Nadal y la inc¨®gnita abdominal
El n¨²mero uno emprende el abordaje al Masters, torneo que no ha ganado nunca, sujeto a la respuesta de su cuerpo y su servicio, condicionados por la reciente lesi¨®n en Par¨ªs-Bercy. ¡°Vamos justos¡±, dice Moy¨¤
Cortinas de agua, neblina y fr¨ªo. Pasillos colapsados en Heathrow, desfiles ca¨®ticos en el metro y embudos de coches en las calles de la zona este, all¨ª donde se asienta el O2, sede del Masters. Bienvenidos a Londres.
Es oto?o y no hay rastro de la buc¨®lica ciudad veraniega de Wimbledon. Se fue la luz, los habitantes deambulan como zombis y aceptan con indiferencia la hostilidad meteorol¨®gica, que en el interior del moderno recinto por el que desfilar¨¢n los ocho maestros a lo largo de la pr¨®xima semana es imperceptible. The Dome, como es conocido el multiusos de Greenwich, es un b¨²nker. All¨ª pelotea y se entrena Rafael Nadal, al que le sobran las ganas pero le faltan minutos, horas y tal vez d¨ªas. Qui¨¦n sabe. Todo va mejor. El dolor ha ido alej¨¢ndose y la cuesti¨®n se reduce, b¨¢sicamente, a c¨®mo reaccionar¨¢ el m¨²sculo recto abdominal cuando abra fuego ante Zverev.
Son Nadal y sus 33 a?os frente a una cuenta atr¨¢s, contra el reloj, ante su cuerpo.
Iba todo sobre ruedas hasta que la distensi¨®n fren¨® al balear en Par¨ªs-Bercy, hace una semana. Por primera vez en a?os, Nadal abordaba la recta final del curso sin ninguna magulladura rese?able y dosificado. Todo iba bien, hasta que un peque?o desgarro le oblig¨® a echar otra vez el freno. A partir de ah¨ª, precauci¨®n y la milim¨¦trica supervisi¨®n diaria del doctor ?ngel Ruiz Cotorro, guardi¨¢n eterno de ese corpach¨®n que tanto arrastra. Descanso, tratamiento, radiofrecuencia. Y una evoluci¨®n positiva, dice el propio Nadal, que pese a la en¨¦sima adversidad se halla de nuevo ante un reto tan esquivo como ilusionante: nunca ha ganado en Londres, no en el O2, luego el deseo de convertirse por primera vez en el maestro de los maestros es mayor si cabe.
¡°Necesito ir d¨ªa a d¨ªa¡±, precisaba ante los periodistas el viernes, el segundo d¨ªa que ensayaba la maniobra del saque, principal damnificada por la punzada del abdominal. ¡°Estoy feliz de estar aqu¨ª porque despu¨¦s de lo que ocurri¨® en Par¨ªs no sab¨ªa s¨ª tendr¨ªa la oportunidad de estar, as¨ª que estoy muy emocionado de volver a Londres tras un par de a?os sin poder jugar. Necesito ver c¨®mo evolucionan las cosas cada d¨ªa, pero tengo esperanzas de estar al cien por cien el lunes¡±, ampliaba el de Manacor, que asiste como n¨²mero uno y en la sesi¨®n de ayer increment¨® la intensidad del saque, acerc¨¢ndose poco a poco, con precauci¨®n, al punto al que desea llegar.
¡°Vamos progresando cada d¨ªa un poquito m¨¢s, aunque est¨¢ claro que vamos justos. Ma?ana [por hoy] va a ser decisivo para ver c¨®mo estamos¡±, comentaba su preparador, Carlos Moy¨¤, satisfecho de la evoluci¨®n de su jugador. ¡°Estamos dando los pasos adecuados. Ma?ana intentaremos un poco m¨¢s y el lunes m¨¢s. Esto lleva su tiempo y no tenemos el tiempo que nos gustar¨ªa tener, pero tampoco haremos ninguna locura¡±, sosten¨ªa el t¨¦cnico, siempre al quite porque a su chico a veces le puede el ¨ªmpetu y debe contenerse, porque de lo contrario la distensi¨®n podr¨ªa degenerar en un mal mayor.
Moy¨¤ cifra el nivel actual del servicio ¡°en un 80%¡±, porcentaje que irremediablemente deber¨¢ aumentar si Nadal quiere tener opciones en un torneo que se le resiste. Figuran un par de finales (2010 y 2013), pero tambi¨¦n unos cuantos disgustos y la ¨²ltima escena de hace dos a?os, cuando abandon¨® el recinto cojeando de la pierna derecha. ¡°Llevo quince a?os clasific¨¢ndome, pero desgraciadamente he podido jugar menos de lo que me hubiera gustado. No sirve de nada lamentarse¡±, dice el balear, que guerrear¨¢ en la fase inicial (round robin) contra Zverev, el ¨²ltimo campe¨®n, Daniil Medvedev y Stefanos Tsitsipas.
Por el otro lado, los dos mastodontes, Novak Djokovic y Roger Federer; cinco trofeos el serbio, seis el suizo. Con ellos, el debutante Matteo Berrettini y Dominic Thiem, con quien ayer comparti¨® entrenamiento Nadal. ¡°Tengo 33 a?os y medio. Me siento viejo para jugar al tenis y joven como persona. Es un sue?o para m¨ª seguir en la ¨¦lite a estas alturas de mi carrera¡±, dice Rafa, pendiente de su cuerpo. De lo que diga su abdominal.
EL GRAN PULSO POR EL N?MERO UNO
Cargado de alicientes, esta edici¨®n del Masters propone un novedoso escenario porque a la jerarqu¨ªa de los Nadal, Federer y Djokovic se suma el ascenso de la nueva generaci¨®n, representada en tres debutantes: Medvedev (23 a?os), Tsitsipas (21) y Berrettini (23).
De 2012 a 2015, Djokovic gobern¨® el torneo con pu?o de hierro, pero despu¨¦s se abri¨® el abanico e inscribieron su nombre en el listado de campeones Andy Murray (2016), Grigor Dimitrov (2017) y Alexander Zverev, el curso pasado. Mientras tanto, para remontarse al ¨²ltimo t¨ªtulo de Federer hay que retroceder hasta 2011.
¡°Espero que no ocurra lo mismo que en Wimbledon¡±, bromea el suizo, en referencia a la dura derrota de julio. ¡°Roger hablaba antes de la familia: no s¨¦ c¨®mo lo hace con cuatro hijos, porque yo lucho con dos...¡±, sigue en la misma l¨ªnea el balc¨¢nico, que aspira a arrebatarle a Nadal el trono mundial y cerrar la temporada en lo m¨¢s alto. El de Manacor lo recuper¨® el pasado lunes, un a?o despu¨¦s de haberlo perdido, y le bastar¨ªa con llegar a la final ganando los cuatro partidos previos ¡ªlos tres de la fase de grupos y la semifinal¡ª, as¨ª como ganar el t¨ªtulo.
"Siempre digo que no es un objetivo prioritario para m¨ª", matiza Nadal, "pero si lo consigo ser¨ªa fant¨¢stico". En el caso de lograrlo, el balear igualar¨ªa a Djokovic y Federer (4). El tenista que m¨¢s veces (6) ha concluido el a?o en la cima es el estadounidense Pete Sampras.
Este domingo, el Masters arranca con los siguientes duelos: Djokovic-Berrettini, a las 15.00 (Movistar+ Deportes), y Federer-Thiem, a las 21.00 (en el mismo canal).
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