¡°Me doli¨® mucho no ir al Mundial¡±

A ?ngela Sosa (Sevilla, 26 a?os) y a su familia todav¨ªa les duele el ¨²ltimo verano. La centrocampista del Atl¨¦tico de Madrid se qued¨® fuera de la lista de Espa?a para el Mundial y, aunque ahora trata de hacerse un torniquete mental y pensar solo en el futuro, esa herida del pasado reciente a¨²n sangra. "Me doli¨® mucho, fue un palo duro, pero intento dejarlo atr¨¢s. En casa hemos atravesado unos meses dif¨ªciles. Durante el a?o me vi en muchos momentos con la posibilidad de ir", se sincera.

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Su ausencia entre las 23 convocadas gener¨® pol¨¦mica porque acababa de ser nombrada la mejor jugadora de la Liga gracias a sus 10 goles y 16 asistencias en el equipo campe¨®n. "La conozco desde los 15 a?os y el primero que la destaqu¨¦ fui yo, en la sub-17", advierte el seleccionador, Jorge Vilda. "Para el Mundial no conseguimos, ni nosotros ni ella, que diera su mejor versi¨®n. Y en esa posici¨®n hay mucha calidad. Si de algo podemos presumir es en esa parcela. ?ngela Sosa tiene muchos seguidores, pero yo soy seguidor de todas", zanja de forma lapidaria el t¨¦cnico.

Tres meses despu¨¦s de aquella decisi¨®n y tras apenas seis partidos oficiales del nuevo curso con su club, el entrenador la ha vuelto a reclutar para los primeros encuentros de la fase de clasificaci¨®n de la Eurocopa 2021 de Inglaterra. Este viernes (21.30, La 1), Espa?a se estrena contra Azerbaiy¨¢n en Riazor y el pr¨®ximo martes (19.00, TVE) juega en Praga ante la Rep¨²blica Checa. El grupo lo completan Polonia y Moldavia. "Ahora es el momento de ?ngela Sosa", proclama Vilda en el regreso de la selecci¨®n a la primera l¨ªnea con el recuerdo a¨²n muy vivo para todos de la Copa del Mundo, en la que Espa?a lleg¨® hasta octavos y logr¨® su primera victoria mundialista; tambi¨¦n para ella, aunque no estuviera, o precisamente por ello.

El f¨²tbol de Sosa se ha hecho imprescindible en el Atl¨¦tico, donde ha jugado todos los partidos de Liga de las dos ¨²ltimas campa?as. La salud del conjunto de Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Vera depende en buena parte de esta sevillana, que el curso pasado se convirti¨® en la m¨¢xima asistente de la competici¨®n, con 16 pases de gol, y alcanz¨® su tope de tantos, con 10. Sin embargo, estos m¨¦ritos no fueron suficientes para ir al Mundial de Francia a los ojos del seleccionador. "Cuando se habla de por qu¨¦ alguien no va, hay que mirar a las que est¨¢n", apunta Vilda. Ahora, en el inicio de un nuevo ciclo, la medio andaluza se reengancha a la selecci¨®n (ha disputado hasta la fecha dos encuentros) sin la presi¨®n de un gran campeonato a la vista, con margen suficiente para terminar de cocerse en el caldo de Espa?a, cada vez m¨¢s apetitoso. ¡°Ojal¨¢ pueda seguir viniendo y convertirme tambi¨¦n aqu¨ª en una de las l¨ªderes¡±, concluye.

El miedo a dejar el hogar

La rojiblanca fue la debutante m¨¢s joven en Primera, con 14 a?os y dos d¨ªas, en 2007. Y lo hizo en el Sevilla pese a su ¡°alma¡± verdiblanca. ¡°No te lo voy a negar, en mi casa hemos sido del Betis desde peque?itos, pero no ten¨ªa equipo femenino y le estoy eternamente agradecida al Sevilla por la oportunidad¡±.

El f¨²tbol apareci¨® en su vida desde que abri¨® los ojos. ¡°Mi padre y mi hermano jugaban, y a m¨ª me llamaban la atenci¨®n las equipaciones y los balones. Mi madre me sacaba de la ducha y me dejaba con la toalla viendo partidos en el sal¨®n, no me pon¨ªa dibujitos¡±, recuerda con una sonrisa. Para los cinco a?os ya estaba en el equipo del barrio, ella era la ¨²nica chica. ¡°Mi padre s¨ª ha escuchado barbaridades, pero yo no he tenido una mala infancia en ese sentido¡±, afirma. Solo se le viene a la cabeza un episodio, con unos diez a?os. ¡°La selecci¨®n sevillana de chicos me llamaba a todas las concentraciones, hasta que lleg¨® la hora de jugar un torneo y me qued¨¦ fuera. Llor¨¦ mucho¡±.

Superados los escasos sofocos infantiles, el gran v¨¦rtigo le lleg¨® a los 21 a?os, cuando el Atl¨¦tico llam¨® a su puerta. Hab¨ªa destacado varias campa?as en el Sevilla y una en el Sporting de Huelva, siempre cerca de casa. Era el momento de romper el cascar¨®n, y dud¨®, mucho. ¡°La familia lo es todo para m¨ª, les consulto todas las decisiones, y me daba miedo no tenerlos cerca¡±, explica.

Hizo las maletas casi con f¨®rceps. ¡°Vino Lola Romero [presidenta del Atl¨¦tico] a convencerme porque sab¨ªa que yo no quer¨ªa salir de all¨ª. Mi padre tambi¨¦n me empuj¨®. Me dijo que, si no daba el paso, nunca sabr¨ªa qu¨¦ es jugar fuera de la ciudad, en un equipo grande. Me aferr¨¦ a sus palabras. Pas¨¦ unos primeros meses complicados, pero les agradezco que no me dejaran sola¡±. Su madre tuvo que cogerse diez d¨ªas de vacaciones para ayudarla en la mudanza y en su aterrizaje en Madrid. Seis temporadas despu¨¦s de aquel trance, hecha ya a vivir sola y a la independencia, sigue bajando a la casa familiar en cuanto tiene un d¨ªa y medio libre, y sus padres la visitan una vez al mes. La adaptaci¨®n deportiva le plante¨® menos zozobras e interrogantes.