La fractura de Hugo Lloris simboliza la agon¨ªa del Tottenham
El capit¨¢n del equipo londinense se parte un codo en Brighton durante la sexta derrota de su equipo tras 11 partidos esta temporada, en pleno derrumbe tras la final de la Champions
Lo repiten los m¨¦dicos que cuidan de los mejores deportistas y lo hacen cada vez con m¨¢s ¨¦nfasis. El cuerpo no se resiente sin que la mente sufra un desequilibrio previo. Hay lesiones que constatan el malestar de un futbolista y hay lesiones que confirman el derrumbe de un equipo entero. Algo de eso ocurri¨® cuando Hugo Lloris se parti¨® el brazo en el minuto tres del partido que enfrent¨® este s¨¢bado al Tottenham con el Brighton. Fue la se?al definitiva. El fuego del Tottenham se apaga.
Sucedi¨® cuando Pascal Gross colg¨® un centro cualquiera sobre el ¨¢rea visitante. Lloris salt¨® a atrapar la pelota pero se desorient¨® en el aire y cay¨® de espaldas dentro de su propia porter¨ªa. Hacia un lado fue el bal¨®n, franco para que lo rematara a gol Neal Maupay: 1-0. Hacia el otro fue el portero, que en su intento por apoyarse en el suelo sinti¨® c¨®mo su brazo izquierdo se le part¨ªa. La articulaci¨®n del codo cedi¨®, los huesos se rompieron, y el brazo se le fue al ¨¢ngulo antinatural. Los m¨¦dicos tuvieron que suministrarle ox¨ªgeno y morfina para calmar su dolor mientras se lo llevaban en camilla.
Campe¨®n del mundo con Francia en Rusia, capit¨¢n, l¨ªder moral del equipo, el portero de 32 a?os es mucho m¨¢s que un elemento venerable en la plantilla del vigente subcampe¨®n de la Champions. Lloris es el vicario de Mauricio Pochettino en el vestuario. Es el jefe de la tropa. El garante del compromiso. Y la tropa, plagada de individuos melanc¨®licos, que desean marcharse a otro club, o que se encuentran felizmente aburguesados, amenaza desbandada tras seis a?os de esfuerzo sostenido en los que los t¨ªtulos se les han escapado por poco. Vertonghen, Alderweireld y Eriksen se quedan libres en 2020, y Dele Alli, uno de los hombres m¨¢s respaldados por el presidente Daniel Levy, muestra m¨¢s inter¨¦s por jugar al Fortnite que al f¨²tbol. Ambas actividades son un negocio. Es lo que insin¨²an desde el club y es lo que reflejan los contratos publicitarios.
Las finanzas no han amortiguado el declive. Empe?ado en pagar los gastos del nuevo estadio, los due?os del Tottenham apenas se han gastado 100 millones de euros en fichajes desde 2017. Demasiado poco para un aspirante a competir con los grandes de la Premier. Insuficiente para regenerar un grupo de futbolistas con s¨ªntomas de agotamiento mental tras seis temporadas de esfuerzos continuados sin poder atrapar t¨ªtulos.
El Brighton acab¨® imponi¨¦ndose por 3-0 a un Tottenham cuya ca¨ªda futbol¨ªstica solo es consecuencia del desencanto de la mayor¨ªa de los jugadores. El equipo del norte de Londres acumula cinco derrotas, tres empates y tres victorias en los 11 encuentros que lleva disputados esta temporada. El balance de goles en Premier es de 14 a favor y 12 en contra, y la deriva resulta aun m¨¢s alarmante. El Tottenham viene de recibir una de las peores palizas de su historia, en Champions ante el Bayern (2-7), y hace una semana qued¨® eliminado de la Copa de la Liga por el Colchester, de cuarta divisi¨®n (4-3).
El s¨ªntoma del pressing
El equipo en¨¦rgico que presionaba a sus rivales hasta la extenuaci¨®n, que pele¨® por la Premier hasta el final en las temporadas 2015-16 y 2016-17, se ha deformado. Como casi siempre, la p¨¦rdida de consistencia se expresa en lo que hacen los jugadores cuando no tienen la pelota. Lo explic¨® el portal The Athletic hace dos semanas, a partir de datos suministrados por la agencia Opta: la actividad defensiva de los jugadores del Tottenham cuantificada en secuencias de presi¨®n que acaban desbaratando las jugadas del rival en campo contrario han sido, sucesivamente, 11, 15, 13 y 9 de media por partido en las ¨²ltimas cuatro temporadas. El declive es patente. Un indicio entre muchos. ¡°Somos m¨¢s creativos en ataque¡±, dijo Pochettino recientemente; ¡°pero debemos mejorar la presi¨®n¡±. Exactamente aquello que no depende de la clase sino de la voluntad.
¡°Perder a Hugo despu¨¦s de tres minutos y encajar un gol fue un impacto terrible", lament¨® el entrenador, tras el partido. "Eso es algo que no puedes gestionar. El plan era ser s¨®lidos, reaccionar, defendernos bien y recuperarnos del golpe que recibimos contra el Bayern. Pero no fue posible. En la segunda aproximaci¨®n del Brighton concedimos el segundo gol. Nunca tuvimos la posibilidad de meternos en el partido. La lesi¨®n de Hugo nos afect¨® emocionalmente. El equipo lo acus¨®. Las noticias de Hugo que nos llegan del hospital no son buenas¡±.
Al Tottenham solo le faltaba aflorar la tragedia de un modo m¨¢s tangible. M¨¢s evidente que los marcadores, que la t¨¢ctica, o que los avatares del juego en su complejidad. Ning¨²n s¨ªmbolo m¨¢s exacto que la ca¨ªda de su pilar b¨¢sico, Hugo Lloris, en Brighton.
El Liverpool logra su 17? victoria consecutiva, de penalti en el minuto 93
Acabado el partido en Anfield y afianzado el liderato en la Premier, el maestro de ceremonias J¨¹rgen Klopp se dirigi¨® a un jugador y lo abraz¨®. Fue una forma de reconocer ante la multitud que la victoria ante el Leicester se la deb¨ªan a ¨¦l. A Sadio Man¨¦, a su clase para meter el 1-0 y a su abnegaci¨®n para provocar el penalti del 2-1 en el minuto 93. En la ¨²ltima jugada, el senegal¨¦s disput¨® un bal¨®n que todos dieron por perdido menos ¨¦l. Se lo rob¨® a Albrighton y el central, vi¨¦ndose despojado, le derrib¨®. El 2-1 supone la 17? victoria seguida del Liverpool en la Premier, a una del r¨¦cord del City en 2018.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.