El calvario de Rakitic

A Valverde le sobran centrocampistas, jugadores de la l¨ªnea m¨¢s definida del equipo con De Jong, Busquets y Arthur, tres futbolistas muy valorados en el Camp Nou. Hay m¨¢s discusi¨®n en cambio sobre el protagonismo de Arturo Vidal, la poca participaci¨®n de Ale?¨¢ y la situaci¨®n de Riqui Puig, volteado en Segunda B mientras espera alcanzar el Camp Nou. No se habla tanto de Sergi Roberto porque a veces juega de interior y en ocasiones de lateral para que descanse Semedo. La sorpresa en cualquier caso es el papel de la triste figura que representa Rakitic.

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El croata ha pasado en un abrir y cerrar de ojos de ser el jugador m¨¢s utilizado a ser prescindible para Valverde. Jugaba un promedio de 54 partidos por temporada desde que lleg¨® en 2014 y es el quinto extranjero que m¨¢s veces ha vestido la camiseta azulgrana: 275, solamente superado por Cocu, Mascherano, Alves y Messi. No solo era titular indiscutible sino que adem¨¢s marcaba goles ¨Cmeti¨® el 1-0 de la final de Berl¨ªn 2015 ganada a la Juve¡ª y nunca se lesionaba, seguramente porque se cuida mucho.

Pero de golpe y porrazo este a?o ¨²nicamente juega la mitad de los partidos, y a ratos, sin que Valverde sepa muy bien d¨®nde ponerle despu¨¦s de que haya ejercido de interior derecho, volante izquierdo y de mediocentro en ausencia de Busquets. Aun siendo un centrocampista total, no tiene sitio en el equipo y le cuesta entrar en las convocatorias. Jugador de club por excelencia, le ha tocado la china, sin que nadie lo quisiera, y menos Valverde.

Se puede cuestionar al entrenador por algunas decisiones, y polemizar sobre su gusto futbol¨ªstico, m¨¢s en un club tan tiquismiquis. Hay consenso en cambio a la hora de considerar que Valverde tiene sentido com¨²n y se podr¨ªa decir tambi¨¦n que es un hombre justo con sus futbolistas; o sea que no le ha cogido man¨ªa a Rakitic. Al contrario, parecer¨ªa incluso que el t¨¦cnico est¨¢ compungido por no poder darle m¨¢s vuelo y corresponder a su generoso esfuerzo, reconocido por la afici¨®n siempre que sale al Camp Nou,

Rakitic ser¨ªa v¨ªctima simplemente de la evoluci¨®n del juego del Bar?a. El equipo necesitaba ser agitado y sacudidos los n¨²meros ha quedado fuera el 4, un d¨ªgito emblem¨¢tico en el Bar?a. No ser¨ªa sin embargo la cuesti¨®n m¨¢s grave; duele m¨¢s que su adi¨®s se alargue tanto, sea retransmitido en directo cada jornada, todo un v¨ªa crucis hasta que se vaya a Italia o Francia, presumiblemente en el mercado invernal. Tiene muchas ofertas y el Bar?a, que ya lo ha amortizado, ingresar¨¢ un dinero que le conviene mucho, aunque nadie pagar¨¢ su cl¨¢usula de 125 millones.

Ha dicho Rakitic que ya est¨¢ harto de pasear, de ir de la mano de su Raquel y sus dos ni?as por las playas, de tener que dar explicaciones de por qu¨¦ no juega cada vez que va a Croacia. No deja de ser una met¨¢fora de su situaci¨®n que a su regreso del ¨²ltimo viaje, el lunes de la semana pasada, se le viera en el arc¨¦n de la autov¨ªa que lleva al aeropuerto de Barcelona, atrapado por la manifestaci¨®n independentista, al pie de su coche, sin saber muy bien qu¨¦ hacer, tan desamparado como en el Camp Nou. ?De qu¨¦ le ha servido su expediente inmaculado en el Bar?a?

Rakitic ha superado de largo las expectativas que ten¨ªa el club cuando Zubizarreta le incorpor¨® procedente del S¨¢nchez Pijzu¨¢n precisamente para evolucionar el estilo del Bar?a, la raz¨®n que ahora le habr¨ªa costado el puesto. Su conducta deportiva ha sido intachable y que se sepa no hay queja alguna sobre el comportamiento econ¨®mico; rechaz¨® ofertas muy importantes y solo en una ocasi¨®n pidi¨® que le actualizaran la ficha ¨Cno se habl¨® m¨¢s del asunto y no se sabe a qu¨¦ acuerdo lleg¨® con Bartomeu-. No parece tener tampoco padrinos en el vestuario para que se quede en el Camp Nou.

Ahora se sabe fuera sin quererlo ni merecerlo, as¨ª que no se sabe muy bien c¨®mo interpretar sus espor¨¢dicas apariciones en la cancha, los minutos llamados de la basura, cuando los partidos ya est¨¢n resueltos: m¨¢s bien parecen momentos de gratitud, de homenaje, para un condenado sin culpa, un calvario para Rakitic.