El Atl¨¦tico se despe?a en Leverkusen
El conjunto rojiblanco pierde ante el Bayer tras un partido p¨¦simo
Este Atl¨¦tico que vive al l¨ªmite del resultado y del resultadismo, que sobrevive en LaLiga y en la Champions con medios tiempos, se despe?¨® en Leverkusen, donde cosech¨® su primera derrota europea del curso. Esta vez no tuvo ni esos 45 minutos dignos. Se despach¨® un partido de infraf¨²tbol, por llamarlo de alguna manera, que maquill¨® en los minutos finales con el orgullo tocado, un gol de Morata en el descuento y otra ocasi¨®n seguida del nueve que le hubiera dado un empate inmerecido.
La ag¨®nica victoria de la Juventus en Mosc¨² (1-2) obligaba al triunfo al Atl¨¦tico para poder certificar su clasificaci¨®n y viajar a Tur¨ªn a finales de mes a pelear la primera plaza mano a mano con su verdugo del curso pasado. Ni lo uno ni otro se trajo de Leverkusen. Para el Bayer, la ca¨ªda del Lokomotiv le daba a¨²n la posibilidad de dignificarse entrando en la batalla por la tercera plaza que otorga un puesto en la Liga Europa. Esos alicientes eran el caldo de cultivo ideal para un inicio de partido trepidante que no se dio. El Atl¨¦tico, como es costumbre, no quiso saber nada de la pelota y cuando pretendi¨® hacer algo con ella no le sal¨ªa nada. Un desprop¨®sito grosero. Y eso que se hab¨ªa plantado en el campo con un rombo cl¨¢sico, con Thomas de cinco puro, Sa¨²l y Koke de volantes y Correa de enganche. El dibujo propici¨® una sangr¨ªa de p¨¦rdidas, con Correa a la cabeza, despu¨¦s de una serie de partidos prometedores. La doble punta Morata-Costa se deshizo en dos pegotes a los que Bender y Tah les limpiaban cada bal¨®n a¨¦reo. El empe?o de Simeone por darle vuelo a la pareja no acaba de fructificar. A un equipo al que le falta tanto f¨²tbol, esa alternativa le resta un centrocampista, ll¨¢mese Herrera, Vitolo o Lemar.
No se puede jugar al f¨²tbol peor de lo que lo hizo el Atl¨¦tico en el primer tiempo, si por parte de ello se entiende que consiste en pasar bien la pelota a un compa?ero. Enfrente, el Leverkusen al menos tuvo la intenci¨®n de jugar a algo, aunque fuera con el sobeteo de bal¨®n pl¨¢cido y romo que plasma su liderazgo de la posesi¨®n en la Bundesliga. No fue ese equipo vertiginoso que se desplegaba con v¨¦rtigo y alegr¨ªa en las primeras semanas de la temporada, pero al menos tuvo algo de criterio para tratar de hacer da?o. Entre Aranguiz y Demiraby le dieron una lecci¨®n de manejo del juego a todo el centro del campo del Atl¨¦tico, que si no era capaz de engarzar media jugada digna, menos parec¨ªa enterarse de lo que se coc¨ªa en su cara y a sus espaldas. Tanto que antes de que se cumplieran los 20 minutos, Simeone orden¨® la vuelta al molde cl¨¢sico. Sa¨²l y Thomas al doble pivote, Koke a la izquierda y Correa a la derecha.
Dio igual. El Bayer sigui¨® asegurando los pases y buscando con las triangulaciones entre Weiser, Bellaraby y Havertz los agujeros de Lodi, que fueron muchos. De ese dominio, el Leverkusen sac¨® una ocasi¨®n clara de Volland, que solo en el punto de penalti remat¨® manso un centro raso de Wendell que acaba de retratar a Arias a la carrera. Y tambi¨¦n fue creciendo el equipo de Peter Bosz sobre una cascada de saques de esquina que se contabilizaban en los videomarcardores hasta vislumbrar un rotundo y significativo 7-0 como indicador del partido de unos y otros. En el sexto, Felipe desvi¨® en el primer palo la pelota al travesa?o con la coronilla.
Fue el anticipo de lo que sucedi¨® en el s¨¦ptimo c¨®rner. Esta vez botado desde la derecha, pero buscando el barullo de nuevo en el primer palo. El rebote y el posterior centro lo introdujo Thomas en la porter¨ªa de Oblak con un cabezazo en el que el giro de cuello rompi¨® con toda las normas de la ortodoxia. Ese golpe fue al borde del descanso y hac¨ªa justicia a la mayor ambici¨®n del Leverkusen.
Quiso ser otro el Atl¨¦tico. Se desempe?¨® con una velocidad m¨¢s de inicio y meti¨® al Leverkusen en su campo. El dibujo del partido estaba para una contra de los alemanes y termin¨® por darse por el flanco izquierdo. Para entonces, ya no estaba Lodi, al que un simple cambio de orientaci¨®n le hizo perder la espalda y agot¨® la paciencia de Simeone. Con el equipo reci¨¦n recompuesto, con Lemar ya en el campo y Sa¨²l como lateral, llego esa incursi¨®n y un centro que no logr¨® despejar Hermoso. Volland esta vez s¨ª tir¨® de oficio para estar en el lugar adecuado y fusilar a Oblak con un disparo duro y ajustado al palo.
Ten¨ªa m¨¢s de media hora para levantar la cabeza el Atl¨¦tico, al que otro registro retrataba. Hasta el minuto 60 no oblig¨® a Hradecky a calentar las manos, con un libre directo de Lemar. Simeone por fin rompi¨® la inoperante pareja de nueves sacando del campo al desdibujado Costa para dar entrada a Vitolo y tambi¨¦n sent¨® al desacertado Correa para meter a Herrera. Esos cambios le dieron para cinco minutos de acoso, un par de c¨®rners y un gol anulado a Morata por fuera de juego.
Tras esa r¨¢faga el partido deriv¨® en lo macarr¨®nico tras un saque de esquina en el ¨¢rea de Oblak. El portero esloveno y Tah, y luego Morata, se enzarzaron en varias agarradas que terminaron por romper el partido. Ya apenas hubo juego. Solo empellones del Atl¨¦tico, que le dieron el gol de Morata en el descuento y esa ocasi¨®n ag¨®nica desbaratada por Hradecky. Demasiado tarde. Antes no hab¨ªa jugado a nada.
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