Al City se le atraganta el Tottenham

Al Manchester City se le atraganta el Tottenham. No faltan goles, ni f¨²tbol, mucho menos emoci¨®n cada vez que se enfrentan el City de Guardiola y los Spurs de Pochettino. Al duelo t¨¢ctico de los t¨¦cnicos, se le suman jugadores fant¨¢sticos como Bernardo Silva y De Bruyne, como Lamela y Ndomb¨¦l¨¦ y, como si fuera poco, aparece el suspense del VAR. Como en los cuartos de final de la ¨²ltima Champions, la sala de v¨ªdeo arbitraje ahog¨® el grito del gol al Etihad Stadium, que celebraba al ritmo del baile de Gabriel Jesus. El marcador, entonces, qued¨® clavado en 2-2. Se amarg¨® Guardiola. Festej¨® Pochettino.

Tampoco acab¨® contento el Kun Ag¨¹ero, que protagoniz¨® una fuerte discusi¨®n con Guardiola despu¨¦s de que este le sustituyese en el minuto 66. Jugador y entrenador se encararon durante unos segundos y hasta tuvo que intervenir Mikel Arteta, ayudante, que apart¨® a Guardiola y mand¨® sentarse al argentino. La paz lleg¨® al final del duelo, cuando los protagonistas se abrazaron.

Respeto en los banquillos, goles en el campo. Guardiola y Pochettino se regalan elogios ante los micr¨®fonos. ¡°El Tottenham es el segundo mejor equipo de Europa¡±, dice el catal¨¢n. ¡°Es el mejor entrenador del mundo¡±, contest¨® el argentino. Y al son de los piropos en la sala de prensa, los futbolistas del City y los Spurs regalan partidos intensos, cambiantes y divertidos, siempre con goles. Del fren¨¦tico 4-3 (4-4 en global) que clasific¨® al Tottenham para la semifinal de la ¨²ltima Champions League en el Etihad Stadium, a este 2-2 en la segunda jornada de la Premier, que mostr¨® lo mejor de cada casa: al City, arrollador con el bal¨®n; y a los Spurs, ordenados y efectivos.

Lamela retrocedi¨® 50 metros para disputar el cuero con Sterling al borde la l¨ªnea de fondo. No fue porque ten¨ªa que tomar el relevo del lateral Walker-Peters, sino porque el Tottenham no pod¨ªa escurrirse de la presi¨®n asfixiante del City, siempre en campo rival, siempre con la pelota en sus botas. Y as¨ª, un cuarto de hora, 76% de posesi¨®n para los muchachos de Guardiola, ni hab¨ªa rastro en el Etihad del potente goleador ingl¨¦s Harry Kane. Pero el subcampe¨®n de la Champions entiende el partido de a trozos, de a ratos se repliega, por momentos quiere el cuero, muy acertado en el ¨¢rea rival.

Y justo cuando el Tottenham comenzaba a respirar en Manchester, el City golpe¨®. La sociedad entre De Bryune y Bernardo Silva aspira a convertirse en uno de los mejores d¨²os de la Premier. Entre el portugu¨¦s y el belga armaron la jugada para que Sterling marcara de cabeza el primer gol del duelo, su cuarto en las dos primeras jornadas de la Premier. Los Spurs ni acusaron el golpe. Ndomb¨¦l¨¦ demostr¨® porque insisti¨® tanto Pochettino en su fichaje: recupera y toca, intenso y preciso. El franc¨¦s encontr¨® solo a Lamela en el callej¨®n del 10. El argentino no dud¨®. En la medialuna, sac¨® un zurdazo preciso para dejar el marcador 1-1.

De nuevo igualados, de nuevo el City volvi¨® a mandar. Y si domina el equipo de Guardiola, juegan Bernardo Silva y De Bruyne. El belga esta vez asisti¨® a Ag¨¹ero. Parece aburrido el Kun en el ¨¢rea y, de repente, cuando nadie lo espera, aparece para conquistar redes, diana n¨²mero 97 en el Etihad Stadium, 232 en la Premier. Pasivo en el campo, activo cuando Guardiola opt¨® por reemplazarlo. Entonces, Lucas Moura ya hab¨ªa empatado el duelo en la primera pelota que toc¨® tras un c¨®rner ejecutado por Lamela y Guardiola necesitaba refrescar el ataque de un City, que no le encontraba las costuras a la defensa del cuadro de Londres.

Calcul¨® bien Guardiola. Se apagaba el duelo, cuando Gabriel Jes¨²s pesc¨® un bal¨®n que hab¨ªa rozado en Laporte y estall¨® el Etihad. Gol del brasile?o y abrazo entre Guardiola y Ag¨¹ero en el banquillo, que ya hab¨ªan dejado atr¨¢s sus diferencias (no les duraron mucho tiempo). Fue un grito en vano. Como en el ¨²ltimo duelo, en el trepidante 4-3 en la Champions, el VAR silenci¨® a la hinchada del City. Desde la sala de v¨ªdeo arbitraje le advirtieron al colegiado que el bal¨®n hab¨ªa tocado en el brazo de Laporte antes de Gabriel Jes¨²s superara a Lloris. Ya no hubo tiempo para m¨¢s. Otra vez Pochettino se sale con la suya en la casa de Guardiola.