Olympiacos, del cisma al experimento
Fruto de la guerra civil en el baloncesto griego, el club del Pireo tendr¨¢ un equipo para competir solo en la Euroliga y un filial creado para jugar en Segunda y la Copa
De un tiempo a esta parte, en el pabell¨®n de la Paz y la Amistad del Pireo hay de todo menos concordia, afecto y tranquilidad. Durante el pasado fin de semana, con las instalaciones del Olympiacos cerradas, un grupo de desconocidos irrumpi¨® en las oficinas del club y asalt¨® la caja fuerte para llevarse 500.000 euros. La polic¨ªa griega investiga un robo que se ha convertido en el en¨¦simo episodio de un serial inagotable. La cuna de la civilizaci¨®n occidental se ha convertido, sobre el parquet, en un delirio de intrigas palaciegas y pasiones irreconciliables.
El equipo de Spanoulis y Blatt se convertir¨¢ esta temporada en una organizaci¨®n experimental fruto de la guerra civil en el baloncesto griego. Olympiacos, el segundo equipo del pa¨ªs por n¨²mero de t¨ªtulos, con 88 a?os de historia, 12 Ligas y tres Copas de Europa en su palmar¨¦s, certific¨® a finales de mayo su descenso a Segunda Divisi¨®n tras una secuencia de incomparecencias, como protesta contra el estamento arbitral, encuadradas en su delirante pulso con el eterno rival, Panathinaikos. El resultado del conflicto han sido dos Olympiacos: el equipo A, dise?ado para competir en la Euroliga, con fichajes como Mindaugas Kuzminskas, Kevin Punter, Brandon Paul y Wade Baldwin; y el B, o ¡°equipo de desarrollo¡±, con una plantilla, cuerpo t¨¦cnico y hasta un escudo diferente para jugar en Segunda y en la Copa griega.
¡°Abordamos algo desconocido. No tengo la respuesta de c¨®mo funcionar¨¢. Es algo nuevo para todos. Lo que es seguro es que tendremos m¨¢s tiempo para prepararnos y descansar entre partido y partido. Lo usaremos correctamente y veremos c¨®mo funciona todo durante el a?o¡±, explic¨® David Blatt (que en agosto anunci¨® su lucha contra la esclerosis m¨²ltiple) que, como mucho, dirigir¨¢ 41 partidos oficiales de su equipo, frente a los m¨¢s de 80 que afrontar¨¢n Real Madrid y Bar?a por ejemplo. Desde el primer momento, la Euroliga se desmarc¨® del cisma griego y garantiz¨® la plaza a Olympiacos, relativizando la norma que obliga a todos los equipos a jugar en su primera competici¨®n nacional. ¡°Solo existe para asegurar un nivel competitivo m¨ªnimo. Esa regla no ata?e a lo que pasa en Grecia¡±, confirm¨® su presidente Jordi Bertomeu durante la Final Four de Vitoria, pronunci¨¢ndose en la misma l¨ªnea que utilizo ante la amenaza velada del Madrid de abandonar la ACB tras el episodio del instant replay en la pasada Copa. ¡°Es una experiencia sin precedentes. Mi motivaci¨®n y lo que intentar¨¦ transmitir al equipo es que tenemos que demostrar que, en una situaci¨®n dif¨ªcil, podemos sobrevivir y sorprender a la gente. Ese es el desaf¨ªo¡±, cont¨® el t¨®tem Spanoulis.
El Panathinaikos se queda sin su enemigo ¨ªntimo en las competiciones nacionales pero, ni por esas, ha rebajado la hostilidad contra Olympiacos. ¡°Tras la ratificaci¨®n de su descenso a Segunda, con un mayor sentido de responsabilidad hacia aquellos que aman el baloncesto griego, anunciamos que los abonados de Olympiacos la pasada temporada tendr¨¢n un 50% de descuento en abonos del Panathinaikos para el presente curso. En el OAKA siempre ser¨¢n bienvenidos¡±, rezaba el comunicado del club ateniense del forofo Dimitris Giannakopoulos. Los del Pireo respondieron creando una cuenta bancaria bajo el ir¨®nico lema ¡°Salvar a Panathinaikos¡±, con el prop¨®sito de ¡°ayudar¡± al propietario rival en su idea de colaborar con la secci¨®n de f¨²tbol y con la construcci¨®n de un nuevo estadio.
¡°?C¨®mo es posible que un equipo juegue en la Segunda Divisi¨®n y en la Euroliga al mismo tiempo? Esto resta valor a nuestro producto y a nuestra organizaci¨®n. Al aceptar esto, permitimos que grandes clubes como Panathinaikos, Madrid, Bar?a o Maccabi sigan el ejemplo de Olympiacos y puedan chantajear a sus ligas nacionales para que sigan sus intereses. Si la excusa son los ¨¢rbitros o el calendario, por ejemplo, cualquier equipo puede decir que se marcha si no siguen sus exigencias¡±, analiz¨® el presidente de Panathinaikos, Manos Papadopoulos en la Asamblea de julio de la Euroliga en la que se enquist¨® el cisma porque se cerr¨® la puerta de la Liga Adri¨¢tica como v¨ªa de escapatoria para los del Pireo. ¡°Estoy muy sorprendido al ver el inter¨¦s del se?or Papadopoulos en la liga griega. Deber¨ªan haber abordado el tema en los ¨²ltimos meses a nivel local, no en este foro. Esto es algo que concierne a la Liga griega y no a la Euroliga y, por supuesto, no tiene nada que ver con la extorsi¨®n sino con la credibilidad del campeonato¡±, replic¨® Nikos Lepeniotis, representante de Olympiacos.
El actual t¨¦cnico del Maccabi, Ioannis Sfairopoulos, asistente de Olympiacos entre 2005 y 2008 y entrenador jefe de los rojiblancos entre 2014 y 2018, terci¨® tambi¨¦n en la pol¨¦mica. ¡°Los propietarios de Olympiacos saben lo que est¨¢n haciendo. Son decisiones muy meditadas. Tienen que cambiar la estructura del baloncesto griego, no se trata solo de la rivalidad con Panathinaikos¡±, se?al¨®.
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