Versiones de una tragedia
'Mal de altura' y 'Everest 1996' narran una de las mayores tragedias acontecidas en la cima del mundo
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Fue una tormenta perfecta que iba mucho m¨¢s all¨¢ de lo climatol¨®gico. Tambi¨¦n la constataci¨®n de que algo estaba cambiando en el mundo del alpinismo. El 10 de mayo de 1996 dos expediciones comerciales iniciaron el ataque a la cima del Everest, la monta?a m¨¢s alta del mundo. Las 24 horas que siguieron a aquella puesta en marcha pasaron a la historia del alpinismo. Ocho personas fallecieron tras una jornada de nieve, oscuridad, vientos huracanados, falta de ox¨ªgeno y graves fallos de organizaci¨®n y previsi¨®n. Una combinaci¨®n letal a m¨¢s de 8.000 metros de altura.
Aquella tr¨¢gica jornada tiene una arista complementaria: la de la batalla por el relato. En una de las expediciones viajaba el periodista estadounidense Jon Krakauer. Lo hac¨ªa como enviado especial para la revista Outside. Krakauer public¨® su experiencia en la revista y, posteriormente, en un libro que se convertir¨ªa en un ¨¦xito de ventas, Mal de altura (Desnivel). En su versi¨®n de los hechos, criticaba al gu¨ªa kazajo Anatoli Bukreev, al que acusaba de tener parte de culpa de la muerte de varios de los expedicionarios.
Bukreev, un experimentado alpinista que acostumbraba a ascender en solitario y sin ox¨ªgeno suplementario, ofreci¨® su versi¨®n de los hechos en Everest 1996 (Desnivel), un libro en el que cuenta con la ayuda del escritor y cineasta G. Weston DeWalt. Una reconstrucci¨®n a cuatro manos de aquellas fat¨ªdicas horas, en las que tras haber coronado la cima y haber regresado al campamento, Bukreev realiz¨® varias incursiones solo y a oscuras, para rescatar a los compa?eros perdidos. Lo logr¨® al menos con tres de ellos. Leer ambas versiones es un ejercicio interesante. Y necesario.
El testimonio de Bukreev, que muri¨® en una avalancha en el Annapurna en 1997, es tambi¨¦n un alegato en contra del alpinismo comercial, que comenzaba a florecer en aquellos d¨ªas. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, apareci¨® la imagen de una multitudinaria cola de alpinistas esperando su turno para llegar a la cima del mundo.
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