Osasuna aplasta al Valencia
La intensidad del equipo pamplonica desarbola a un equipo desestructurado por la expulsi¨®n de Rodrigo
En El Sadar es muy f¨¢cil bajar del cielo al infierno sin pasar por el purgatorio, tal vez porque como dijo el Papa Benedicto, el purgatorio no es un lugar del espacio, sino un fuego interior, y el estadio pamplonica, que s¨ª es un lugar del espacio, se convierte tambi¨¦n en una caldera llameante cuando Osasuna activa su modo acoso. Tampoco el Valencia se libr¨® del infierno y cay¨® goleado ante la furia rojilla.
Rodrigo Moreno pas¨® del cielo al infierno, del gol que abr¨ªa la lata osasunista en el minuto 13, despu¨¦s de una excelente acci¨®n de contragolpe que ejecut¨® Gameiro con velocidad primero y habilidad despu¨¦s, al infierno, expulsado con tarjeta roja directa por un codazo a Estupi?¨¢n que ni siquiera protest¨®, o que protest¨® menos que sus compa?eros. Y al bajar Rodrigo al infierno del f¨²tbol, que es la caseta despu¨¦s de una expulsi¨®n, fue como si abriera la espita del gas y Osasuna encendiera la llama. S¨®lo cinco minutos m¨¢s tarde empat¨® Oier Sanjurjo, en una de las cargas de caballer¨ªa de su equipo. Se lanz¨® de cabeza despu¨¦s de un pase de Rub¨¦n Garc¨ªa, que en la l¨ªnea de fondo reba?¨® un rechace de Domenech, que hasta ese momento hab¨ªa tenido que detener siete disparos y ya no pudo con el octavo.
Ten¨ªa claro Celades, antes de la expulsi¨®n de Rodrigo, cu¨¢l deber¨ªa ser la actitud de su equipo. Aguantar la presi¨®n osasunista, robar y correr. Lo hicieron en el gol y lo intentaron un par de veces m¨¢s. Los de casa se salvaron por los pelos en dos contras del Valencia, neutralizadas en el ¨²ltimo instante. Osasuna atacaba en tromba, antes y despu¨¦s de tener superioridad num¨¦rica, y la balanza se pod¨ªa inclinar a cualquier lado, pero fue el equipo visitante, el que en inferioridad, recul¨®, se meti¨® en su ¨¢rea, y aquello fue un infierno.
Con el marcador igualado y un jugador m¨¢s, Osasuna se encomend¨® a Brasanac y Roberto Torres, pulmones de acero, para emparedar al Valencia en su ¨¢rea. El bombardeo fue constante. Domenech tuvo que volar de palo a palo en media docena de ocasiones en la primera parte, y tuvo que volver a hacerlo en a segunda, porque Osasuna siempre consegu¨ªa encontrar la superioridad por las bandas, expeditas casi siempre.
Nada m¨¢s comenzar el segundo tiempo, la insistencia y la presi¨®n local tuvieron premio despu¨¦s de un gran centro de Roberto Torres que remat¨® de cabeza Rub¨¦n Garc¨ªa. Ni por esas cedi¨® la presi¨®n osasunista, que se volc¨® con generosidad inusual sobre la porter¨ªa visitante. Ahogados, los valencianistas, no reaccionaron ni con la salida de Maxi G¨®mez y Ferr¨¢n Torres, que buscaban un poco m¨¢s de profundidad. La intensidad osasunista no ces¨® hasta que Estupi?¨¢n marc¨® el tercero de un derechazo fulgurante tras otra atajada de Domenech. Arrasate, que ha montado un equipo con la intensidad como se?a de identidad, y que sigue manteniendo el fort¨ªn de El Sadar una jornada m¨¢s, se permiti¨® el lujo de darle unos minutos a I?igo P¨¦rez, lesionado desde el comienzo de la temporada, que ha atravesado un calvario de lesiones y que siete a?os y siete d¨ªas despu¨¦s de su ¨²ltimo partido en Primera Divisi¨®n, con el Athletic de Marcelo Bielsa, volvi¨® a la m¨¢xima categor¨ªa, precisamente frente al Valencia, el equipo contra el que jug¨® sus ¨²ltimos minutos. Si Rodrigo pas¨® del cielo al infierno, el de I?igo fue el camino contrario.
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