Andr¨¦s Gimeno, todo un pionero

Cuando el tenis no era a¨²n profesional y solo algunas ¨¦lites lo conoc¨ªan en Espa?a, la figura de Andr¨¦s Gimeno surgi¨® de la nada y ofreci¨® una nueva dimensi¨®n de modernidad a un deporte anclado en el pasado. Gimeno se mir¨® en el espejo internacional y descubri¨® que al tenis se jugaba de otra forma. Bajo la mirada de su padre, Esteban Gimeno, fue adapt¨¢ndose a los nuevos esquemas hasta convertirse en profesional en 1960 junto a los mejores tenistas del mundo ¡ªcuando el tenis era solo amateur¡ª y coronar su carrera en 1972 con el t¨ªtulo de Roland Garros, rozando los 35 a?os, convirti¨¦ndose en el jugador m¨¢s veterano en ganar en Par¨ªs. Ahora, a los 82 a?os, Gimeno ha fallecido tras una larga enfermedad.

Su historia es de leyenda. Naci¨® pr¨¢cticamente en una pista, porque su padre era el entrenador del RCT Barcelona, lo que le proporcion¨® un estatus especial en el club. Pod¨ªa acceder a las pistas y las compart¨ªa habitualmente con sus mejores amigos de la infancia, Alberto y Lis Arilla, hijos del conserje del club. All¨ª aprendi¨® a jugar. ¡°Si devuelves 100 bolas te pagar¨¦ una Coca-Cola¡±, le dec¨ªa su exigente padre. Y cuando llevaban 95 le mandaba una que no pod¨ªa restar. Pronto comenz¨® a destacar. Fue campe¨®n j¨²nior. Y a los 18, gracias al apoyo econ¨®mico de algunos socios del club, pudo realizar una gira por el Mediterr¨¢neo que le llev¨® a Italia, Montecarlo y Niza.

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¡°Entonces no cobr¨¢bamos por jugar. El tenis era amateur¡±, contaba Gimeno. ¡°Pero tras perder en San Remo, un directivo se acerc¨® a m¨ª y me dio un sobre. ¡®Como sabemos que tiene pocos recursos, queremos ayudarle¡¯, me dijo. Hab¨ªa unas 2.500 pesetas en liras italianas¡±. En aquella ¨¦poca no hab¨ªa espa?oles jugando fuera. El tenis se hab¨ªa modernizado y el referente espa?ol, Pedro Masip, no hab¨ªa evolucionado.

Sin embargo, fue en 1958 cuando Gimeno dio un paso definitivo. Jos¨¦ Luis Arilla, entonces con 16 a?os, recibi¨® una oferta para desarrollar su juego en Australia. Pero sus padres quisieron que le acompa?ara Gimeno. Estuvieron cinco meses juntos, jugando con los mejores tenistas del momento: Laver, Emerson, Hoad, Rosewall... ¡°Jug¨¢bamos ma?ana, tarde y noche. Compet¨ªamos en exhibiciones y torneos. Y ellos nos mostraron el camino del nuevo tenis¡±, confes¨® despu¨¦s Andr¨¦s Gimeno.

En 1960, Gimeno no solo era el mejor jugador espa?ol, sino tambi¨¦n uno de los mejores de Europa. Aquel a?o gan¨® los torneos de Queen¡¯s sobre hierba, Montecarlo y el God¨®. Y justo despu¨¦s de Barcelona recibi¨® una oferta de Jack Kramer para incorporarse a su grupo profesional. ¡°Jugar¨¢s contra los mejores y te garantizo 50.000 d¨®lares en tres a?os¡±, le dijo. Gimeno no pod¨ªa negarse. Acept¨® la oferta y renunci¨® as¨ª a la posibilidad de ser campe¨®n de los cuatro Grand Slams (Wimbledon, Roland Garros, Australia y Open de EEUU), vetados a los profesionales. La troupe recorr¨ªa Estados Unidos con una caravana, montando la pista Supreme en los pabellones y viviendo como aut¨¦nticos n¨®madas. All¨ª estaban Pancho Gonz¨¢lez, Pancho Segura, Ken Rosewall, ?lex Olmedo, Tony Trabert, Lew Hoad, Frank Sedgman y, m¨¢s tarde, Rod Laver. Lleg¨® a ser campe¨®n de las Series Mundiales.

Todos ellos quedaron excluidos del tenis aficionado hasta que lleg¨® la Era Open en 1968. Y despu¨¦s, qued¨® patente que eran los mejores, porque ganaron casi todos los Grand Slam. Andr¨¦s jug¨® la final del Open de Australia en 1969, fue semifinalista en Wimbledon en 1970 y campe¨®n de Roland Garros en 1972. ¡°Abri¨® las puertas del mundo al tenis espa?ol¡±, comenta su amigo Lis Arilla. ¡°Fue el primer profesional y abri¨® un camino que luego produjo valores como Manolo Santana y Rafael Nadal. Fue un gran tenista. Pero, sobre todo, fue una persona buena. Pierdo un gran amigo¡±.