Jap¨®n es un tif¨®n
Los anfitriones hacen historia con su primer pase a cuartos en un Mundial tras superar (28-21) a Escocia, que queda eliminada, en un duelo que no se confirm¨® hasta nueve horas antes
El desaf¨ªo de Jap¨®n al antiguo r¨¦gimen del rugby toma cuerpo y la pol¨¦mica del supertif¨®n Hagibis queda ya en el Pac¨ªfico. Por primera vez desde 2007, una selecci¨®n fuera del Tier 1 ¨Cel primer escal¨®n internacional, con los socios del Seis Naciones y los cuatro del Rugby Championship¨C entra en cuartos de final de un Mundial. Fiyi lo hizo entonces ante una Gales venida a menos; Jap¨®n lo ha logrado este domingo con may¨²sculas. Escocia, que amenaz¨® con acciones legales si los organizadores cancelaban su partido y quedaban eliminados sin jugar, claudic¨® ante un estilo rompedor. Los orgullosos bajitos nipones, que ya sorprendieron a Irlanda dos semanas atr¨¢s, ganan el grupo A y se medir¨¢n el domingo a Sud¨¢frica. Irlanda, segunda, se las ver¨¢ con los All Blacks.
As¨ª quedan los cuartos de final
Inglaterra- Australia (s¨¢bado 19, 9.15)
Nueva Zelanda ¨C Irlanda (s¨¢bado 19, 12.15)
Gales-Francia (domingo 20, 9.15)
Jap¨®n-Sud¨¢frica (domingo 20, 12.15.)
El partido que pudo no jugarse fue una delicia. Al filo de las 11.00, los organizadores concluyeron la inspecci¨®n a las instalaciones de Yokohama y su estadio, de 72.000 espectadores, acogi¨® el encuentro. No pudo disputarse el Namibia-Canad¨¢, que se suspendi¨® por las inundaciones en Kamaishi. Es el tercer partido que se cancela en el torneo despu¨¦s del Inglaterra-Francia y el Nueva Zelanda-Italia. Fueron las primeras suspensiones en los nueve mundiales disputados.
Escocia esgrimi¨® una gran puesta en escena. Su tercera l¨ªnea se desenvolvi¨® muy bien en las trincheras y entorpeci¨® la diab¨®lica secuencia de corcheas japonesas a la mano. Bordeando la frontera de lo permitido, Fraser Brown era un destructor de primer nivel. Los anfitriones, deseosos de reanudar la marcha enseguida, se las ve¨ªan para liberar y no aseguraban el oval. Un par de faltas locales plantaron a los escoceses en campo rival y el apertura Finn Russell entr¨® sin resistencia por el centro para anotar el primer ensayo.
Como ante Irlanda, Jap¨®n necesit¨® tiempo para carburar, pero su engranaje no tuvo respuesta. El XV del Tr¨¦bol claudic¨® porque perdi¨® el bal¨®n y acab¨® agotado de placar tantas embestidas. La gran virtud de los japoneses, con su capit¨¢n Michael Leitch a la cabeza, es la fiabilidad para pasar el oval mientras el rival intenta placar. El agobio para la defensa es total, no solo por el tempo, sino porque las ayudas no pueden cubrir todo el ancho. En cuanto Escocia dej¨® de entorpecer esa sinfon¨ªa, fue un juguete.
Jap¨®n es una delicia para expandir el rugby a nuevos aficionados. Una vez que Matsushima abri¨® el mel¨®n, los anfitriones se desataron. El potente ala, de madre japonesa y padre zimbabuense, recogi¨® un offload de esc¨¢ndalo de Fukuoka, soltando el oval con un gesto genial desde el suelo, para aprovechar la superioridad por el costado izquierdo. Ya le costaba bascular a Escocia, que se hab¨ªa despedido del bal¨®n y empezaba su retirada.
El rugby es un c¨²mulo de peque?as victorias, por eso Jap¨®n celebr¨® con euforia la primera mel¨¦ que hund¨ªan los escoceses, culpa del talonador Horie. Y al riesgo natural de los anfitriones le sigui¨® la confianza, una mezcla explosiva. El resultado fue un ensayo que sirve de paradigma a su rugby. Todo empieza con los pinchazos el¨¦ctricos de los delanteros, sin pausa. Con la zaga rival jadeando, emerge por el medio Matushima, que rompe un par de placajes. La superioridad num¨¦rica es ya irreparable porque los japoneses siempre sueltan el bal¨®n y tienen un compa?ero listo para recibirlo. Entonces, el m¨¢s fornido de todos, el pilier Inagaki, recibe el oval para posar bajo palos.
El XV del Cardo se asomaba a la lona y golpe de gracia lo firm¨® el genial Fukuoka, como ya hiciera ante Irlanda. El vers¨¢til tres cuartos arranc¨® desde el ala y embols¨® una patada al hueco de Lafaele. Su gesto t¨¦cnico, cazando a una mano y desde muy arriba el oval, le vali¨® una autopista hacia la zona de marca. Escocia, desbordada, agradeci¨® el descanso (21-7) ante unos anfitriones impolutos que ganaron todas las batallas: tres cuartos del tiempo en campo rival, 75% de posesi¨®n, seis veces m¨¢s metros ganados (339 por 52 de Escocia) y pases (120 por 22).
Sin tiempo para avistar remontadas, Fukuoka arranc¨® el bal¨®n de las manos a Chris Harris y activ¨® los propulsores para posar bajo palos. Con media hora por delante, Escocia no solo ten¨ªa que remontar 21 puntos, sino ocho m¨¢s para evitar el punto bonus defensivo de los nipones. No le falta orgullo a los escoceses, que ya remontaron 31 puntos en Londres en marzo. Esta vez fue demasiado tarde
Gregor Townsend vaci¨® todo su banquillo y su delantera replic¨® el estilo japon¨¦s ante un rival que baj¨® las revoluciones. Escocia recuper¨® el bal¨®n y Russell tom¨® protagonismo. El resultado, dos ensayos r¨¢pidos de su delantera, empujada por la segunda l¨ªnea para los ensayos de Nel y Fagerson. Sin grandes alarmas, Jap¨®n, con sus delanteros ya agotados, gestion¨® el reloj y evit¨® riesgos. Tras media hora sublime, el colch¨®n era suficiente. La rebeld¨ªa nipona contin¨²a.
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