El Athletic empata y sigue con su media inglesa

En los tiempos en los que la victoria val¨ªa dos puntos, se dec¨ªa que un equipo pod¨ªa salir campe¨®n ganando en casa y empatando fuera. Esta f¨®rmula, conocida como la media inglesa, le est¨¢ funcionando de momento al Athletic para mantenerse bien arriba en la tabla aunque pierde el liderato. En Legan¨¦s, el equipo bilbaino cosech¨® su tercer empate en tres salidas tras un encuentro sufrido, peleado e igualado. El punto no saca del fango al equipo madrile?o, pero le permite empezar a respirar tras el nefasto comienzo de Liga.

Las jornadas intersemanales suelen dar lugar a cambios en las alineaciones. As¨ª, Pellegrino se dej¨® fuera algunos pretorianos como Braithwaite o Jonathan Silva. Gaizka Garitano reserv¨® a Muniain, Yeray y hasta a su portero titular, Unai Sim¨®n. Premio para Herrer¨ªn, que conoce perfectamente Butarque tras su cesi¨®n de hace un par de a?os. El feudo pepinero, en cambio, no es de grato recuerdo para Garitano, ya que una goleada en contra en 2017 le cost¨® su puesto como entrenador del Deportivo.

En muy distinta situaci¨®n acud¨ªa esta vez el t¨¦cnico vizca¨ªno al sur de Madrid, con su equipo l¨ªder. Desde el otro polo de la clasificaci¨®n, el Legan¨¦s estaba decidido a aplicar la f¨®rmula que tanto le sirvi¨® el curso pasado para salir del pozo: apretar los dientes en defensa y buscar r¨¢pidamente a sus hombres de arriba. El robo y el pase vertical a En-Nesyri se convirtieron en una constante, pero el Athletic parec¨ªa tener aprendida esa lecci¨®n.

El partido era una sucesi¨®n de pugnas en el centro del campo y faltas t¨¢cticas. El bal¨®n solo merodeaba la cercan¨ªa del ¨¢rea si hab¨ªa alg¨²n error previo. En el cuadro bilbaino solo la agitaci¨®n desde la derecha de Gaizka Larrazabal salpimentaba el ataque. Futbol¨ªsticamente, el hijo de Aitor Larrazabal no se parece mucho a su padre, aquel lateral izquierdo que tantos a?os corri¨® la banda de San Mam¨¦s. Este chaval, que luce "Larra" en su camiseta es un extremo valiente y potente, aunque le falt¨® levantar un poco la cabeza para generar m¨¢s da?o al Lega.

El equipo local buscaba casi desesperadamente a En-Nesyri para asustar al Athletic. Tard¨® en conseguirlo, pero cuando el marroqu¨ª se enchuf¨®, el partido dej¨® de ser pl¨¢cido para el l¨ªder. Un gran disparo suyo desde la frontal oblig¨® a Herrer¨ªn a sacar una mano abajo. Eran los ¨²ltimos minutos de la primera parte y hac¨ªa un rato que el cuadro vasco hab¨ªa perdido el control del duelo.

Tras el descanso, Garitano introdujo a Muniain por un intrascendente C¨®rdoba para dar m¨¢s chispa ofensiva al Athletic. No se amedrent¨® de primeras el Lega, que sali¨® mand¨®n del vestuario. Sin embargo, una jugada embarullada en el ¨¢rea local acab¨® con una leve zancadilla de Bustinza a Larra, suficiente para ser penalti. Ra¨²l Garc¨ªa ejecut¨® con violencia y canje¨® un excesivo premio para los rojiblancos.

El Legan¨¦s no se permiti¨® ni un minuto de lamento y se lanz¨® a buscar la meta rival. Una falta en la frontal es un caramelo si se tiene a ?scar Rodr¨ªguez. El centrocampista cedido por el Madrid posee uno de los mejores golpeos de LaLiga y lo ense?¨® para empatar. Su lanzamiento sorte¨® la barrera por arriba y entr¨® ante la mirada impasible de Herrer¨ªn, que no hizo amago de estirarse pese a que el bal¨®n no iba ni mucho menos a la escuadra.

Partido nuevo bajo el cielo rojizo de Legan¨¦s, de tan solo media hora, pero que ofreci¨® m¨¢s que lo visto anteriormente. Ambos equipos se estiraron m¨¢s para buscar las porter¨ªas. Un trallazo de Ra¨²l Garc¨ªa se fue alto despu¨¦s de que rebotase en un defensa y Williams chut¨® a las manos de Soriano tras una buena incursi¨®n por la izquierda. La pol¨¦mica lleg¨® cuando Awaziem toc¨® el cuero con la mano en su ¨¢rea y el ¨¢rbitro descart¨® el penalti tras consulta de VAR.

A base de adelantar su l¨ªnea de presi¨®n, el Athletic fue acorralando al Legan¨¦s, que empezaba a sufrir de m¨¢s. Lo que quedaba de choque se jug¨® casi siempre en el mediocampo local, aunque todos empezaron a ver el punto con buenos ojos y el riesgo disminuy¨® poco a poco hasta el pitido final.