorece a Valverde, una persona que prefiere imponer su autoridad sin gritos ni populismos, tanto da que sea en San Mam¨¦s como el Camp Nou. Ahora, sin embargo, se espera que cambie al equipo, que agite a la plantilla, que aumente la competitividad y se supone que para visualizar la transformaci¨®n se requerir¨¢ tambi¨¦n a un nuevo Valverde. El desaf¨ªo empieza curiosamente el viernes en casa del que fue su club, el Athletic, el mismo con el que no par¨® de competir contra el Bar?a hasta que le gan¨® una Supercopa en agosto de 2015.
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