Manual de nuevas normas para futbolistas y gradas
Tras dar cursos a los jugadores, LaLiga estrena el viernes las ¨²ltimas modificaciones del reglamento aprobadas en marzo por la IFAB que buscan aclarar criterios sobre algunos lances y agilizar el juego
En el men¨² de ¨²ltimos preparativos antes del comienzo de LaLiga este viernes a las 21.00, los futbolistas se han encontrado, adem¨¢s de amistosos y entrenamientos, clases de derecho. La International Football Association Board (IFAB), el organismo guardi¨¢n de las reglas del f¨²tbol, aprob¨® el pasado 2 de marzo en Aberdeen (Escocia), en su reuni¨®n anual, un paquete de reformas en el reglamento que entr¨® en vigor el 1 de junio y que llega ahora a LaLiga. Casi todos los equipos han recibido estas dos ¨²ltimas semanas la visita de ¨¢rbitros en activo que les han explicado cu¨¢ndo pitar¨¢n mano, qu¨¦ se puede hacer al sacar de puerta, qu¨¦ ha pasado con el bote neutral, por d¨®nde tienen que salir del campo cuando los cambien. Ayer tuvieron clase en el Atl¨¦tico y entre hoy y ma?ana, el Valencia, el Villarreal y el Valladolid de Primera, y el Almer¨ªa, el Alcorc¨®n, el Extremadura y el Rayo Vallecano, de Segunda.
Las manos. Ha sido la parte m¨¢s extensa de las explicaciones, tanto en la documentaci¨®n de la IFAB como en las sesiones con futbolistas. Por una parte, se ha fijado que no se conceder¨¢ nunca un gol en el que la ¨²ltima parte del atacante que haya tocado el bal¨®n sea el brazo o la mano, aunque haya sucedido de manera fortuita independientemente de la posici¨®n en la que se encuentre. Tampoco si, antes del gol, el atacante se ha hecho con el bal¨®n justo despu¨¦s de que le d¨¦ en el brazo, ya sea accidentalmente.
Tambi¨¦n se sancionar¨¢ cuando, aunque sea despu¨¦s de un rebote, la pelota d¨¦ en un brazo o una mano que est¨¦n colocados en una posici¨®n antinatural que suponga que el jugador ocupa un espacio mayor, o cuando est¨¦n situados por encima del hombro. Excepci¨®n: si el futbolista ha intentado jugar el bal¨®n justo antes de ese contacto.
No se pitar¨¢ si el bal¨®n golpea una mano que no est¨¢ situada en una posici¨®n antinatural. O si la pelota da en la mano o brazo con la que un jugador ca¨ªdo se est¨¢ apoyando en el suelo, salvo que los sit¨²e fuera de la perpendicular del cuerpo para ocupar m¨¢s espacio.
Los cambios. Para evitar p¨¦rdidas de tiempo, la IFAB decidi¨® que el jugador sustituido abandone el terreno de juego por el punto m¨¢s cercano al lugar donde se encuentre, en lugar de por el centro del campo entre los banquillos. La nueva norma deja al criterio del ¨¢rbitro que los jugadores puedan salir por donde siempre, que, seg¨²n est¨¢n transmitiendo los ¨¢rbitros a los equipos, es por donde se ver¨¢n la mayor¨ªa de las sustituciones. La novedad de que se vayan por el punto m¨¢s cercano aparecer¨¢ sobre todo en los minutos finales de partidos apretados, m¨¢s susceptibles de la p¨¦rdida de tiempo.
La barrera. Si la barrera es de al menos tres defensores, los atacantes ya no podr¨¢n incrustarse entre ellos o a su lado. Deber¨¢n guardar al menos un metro de distancia.
Saques de puerta. Deja de ser obligatorio que el segundo toque despu¨¦s de un saque de puerta se produzca fuera del ¨¢rea. Adem¨¢s, cuando el portero patea, los defensores pueden permanecer dentro de la zona de castigo. En alguno de los primeros partidos en los que se puso en pr¨¢ctica este cambio, apareci¨® la picaresca para convertirlo en un saque con la mano: el portero elevaba el bal¨®n de cuchara a un defensa colocado al lado que se lo devolv¨ªa a las manos con la cabeza o el pecho. La IFAB emiti¨® enseguida una circular en la que prohib¨ªa esta jugada mientras sus expertos estudiaban sus implicaciones.
Bote neutral. Desaparece tal como se ven¨ªa usando: el colegiado no dejar¨¢ caer la pelota entre dos rivales para que la disputen. Los ¨¢rbitros conocen ya este lance como ¡°bal¨®n a tierra¡±. Si el juego se detiene dentro del ¨¢rea, la pelota se le entrega al portero. Si sucede fuera, es para el equipo que la toc¨® el ¨²ltimo. El resto de los jugadores deben situarse a una distancia de cuatro metros del que la reciba. Si el bal¨®n da en el ¨¢rbitro y entra en la porter¨ªa o la posesi¨®n cambia de equipo o provoca un ataque prometedor, se detiene el juego y se concede un bal¨®n a tierra.
Los penaltis. El portero ya no est¨¢ obligado a mantener los dos pies sobre la l¨ªnea en el momento del lanzamiento: basta con uno. Adem¨¢s, el lanzador puede ser atendido por los m¨¦dicos sin estar luego obligado a abandonar el campo.
Tarjetas. Vuelven las tarjetas para los miembros del cuerpo t¨¦cnico en los banquillos, que antes solo recib¨ªan una comunicaci¨®n verbal del castigo, lo que dificultaba que el p¨²blico entendiera lo sucedido. Los ¨¢rbitros tambi¨¦n han avisado a los jugadores de que castigar¨¢n con amarilla los pisotones, aunque sean accidentales, y con roja las entradas por detr¨¢s.
Sorteo inicial. El equipo que acierta en el lanzamiento de la moneda ahora puede elegir entre sacar de centro y escoger en qu¨¦ porter¨ªa atacar. Pese a la percepci¨®n general, hasta ahora solo pod¨ªa elegir porter¨ªa.
El VAR y el fuera de juego. Despu¨¦s de que la temporada pasada el servicio del VAR lo diera Mediapro, la federaci¨®n lo adjudic¨® en concurso p¨²blico para esta a Hawk-Eye, la empresa que lo gestion¨® en el pasado Mundial de Rusia y que se ocupa de ¨¦l en las competiciones de la UEFA, como la Champions, adem¨¢s de en m¨²ltiples ligas, como la Premier. Hawk-Eye controla el sistema en el 90% de los partidos que se disputan con VAR en Europa. Esta temporada, adem¨¢s, Carlos Velasco Carballo, presidente del Comit¨¦ T¨¦cnico de ?rbitros de la federaci¨®n, ha decidido que los espectadores puedan ver m¨¢s a menudo las l¨ªneas que el VAR traza para determinar si un jugador se encuentra en fuera de juego. Las facilitar¨¢ a las televisiones no solo cuando hayan servido para cambiar la decisi¨®n inicial, sino tambi¨¦n cuando se trate de una jugada especialmente ajustada. Velasco Carballo quiere tambi¨¦n estudiar la posibilidad de distribuir im¨¢genes del VAR de otros tipos de jugadas pol¨¦micas. Aunque ayer se mostr¨® muy cauto sobre esta posibilidad.
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