El Celta se despe?a, la Real Sociedad ilusiona
La expulsi¨®n de Pape Cheikh a media hora del final da?a a los vigueses, que caen en casa, suman apenas un triunfo en las ¨²ltimas ocho jornadas y tienen en la picota a su entrenador
Los partidos de f¨²tbol son como melones. El de Bala¨ªdos parec¨ªa apetecible, con tanto buen futbolista llamado al c¨¦sped. Pero lo que parec¨ªa suculento al final fue ins¨ªpido. Aliment¨®, eso s¨ª, a la Real Sociedad, que se llev¨® los puntos tras exponer lo justo y dej¨® un regusto m¨¢s que agrio en Vigo, donde se debate sobre la continuidad de su entrenador. Fran Escrib¨¢ se queda en una posici¨®n delicada tras sumar nueve puntos en diez jornadas, con un bagaje de apenas cinco goles y despu¨¦s de encadenar tan solo una victoria en los ¨²ltimos ocho partidos.
El Celta era otro mel¨®n que luc¨ªa lustroso en el escaparate al inicio de temporada y que tampoco cumple con las expectativas. Todo lo contrario que la Real, jugosa en tantos partidos y por lo que se observ¨® en Vigo tambi¨¦n madura y con oficio para manejarse en citas que derivan abruptas. De su entrenador, Imanol Alguacil, pocos hablan. Puede decirse, por ejemplo, que tom¨® las riendas del equipo las pasadas Navidades cuando era decimoquinto asomado a los puestos de descenso.
La Real gana ahora partidos trabado y poco agradecidos, de contendientes anulados y opciones contadas. Venci¨® en el ep¨ªlogo, con un gol a diez minutos del final, despu¨¦s de que el Celta cometiese uno de esos errores groseros que marcan l¨ªneas entre los equipos en gracia y los desgraciados. Se qued¨® en inferioridad num¨¦rica el equipo local tras un mal control de Pape Cheikh en zona de nadie. A veces lo decisivo parte de lo nimio. El mediocentro celtista, titular por primera vez en lo que va de campeonato, vio la segunda tarjeta amarilla cuando iba a salir sustituido.
Fran Beltr¨¢n aguardaba en la banda para tomar su relevo. Al final se lo dio Denis Su¨¢rez para que Escrib¨¢ recompusiese un equipo con diez hombres. Con media hora por jugar la Real, que acababa de disparar por primera vez a puerta en lo que iba de segunda parte, oli¨® la sangre, dio un par de pasos adelante y se llev¨® los puntos despu¨¦s de que Isak, otro sustituto, ejerciese de funambulista en la l¨ªnea del fuera de juego.
En el camino el Celta mostr¨® sus carencias. Tan enfocado como se ha puesto en mejorar sus prestaciones defensivas, el equipo se ha olvidado de atacar. Ha perdido aquella frescura que abanderaba Iago Aspas, al que como en sus tiempos m¨¢s oscuros se le ve ahora m¨¢s cercano a la refriega, la queja y el lamento que a mostrar su inmenso potencial futbol¨ªstico. El Celta est¨¢ nervioso porque alguien dijo en verano que iba a salir a la carrera con un Ferrari. La grada lo ha interiorizado, los jugadores lo creen. Nadie lo cumple. ¡°No podemos estar as¨ª con el equipo que tenemos¡±, sentenci¨® Santi Mina al final del partido. Tras diez jornadas el Celta, que aline¨® de inicio a siete futbolistas que pasaron por su vivero, tiene pinta de modesto utilitario con varias piezas da?adas o mejorables.
La Real gan¨® porque adem¨¢s supo aguardar que el partido girase a su favor. Quiz¨¢s no esperaba que tanto, pero lo madur¨® sin ofrecer su mejor versi¨®n. Estuvo despistada en defensa para conceder dos testarazos antes del descanso a Santi Mina, pr¨¢cticamente toda la producci¨®n ofensiva del Celta dentro del ¨¢rea donostiarra. El primero acarici¨® un palo de la meta de Remiro, el segundo no se puede fallar, solo como estaba el delantero, que en sus palabras antes de irse a la ducha quiso descargar de responsabilidad al t¨¦cnico y atraerla sobre los futbolistas. ¡°No hay que echar broncas a gente que no corresponde¡±, aclar¨®.
Pero un amplio sector de Bala¨ªdos, puede que incluso tambi¨¦n la planta noble, ya no cree en Escrib¨¢. Y ah¨ª anda el Celta buscando un camino desde que hace dos a?os y medio decidi¨® cerrar el que le marcaba Toto Berizzo. "Si no me viese capaz o viera que el equipo no cree, anticipar¨ªa cualquier decisi¨®n. Quiero el beneficio del club y si lo mejor es que venga otro compa?ero, seguir¨¦ siendo socio del Celta", concluy¨® Escrib¨¢. Mientras tanto, la Real Sociedad, un equipo que comenz¨® el campeonato con ilusiones semejantes a las de los vigueses, iguala a puntos con Barcelona y Atl¨¦tico.
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