Daniel Mateo, d¨¦cimo en el marat¨®n del Mundial, en el que se impuso Desisa, el favorito
Las condiciones ambientales mejoraron en La Corniche de Doha, donde la humedad no lleg¨® al 50%
Est¨¢n los habituales y est¨¢ Dani Mateo, con sus gafas negras en la noche negra, su gorra negra y sus Nike rosa, un soriano que corre el segundo marat¨®n de su vida, y es el mundial de La Corniche, en Doha, que termina 10?, el mejor puesto de un espa?ol en la marat¨®n mundial desde el octavo de Chema Mart¨ªnez, Berl¨ªn 2009.
La Corniche --un paseo mar¨ªtimo, y pronunciar su nombre ya asustaba-- no es lo que era, el escenario de la cat¨¢strofe de la marat¨®n femenina entre calima, calor, humedad y part¨ªculas exageradas de polvo y sal que atascaban los pulmones de las corredoras; el escenario de sufrimientos y desastres en la marcha, frustrante para los espa?oles. Como, si de repente el oto?o hubiera amanecido en Doha, llega brisa fresca del mar, bajan las temperaturas (31 grados), y desciende a¨²n m¨¢s las humedad (48%), y tan agradable parece la medianoche que hasta la noche parece de fiesta y Lelisa Desisa no puede reprimir unos pasos de baile nada m¨¢s pasar el primero bajo el arco de meta, tanta energ¨ªa parece sobrarle.
Gana con 2h 10m 40s, un tiempo inferior al que se pronostic¨® cuando no se pensaba que llegar¨ªa el refrescamiento y se cre¨ªa que hasta se superar¨ªa el tiempo del ganador en Osaka 2007, 2h 15m 59s, el marat¨®n del Mundial m¨¢s duro que se recuerda (33 grados y 81? de humedad a las nueve de la ma?ana).
El et¨ªope, de 29 a?os, interpreta bien con su papel de favorito con un ataque fuerte y decisivo pasado el kil¨®metro 40, cuando ya del grupo m¨¢s fuerte desapareci¨® el sorprendente escoc¨¦s Callum Hawkins y solo le aguantaban su compatriota Mosinet Geremew (segundo, 2h 10m 44s) y el keniano Amos Kipruto (tercero, 2h 10m 51s).
Desisa era el favorito no solo porque llegaba con una de las mejores marcas de los participantes sino porque este a?o ya hab¨ªa ganado el marat¨®n de Nueva York. Su nombre est¨¢ ligado a la tr¨¢gica marat¨®n de Boston de 2013, la de las bombas, que gan¨®, y repiti¨® en la capital de Massachusetts dos a?os m¨¢s tarde."Ha sido una noche de mucho calor, pero estaba perfectamente preparado", dice el et¨ªope. "He entrenado en sitios de mucho calor. Ten¨ªa muchas ganas de ganar porque hace seis a?os qued¨¦ segundo en el Mundial de Mosc¨² y quer¨ªa sacarme la espina".
En medio de parte de los mejores especialistas africanos, se mueven, osados, dos europe¨ªtos valientes. Uno es Hawkins, que llora porque termina cuarto cuando hasta crey¨® que pod¨ªa ganar porque se vio tan fuerte antes justo del kil¨®metro 40 que aceler¨® desde atr¨¢s y alcanz¨® a los de cabeza, y hasta intent¨® dejarlos antes de sucumbir. El escoc¨¦s, de 27 a?os y tambi¨¦n cuarto en el Mundial de 2017, se prepar¨® concienzudamente para el calor que se tem¨ªa haciendo rodillo en una caba?a junto a su casa en la que apil¨® varios calentadores comprados de oferta en el Aldi de su barrio, un termotr¨®n casero con el que lleg¨® a alcanzar 39 grados de ambientaci¨®n.
El otro es Mateo, que corre, como manda la raz¨®n, de atr¨¢s adelante (2h 12m 15s en negative split, m¨¢s r¨¢pido el final que el principio, el atleta de La Milana, despoblado de ocho habitantes junto a Almaz¨¢n, en la carretera que lleva a la ?greda de Ferm¨ªn Cacho, pasa la media marat¨®n en 1h 6m 43s; los segundos 21.097,5 metros los recorre en 1h 5m 32s) y termina menos fuerte de lo que precisa para terminar entre los ocho primeros y ganarse el diploma de finalista.
¡°Me equivoqu¨¦ al cambiar muy fuerte a falta de siete kil¨®metros¡±, se lamenta. ¡°Podr¨ªa haber gestionado mejor mis fuerzas. Pero lo importante es que ya tengo plaza para los Juegos de Tokio¡±. Mateo, de 30 a?os, Combina su trabajo en las cochineras en la que su familia cr¨ªa 2.500 cerdos, con los entrenamientos en el bosque de Valonsadero, donde, tambi¨¦n guiado por el t¨¦cnico Enrique Pascual Oliva, se entrenaban hace m¨¢s de 20 a?os Cacho y Abel Ant¨®n, el doble campe¨®n del mundo soriano. Hasta hace nada era un habitual de los crosses; en abril, en Rotterdam, corri¨® su primer marat¨®n (2h 10m 53s). Y en nada, ya se ha convertido en el mejor espa?ol.
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